Detienen en el DF y trasladan sin motivo al penal de Tepic a una estudiante de la UAG

Detienen y trasladan sin motivo al penal Tepic a una estudiante de la UAG

Lourdes Chávez

Chilpancingo

La estudiante de Artes de la Universidad Autónoma de Guerrero, Lucía Baltazar Miranda, quien se graduará el 23 de octubre con un promedio de 9.3 en sus calificaciones, fue detenida por la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en la Ciudad de México, e internada en la prisión de máxima seguridad de Tepic, Nayarit.
Vía telefónica su mamá, Herminia Miranda Hernández denunció que el viernes a las 11 de la mañana se la llevaron detenida cuando estaba en las instalaciones de la SEIDO, aparecieron policías y le mostraron un escrito que la joven no pudo terminar de leer, la subieron de prisa a una camioneta y se la llevaron, detalló la señora.
La mujer indicó que estuvo hasta las 7 de la noche en esas oficinas esperando noticias de su hija, pero como no sabe leer bien y se le dificulta trasladarse en la ciudad volvió al albergue donde se estaban hospedando. El sábado, a las 5 de la madrugada recibió una llamada de Lucía para decirle que se la llevaron a Nayarit, y que avisara a quien fuera necesario porque ella no había hecho nada malo.
Aclaró que acudió con Lucía a las instalaciones de la SEIDO a pedir información de otra de sus hijas, Alejandra, quien cumplía 40 días en arraigo, y el abogado que las atendió les dijo que fue trasladada a la prisión de máxima seguridad de Tepic.
Cuando estaban en el patio de la SEIDO llegó un grupo de policías, entre ellos dos mujeres, que preguntaron por ella diciendo su nombre, ella respondió “soy yo” y le dijeron que se la llevarían detenida, la tomaron por la fuerza de ambos brazos y la subieron a una camioneta.
“Fue como si me la hubieran robado, no permitieron que leyera el papel que le dieron esos tipos, está terminando su carrera, es muy buena estudiante y su clausura de graduación es el 23 de octubre”, se quejó doña Herminia.
Detalló que Alejandra es viuda, madre de dos niños y trabaja vendiendo fruta, fue acusada de tráfico de personas y la abogada encargada de su caso les dijo que no había pruebas en su contra. Por lo que esperaban su libertad.
“No es justo, somos de bajos recursos, si es necesario me uno a Ayotzinapa y voy a pedir a mi hija, no es posible que le eche tanto esfuerzo para estudiar y la detengan”, lamentó.