Los jóvenes guerrerenses con estudios son un soldado menos para el narco: Cristóbal Miguel García Jaimes

*Recibe el estudiante nacido en San Miguel Totolapan el Premio al Mérito Juvenil

Anarsis Pacheco Pólito

Chilpancingo

El premio Nacional de la Juventud 2014, Cristóbal Miguel García Jaimes, insistió a los jóvenes guerrerenses en esforzarse para salir adelante pese a las trabas que enfrentan, porque estudiar significa “un soldado menos para el narcotráfico y la violencia”.
Durante la mañana de este martes en el auditorio José Joaquín de Herrera fueron entregados los Premios Mérito Juvenil divididos en cinco categorías, que otorga el gobierno del estado, a jóvenes emprendedores.
Cristóbal Miguel García Jaimes fue designados por sus cuatro compañeros galardonados para dirigirse a los funcionarios y al público presente en agradecimiento al reconocimiento entregado.
En un discurso de 25 minutos, lleno de anécdotas que reflejan la realidad que viven los pueblos guerrerenses, en el atraso educativo, el desarrollo económico y respeto a los pueblo originarios, el joven que creó un acelerador de partículas con mil pesos pidió a la juventud que no deje de esforzarse para lograr salir adelante.
Entre aplausos, risas y un discurso improvisado, recordó que en su natal San Miguel Totolapan sufrió de acoso escolar, de carencias para poder participar en encuentros escolares.
En su intervención insistió a los presentes en que no dejaran de lado sus sueños, sino que continuaran luchando diariamente porque solo así lograrán ser ellos mismos.
Dijo que el miedo es al futuro, porque la realidad en nuestro país es que aún teniendo un nivel educativo de doctorado no es sinónimo de estabilidad económica para poder tener una casa o seguridad laboral.
“En estos tiempos aún teniendo doctorado y una esposa con doctorado, está difícil tener una casita”, agregó.
En su intervención recordó lo crueles que fueron compañeros y personas de su pueblo, ya que su padre los abandonó y su madre tuvo que enfrentar la realidad de mantener a tres hijos, a los que alimentaba con tortilla, sal, huevos y frijoles.
Recordó que no tenía dinero incluso para poder comprarse un pan, y las únicas veces que logró dormir en un colchón de hotel fue cuando participaba en otros concursos y dejaba su ciudad.
“Mi escuela nunca tuvo dinero para ir a los concursos, íbamos a punta de raite”, comentó
Señaló que en una entrevista realizada por El Universal, se enteró de que su municipio es uno de los 10 con mayor marginación del país, lo que siguió motivando a regresar para lograr un desarrollo con su comunidad.
En su discurso no reprochó nada a los funcionarios sobre la falta de desarrollo en su municipio, o las carencias en las escuelas que estudió. Tampoco criticó el sistema de gobierno, o hizo mención de los normalistas desaparecidos.
Enfatizó en cada oración la importancia de que los jóvenes se activaran y estudiaran más para lograr salir adelante, y que las ciencias sean parte de su vida, ya que explican todo.
Recordó que él forma parte de la organización Ciencia Sin Fronteras, que tiene como objetivo ayudar a jóvenes a explotar su potencial, por lo que dijo que el propósito es apoyar a los jóvenes para que continúen estudiando porque “por cada joven que lo hace es ganancia para el país, un soldado menos para el narcotráfico y la violencia, y uno más para nosotros para el buen desarrollo de la nación”.

Su trayectoria

Cristóbal Miguel García Jaimes destacó en la primaria y secundaria en los primeros lugares de aprovechamiento y ganó distintos certámenes académicos a nivel de zona, región y estado.
En el segundo año de bachillerato, en el plantel 6 Antonio Caso de la Escuela Nacional Preparatoria (ENP), triunfó en un certamen de matemáticas aplicadas e ingresó al programa Jóvenes hacia la Investigación en Ciencias Experimentales.
Realizó una estancia en el Instituto de Física de esa casa de estudios. Tras concluirla, el profesor Efraín Chávez Lomelí lo invitó a permanecer en su laboratorio. Ahí arrancó el proyecto de un acelerador de partículas miniatura para llevarlo a su pueblo y mostrar la relevancia de la ciencia. A los 17 años logró construirlo con mil pesos (es el más barato del mundo) después de trabajar ocho meses, 23 días y 13 horas, con asesoría del académico.
Cristóbal Miguel cursa el tercer semestre de la carrera de Física en la UNAM.
Los otros galardonados en la ceremonia de ayer fueron Irving Marcelo Hinojosa, de Chilpancingo, en la categoría de Actividades Artísticas y Nancy Adriana Mendino Gaytán, de Huitzuco, por el Mérito Cívico, una de las funcionarias más jóvenes, que actualmente es regidora electa de su municipio.
También Axel Daniel Rojas Flores, de Iguala, ganador de la categoría de Actividades Empresariales y Productivas y Pedro Abarca Chávez, de San Marcos, en Labor Social.
En la ceremonia, el gobernador Rogelio Ortega Martínez aseguró que en un país como México y un estado como Guerrero, los jóvenes no deben tener incertidumbre de su futuro, sino por el contrario, “se merecen mejores condiciones de vida, con armonía y paz”.