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Un día en Ayotzinapa.43, documental intimista que muestra la vida normalista

*Ayotzinapa significa riqueza y miseria, injusticia y desigualdad; significa más de 43 pupitres vacíos que nunca más serán ocupados; significa ignorancia, incapacidad e indolencia de las autoridades, intolerancia al pensamiento crítico e incomprensión del significado de la palabra democracia, afirma su director Rafael Rangel

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Para el cineasta mexicano Rafael Rangel, Ayotzinapa significa el hogar de los más de 500 alumnos normalistas que huyen de la miseria en que les tocó nacer; “significa riqueza y miseria, riqueza por las características naturales del lugar, miseria por la falta de apoyo gubernamental para la infraestructura necesaria y la manutención de los más de 500 alumnos; significa injusticia y desigualdad; significa más de 43 pupitres vacíos que nunca más serán ocupados, 43 sueños abortados; significa ignorancia, incapacidad e indolencia de las autoridades, intolerancia al pensamiento crítico, incomprensión del significado de la palabra democracia”.
En una charla a través de correo electrónico, el director del documental Un día en Ayotzinapa.43, añadió que también “significa una nueva generación exigiendo lo que por derecho les pertenece, la única oportunidad de un futuro con esperanza; significa hijos de campesinos con educación, cultura y conciencia de su entorno; significa una fuerza social dispuesta a llegar hasta sus últimas consecuencias”.
En ese sentido, el documental no es un recuento de los hechos, de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos en Iguala en septiembre del 2014, sino “una incursión intimista a una comunidad en estado de sitio, epicentro simbólico de una tensión política que ha estallado a todos los niveles”, señaló Rangel.
La idea surgió, recordó, “cuando vi la fotografía de Julio César Mondragón el alumno desollado; fue brutal el impacto, entendí que las noticias estaban en un sólo sentido, el tremendismo y no profundizaban en lo que había atrás, la parte humana, los estudiantes ¿quiénes son?, ¿qué hacen?, ¿qué piensan?, ¿qué opinan?, ¿qué sueñan?”
Tras ello, decidió trasladarse a la Normal donde aseguró encontrar “una especie de microsociedad del México que muchos niegan”.
El proceso de trabajo fue “gradual, cauteloso de ambas partes, ellos no sabían con quién estaban tratando y nosotros estábamos en un estado de alerta casi paranoico”, pues en esos días la situación era caótica, aceptó.
Posteriormente y al término de los días de investigación, rodaje, y posproducción, Rangel comentó que el documental se estrenó el 13 de marzo en la Cineteca Nacional, “y tengo cuatro meses viajando todas las semanas a diversos estados de la república siendo invitado a presentar la película y después dialogar con el público; también se me han hecho invitaciones a Inglaterra, Francia, Italia, y la semana pasada tuve el honor de estar en la UNAM en Filosofía y Letras, en esa misma semana tuve el privilegio de ser invitado por el maestro Francisco Toledo y Lorena Harp al IAGO en Oaxaca y en agosto estaré en la prestigiosa Universidad Cornell de New York”.
No obstante, señaló que de Guerrero no han recibido alguna invitación pero preparan una especial para regresar a la Normal este mes.
“Hemos recibido invitaciones de muchos estados de la República pero no de Guerrero y está planeado hacer una proyección en Ayotzinapa al mismo tiempo que se pueda entregar a los alumnos el 100 ciento de lo recaudado en taquillas; calculo que será en este mes de julio cuando finalmente podré regresar a la Normal”, concluyó el guionista y director de cine independiente.

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