Atentados terroristas sacuden tres continentes con al menos 65 muertos y cientos de heridos

Los ataques perpetrados en Túnez –donde murieron varios extranjeros–, y en Kuwait, ya fueron reivindicados por el Estado Islámico. En Francia, un hombre intentó volar una planta de productos químicos en una localidad próxima a Lyon. Ahí, en el corazón de Europa, fue encontrada la cabeza y cuerpo de un hombre decapitado, con consignas en árabe. Convoca Reino Unido a sesión de urgencia de su gabinete de seguridad. España eleva su nivel de alerta

DPA

París / Túnez / Kuwait

Tres continentes se vieron sacudidos ayer por atentados terroristas: Francia, Kuwait y Túnez fueron golpeados por ataques que en pocas horas dejaron más de 65 muertos.
Los ataques estuvieron dirigidos contra turistas de un hotel en Túnez; contra creyentes chiitas en una mezquita de Kuwait y contra una planta de productos químicos en el sur de Francia, donde una persona fue decapitada.
Los tres ataques, perpetrados sin estar al parecer interconectados, desataron alarma en diversos países: Reino Unido convocó una sesión de urgencia de su gabinete de seguridad y España ordenó elevar el nivel de alerta.
El Estado Islámico (EI), cuya acción se centra principalmente en Siria e Irak, se adjudicó el atentado en Kuwait y horas después también el ataque en Túnez a través de un mensaje de Twitter, mientras que en Francia las autoridades nacionales apuntaron a presuntas motivaciones islamistas de los atacantes.

Disparan contra turistas en una playa africana

En Túnez un único agresor se acercó a las instalaciones de un hotel de la cadena española RIU desde la playa, extrajo un arma de una sombrilla plegada y comenzó a disparar a personas que estaban fuera del hotel. Mató en total a 39 personas, entre ellas varios extranjeros, según cifras actualizadas dadas a conocer en horas de la madrugada por el Ministerio de Salud en Túnez.
Según testigos, tras emitir disparos en el exterior del hotel Imperial Marhaba, en la localidad de Susa, ingresó en el edificio y persiguió a personas que huían. Sus disparos, describieron a DPA, eran precisos. “Perseguía a los que huían y le disparó a una persona que se escondió detrás de un gran jarrón”, relató un turista alemán que vivió la escena junto a su mujer.
Tras informarse en un primer momento que el ataque había sido perpetrado por dos individuos, el Ministerio del Interior tunecino señaló hoy que no se han efectuado “detenciones oficiales” de otros sospechosos. El único atacante murió en enfrentamiento con las fuerzas de seguridad, confirmó el portavoz del Ministerio del Interior, Mohammed al-Aroui.
Horas después del atentado, Estado Islámico se adjudicó el ataque terrorista a través de una cuenta de Twitter cuya autenticidad no pudo ser comprobada.
En Reino Unido, el ministro de Relaciones Exteriores, Philip Hammond, dijo que al menos cinco ciudadanos británicos se encontraban entre las víctimas, mientras que el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Charles Flanagan, mencionó un turista irlandés entre lso muertos. Alemania también reportó víctimas de su país, pero no precisó las cifras.

Un decapitado en el centro de Europa

El caso de Francia adquirió claridad con el correr de las horas. Casi medio año después de los atentados contra la revista Charlie Hebdo en París, ayer un hombre intentó aparentemente volar una planta de productos químicos en una localidad próxima a Lyon.
El presunto atacante, del que se presume tiene vínculos con círculos salafistas radicales y era conocido en el lugar porque era proveedor de la planta, ingresó en el predio con un vehículo que también solía ser utilizado para trasladar suministros, informó el fiscal François Molins. El fiscal dijo que aún no está claro si el atacante, de 35 años, estaba al volante al ingresar en el predio o si conducía su jefe.
Si bien aún no trascendieron los movimientos exactos, el fiscal informó que el sujeto fue detectado en la planta cuando intentaba abrir una botella de acetona. Allí forcejeó con dos bomberos que lo detuvieron.
Luego se halló el cuerpo decapitado del presunto jefe del atacante en el perímetro de las instalaciones de la fábrica. La cabeza estaba incrustada en una valla de la planta, mientras que partes del cuerpo del decapitado presentaban inscripciones en árabe. Aún no está claro si el homicidio se produjo antes o después del ingreso en la fábrica.
Según testigos, cerca del sitio del hallazgo había un cuchillo y dos banderas negras islamistas.
Las fuerzas de seguridad detuvieron al sujeto, a su mujer y a su hermana, además de a un segundo sospechoso. Según trascendió, las autoridades francesas ya habían abierto un expediente en 2006 sobre el presunto atacante a raíz de tendencias radicales.
El presidente François Hollande interrumpió su participación en la cumbre de la Unión Europea en Bruselas y aseguró que “hay muchas emociones, pero las emociones no pueden ser la única respuesta”, al tiempo que anunció un aumento de la seguridad en las instalaciones industriales del país que almacenan sustancias peligrosas.
La fábrica en la localidad de Saint-Quentin-Fallavier no está lejos del aeropuerto de la segunda mayor ciudad francesa, Lyon.

Un suicida mata a 27 en el reino asiático de Kuwait

En Kuwait el impacto del atentado de este viernes fue mayor: al menos 27 personas murieron y 227 resultaron heridas en un atentado perpetrado por un atacante suicida en una mezquita chiita durante el rezo de los viernes.
El portavoz del EI, Abu Mohamed Al Adnani, había instado previamente a los seguidores y simpatizantes a perpetrar atentados durante el mes de ayuno del Ramadán contra los “enemigos” del Islam. El próximo martes se cumple el primer aniversario de la proclamación del califato por parte del EI.
De hecho fuentes oficiales condenaron el ataque asegurando que estaba dirigido contra la unidad en el país.
Estados Unidos ofreció su colaboración a los tres países tras conocerse las muertes, mientras que el gobierno de Irán instó a los países islámicos a desarrollar una estrategia común para que la reputación del Islam y de los musulmanes en el mundo no quede aún más dañada, según palabras de la portavoz Marsieh Afcham.