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Protestan maestros de la CETEG en el Congreso en contra de la municipalización de los administrativos

*Los docentes parten desde su plantón y llegan al recinto, donde se encuentra el gobernador. Ahí los manifestantes intentan derribar el portón frente a la explanada, provocando que la Policía Estatal les lance gas lacrimógeno

Alina Navarrete Fernández

Chilpancingo

Unos 200 integrantes de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), del grupo que encabeza el secretario general Ramos Reyes Guerrero, padres de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos y estudiantes, marcharon y protestaron en el Congreso local en contra de la municipalización del pago salarial del Personal de Apoyo y Asistencia a la Educación (PAAE).
En el Congreso se encontraba el gobernador Rogelio Ortega Martínez, quien asistió a la sesión solemne para la develación de la inscripción en letras doradas del nombre del teniente José Azueta Abad, por lo que los manifestantes intentaron derribar el portón frente a la explanada, provocando que la Policía Estatal les lanzara gas lacrimógeno, para impedir la acción.
Cerca del mediodía, los manifestantes se reunieron en el plantón magisterial, ubicado frente a las oficinas centrales de la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) y partieron en marcha hacia el norte de la ciudad, sobre la avenida Lázaro Cárdenas, hasta que se desviaron para llegar al Congreso local, ubicado en la calle Trébol.
Los manifestantes bloquearon el paso vehicular sobre la calle Trébol y llevaron a cabo un mitin, en el que participaron el vocero de los padres de los 43 normalistas desaparecidos, Felipe de la Cruz, Reyes Guerrero e integrantes de la CETEG.
En su intervención, los cetegistas denunciaron la nula representación del pueblo por parte de los diputados, a quienes acusaron de ser cómplices del Estado para perjudicar a los trabajadores de la educación, debido a que aprobaron la reforma educativa, “sin considerar el daño que le harían a las bases del magisterio guerrerense”.
Por su parte, Felipe de la Cruz declaró que a más de nueve meses de la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el 26 y 27 de septiembre del año pasado en Iguala, las autoridades no han hecho nada para resolver el caso.
Dijo que los padres de familia y los normalistas de Ayotzinapa están en contra de la represión hacia la lucha social, que es una práctica distintiva del presidente Enrique Peña Nieto, como se demostró en Guerrero con el caso de los 43 desparecidos, los presos políticos; y en Michoacán, en donde el domingo el Ejército atacó a simpatizantes de la Fuerza Rural, que protestaban por la detención del comandante Semeí Verdía, y asesinó a un menor de edad.
Después, Felipe de la Cruz comenzó a jalar los candados, que los encargados de seguridad del Congreso local habían colocado en el portón frente a la explanada, minutos antes de que llegaran los manifestantes, por precaución, lo que instó a los cetegistas y estudiantes, quienes arremetieron en contra de los barrotes.
Ante la acción de los manifestantes, unos 15 policías estatales con equipo antimotín arrojaron gas lacrimógeno en dirección al contingente, para impedir que entrasen al Congreso local; mientras que otro grupo de uniformados se dirigió al extremo opuesto de las instalaciones, para abrir una salida alterna, por la que Ortega Martínez, diputados y otros funcionarios, abandonaron el lugar.
Los organizadores de la manifestación comenzaron a vocear que la protesta era “pacífica” y que no se debía caer en la provocación de la Policía Estatal, para evitar hechos lamentables.
La acción fue rápida, duró cerca de 5 minutos, no se dió un enfrentamiento entre los manifestantes y los policías, tampoco se reportaron heridos, salvo por los efectos del gas lacrimógeno.
Luego, los manifestantes se reorganizaron y marcharon de vuelta al plantón magisterial, en donde se reunieron en el edificio de la CETEG, pues los líderes del movimiento darían una conferencia de prensa.
Una camioneta de la Policía Estatal siguió a los manifestantes y hubo un enfrentamiento verbal con los cetegistas, que cerraban el contingente, pero los uniformados no descendieron del vehículo y se retiraron minutos después.

Una burla, la visita del presidente a Tlapa

Reyes Guerrero, Felipe de la Cruz, el representante del magisterio estatal, Raúl Torres; el representante del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos de Guerrero, Juan Carlos Cepeda; el representante del PAAE, región La Montaña baja, Manuel Guerrero Tejeda; los integrantes de la Comisión Política de la CETEG, Carlos Botello Barrera y Saturnino García Cordero, y el representante estudiantil de la Normal Rural de Ayotzinapa, José Armando Velázquez, dieron una conferencia de prensa.
Botello Barrera declaró que la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Tlapa, en donde inauguró la Ciudad de la Mujer, junto con Ortega Martínez, “fue una burla”.
Aseguró que Peña Nieto, no debió acudir a Guerrero, pues no ha resuelto el caso de los 43 normalistas desaparecidos, la libertad de los presos políticos, la comandante de la Policía Comunitaria de Olinalá, Nestora Salgado; el promotor de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), Gonzalo Molina, y el vocero del Consejo de Ejidos y Comunidades Opositoras a la Presa La Parota (Cecop), Marco Antonio Suástegui.
Culpó al presidente de los asesinatos de los maestros Claudio Castillo Peña, el 24 de febrero en Acapulco, y Antonio Vivar Díaz, el 7 de junio en Tlapa, a manos de la Policía Federal, por cuyas muertes aún no se castiga a los responsables.
Felipe de la Cruz reprobó los hechos del lunes, durante los cuales los integrantes de la Confederación de Organizaciones y Sitios de Transportistas del Estado de Guerrero (COSTEG) atacaron con palos, machetes y tubos a choferes de la Coordinadora Estatal de Transportistas Independientes de Guerrero (CETIG), que se encontraban en el plantón del zócalo, hirieron a nueve, incendiaron seis vehículos y vandalizaron otros 39.
Manifestó que hay grupos pagados por el gobierno para actuar como lo hizo la COSTEG, el lunes, en contra de la CETIG, y el grupo de choque priísta que atacó a los integrantes de la Asamblea Municipal Popular de Tixtla, el 7 de junio.
Los representantes coincidieron en que la desaparicón del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), que anunció ayer el gobernador Gabino Cué Monteagudo, “es una táctica más del Estado para golpear a la lucha social”, en este caso la del magisterio disidente.
Reyes Guerrero anunció que el 25 de julio, este sábado, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se reunirá en la ciudad de México, en donde se discutirán el plan de acción en apoyo de la sección 22, de Oaxaca, tras la desaparición del IEEPO, así como el de la lucha magisterial nacional.
En Chilpancingo, el 27 de julio se llevará a cabo una asamblea estatal con el PAAE y el 3 de agosto habrá una asamblea representantiva de la CETEG, para reordenar la lucha magisterial en el estado.

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