Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

México vive una guerra civil, aunque no se le llame así, advierte Felipe Ehrenberg

*Antes de ser artista, uno es un ciudadano, y esto le afecta a uno muchísimo. Si bien no creo que el arte pueda cambiar nada, lo mínimo que puede hacer es dejar rastros, reflejar lo que sucede, dice

Lourdes Zambrano / Agencia Reforma

Ciudad de México

Felipe Ehrenberg regresó al país unos días antes de la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Isidro Burgos de Ayotzinapa. La primera serie enteramente mexicana que creó fue sobre muerte. ¿De qué más?
De tanto árbol ya no vemos el bosque es el título de la exposición que abrirá el 18 de julio en Machado Arte Espacio.
Se trata de una serie de 15 dibujos hechos a partir de una fotografía que vio en la prensa, la que recreó a mano alzada y después fragmentó en 15 escenas.
Todo parte de cinco personas sentadas en sillas de jardín, en una plaza pública de alguna zona residencial de Monterrey. Han sido ejecutados.
“Antes de ser artista, uno es un ciudadano, y esto le afecta a uno muchísimo. Si bien no creo que el arte pueda cambiar nada, lo mínimo que puede hacer es dejar rastros, reflejar lo que sucede”, dice en entrevista.
Aunque estaba enterado de lo que pasaba en el país durante su estancia de 15 años en Brasil, llegar fue distinto. Hubo casos cercanos a su familia de muertos colaterales, sin sentido.
“Si bien todos los mexicanos que vivimos un tiempo prolongado fuera mantenemos nexos con el país, no es lo mismo vivir en ambientes normales que en la cruda realidad del día con día. Me toca por azar no solamente llegar a una capital sobreprotegida, sino viajar a distintas partes del país, que es cuando uno realmente se da cuenta de qué está pasando”, cuenta.
Ehrenberg está seguro que México vive una guerra civil, aunque no se le llame como tal.
En la deconstrucción de la imagen que vio en el diario, hay escenas abstractas de medianos formato, en las que el propio movimiento de la mano, al dibujarlas transmiten los nervios, la violencia.
“Cuando ve cada una de las partes uno no se da cuenta que son parte del todo”, señala.
Al hacer zoom, no es evidente que se trata de una escena de muerte, pero de alguna forma la caligrafía da un mensaje: son rayas pequeñas pero hechas tras un movimiento violento, que exhibe los nervios, dice.
“Quise brindarle a una persona que la vea casi una visión microscópica de cómo se realiza el arte y, de paso, enfatizar el título”.
Para Ehrenberg, de 72 años, considerado un precursor dentro de las corrientes del arte contemporáneo mexicano, es triste que continúen sucediendo asesinatos violentos en México, mismos que ya había dibujado en su carrera, desde finales de los años 90.
La exposición abrirá en la galería ubicada en Oklahoma 127, en la Colonia Nápoles.

468 ad