Obama homenajea a militares de EU en una ceremonia por el 4 de julio

EFE

Washington

El presidente de EU, Barack Obama, celebró el Día de la Independencia estadunidense con una ceremonia en la Casa Blanca junto a familias militares, un ritual patriótico que repite cada 4 de julio y que este año incluyó un concierto del popular cantante Bruno Mars.
Obama y la primera dama, Michelle Obama, tenían previsto acoger a las familias militares con una barbacoa a primera hora de la tarde, una actividad que fue cancelada debido a las tormentas que cayeron durante buena parte de la jornada en Washington.
Pese a ello, la familia Obama, que celebra además el 17 cumpleaños de la hija mayor del mandatario, Malia, mantuvo en pie una recepción más tardía para contemplar los fuegos artificiales que cada año iluminan la explanada de los monumentos conocida como National Mall en la capital estadunidense.
“En este día, damos las gracias a todos aquellos que hacen tanto todos y cada uno de los días para defender nuestro país, para defender nuestra libertad”, dijo Obama en un discurso poco antes de los fuegos artificiales.
En la recepción, celebrada en el jardín sur de la Casa Blanca, se esperaba que actuara Bruno Mars, famoso por éxitos pop como “Locked Out of Heaven” o “Grenade”.
Por otro lado, Obama, visitará este lunes el Pentágono para repasar con su equipo de seguridad nacional la estrategia contra el grupo yihadista Estado Islámico en Irak y Siria, informó ayer la Casa Blanca.
Obama hablará sobre la campaña militar casi un año después de autorizar los primeros ataques selectivos contra el grupo yihadista en Irak, a comienzos de agosto de 2014.
El mandatario hará declaraciones a la prensa después de mantener la sesión con miembros de su equipo de seguridad nacional, centrada en “la campaña para degradar y en último término derrotar al EI”, informó la Casa Blanca en la agenda oficial de Obama.
El pasado 10 de junio, Obama autorizó el envío a Irak de hasta 450 militares más y el establecimiento en la provincia de Al Anbar un nuevo centro de entrenamiento para las fuerzas de seguridad locales, en un intento por reforzar la campaña antiyihadista tras varios reveses como la pérdida de Ramadi.
Ese fue el primer aumento de tropas en Irak desde diciembre y elevó a 3 mil 550 el número total de instructores militares estadunidenses desplegados en el país para entrenar y asesorar a las fuerzas de seguridad locales que luchan contra el EI.