Analiza y clasifica arqueólogo casi un centenar de petrograbados de Costa Grande

El estudio de Rubén Manzanilla López se basó en 93 paneles de roca que se localizaron en 45 sitios entre Acapulco y Zihuatanejo; en ellos, lo mismo se aprecia fauna terrestre y marina, que deidades, chamanes, seres humanos, cuerpos celestes y figuras antropomorfas

Óscar Ricardo Muñoz Cano

De la mano del antropólogo mexicano Rubén Manzanilla López se analizaron y clasificaron casi un centenar de paneles de roca (petrograbados) de entre los años 800 a. de nuestra era y 750 de nuestra era en la entidad, trabajo que permitirá conocer la forma de vida de los pueblos que se asentaron, específicamente en la Costa Grande.
Así lo dio a conocer el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en un comunicado donde el especialista adelantó que “una característica de la gráfica rupestre de la Costa Grande es que son grabados que pertenecen a grupos agricultores, no de apropiadores ni cazadores”.
El estudio se basó en 93 paneles de roca que se localizaron en 45 sitios entre Acapulco y Zihuatanejo; en ellos, lo mismo se aprecia fauna terrestre y marina, que deidades, chamanes, seres humanos, cuerpos celestes y figuras antropomorfas.
Manzanilla López, adscrito a la dirección de Salvamento Arqueológico del INAH, dice el comunicado, estudió el corpus (contenido), en el cual descubrió que existían algunas constantes en los sitios registrados, por lo que llevó a cabo una categorización detallada.
Otro motivo abstracto común en las manifestaciones rupestres de la Costa Grande son las “cruces dobles” (una dentro de la otra); “morfológicamente son similares al glifo relacionado con representaciones simbólicas de Venus en diversos códices mayas, como los de Dresde, Madrid, París y el Borgia, así como en el edificio de Chichén Itzá, conocido precisamente como La plataforma de Venus”, precisó el especialista en el comunicado.
Al respecto, recordó que los memoriales de fray Bernardino de Sahagún aluden a tlacuilos que en su momento dibujaron un cometa y el planeta Venus, y comparándolos con motivos rupestres de la Costa Grande hay cierta semejanza, “por ello se dice que hay una base para afirmar que los antiguos pobladores observaban el cielo y lo plasmaban”.
Rubén Manzanilla López es actualmente responsable de diversos proyectos arqueológicos en el país; fue director del Centro INAH Guerrero en los años de 1991 y 1992, y miembro del Consejo de Arqueología de 1997 a 2008.
Es también, autor de más de 35 artículos publicados sobre arqueología de los estados de Guerrero, Michoacán, Hidalgo, San Luis
Potosí y la ciudad de México.
Sobre Guerrero, publicó en 2006 el libro Las manifestaciones gráfico rupestres en los sitios arqueológicos de Acapulco y recientemente dio a conocer el artículo Los petrograbados en Zihuatanejo.