Carlos Pérez Aguirre
Incendio sospechoso
La entidad se incendia en medio de una creciente violencia que día a día se generaliza y en donde no existe respuesta de parte de las autoridades estatales, diario los reportes periodísticos nos informan de violencia generalizada, robos de autos, robos a casas habitación, secuestros, feminicidios, violaciones, violación a los derechos humanos, detenciones arbitrarias, etc.
Guerrero se ha convertido en una de las entidades con mayores índices de violencia y las autoridades estatales duermen en espera que los otros niveles de gobierno enfrenten esta problemática.
Habrá que recordarle al triunvirato que usufructúa y dice que gobierna el estado de Guerrero, que tiene responsabilidades en el cuidado de la seguridad pública y ciudadana, pues muchas de las causales delincuenciales corresponden al ámbito estatal, por lo que no deben esconder su obligación. Esta no solo se circunscribe, como seguramente creen, a adquirir material de pésima calidad a precios exorbitantes –negocio de por medio– para los cuerpos policiacos, mismos que tienen legítimamente que protestar por que finalmente los elementos de seguridad son los que exponen su vida, al enfrentar mayores riesgos por el equipo defectuoso y de mala calidad.
El proveer de un equipo deficiente e inadecuado, genera no sólo descontento en los cuerpos de seguridad, genera sobre todo indolencia que en estos momentos de crisis delincuencial es un incendio en terreno seco que gravita directamente en contra de la sociedad, puesto que se desmoviliza a los elementos policiacos o por lo menos se genera una baja de la moral en las corporaciones. Y esto evidentemente beneficia a la delincuencia.
Solo esperemos que esta actitud corrupta no tenga también esa intención.
Otro incendio que se propaga pero que resultará en el corto plazo es el que corresponde al ámbito político.
Una vez pasado el proceso electoral y con los resultados a la vista, en donde el neocacicazgo de los tres hoy gobernantes se trata de imponer copando puestos de elección en todos los partidos, ahora rehenes del poder y el dinero, contando en todo momento con el apoyo “copeteado” –tan evidente que no oculta su alegría por los hasta ahora resultados de las elecciones presidenciales– resaltando su gran amistad.
Solo que los viejos métodos de hacer política de ninguna manera corresponden con la realidad actual pues aunque la operación de empoderamiento totalizador para el neocacique en estos momentos le reditúa indudables dividendos, ya se ven grandes nubarrones, causados sobre todo por la ahora sí confirmada estrategia de parecer perredista pero ser “totalmente peñista”, un incendio que en los próximos días una vez que pase el receso vacacional empezara a arder en las brasas políticas con todo su esplendor y chamusquina.
Pasando a otro tema, el lunes de manera por demás extraña se incendiaron diversos locales de ropa del Mercado Central de Acapulco. Los locatarios declararon que no había sido un coto circuito como mencionaron algunas autoridades, tampoco por algún descuido, como veladoras encendidas o estufas. Habrá que recordar que los propietarios de estos locales no estaban de acuerdo con la remodelación planteada por el gobierno estatal por que, según dicen, el proyecto era inadecuado y además desaparecerían locales; no se había tomado en cuenta a los locatarios para plantear la remodelación gubernamental y de manera arbitraria se les impuso el proyecto.
Por tales razones los diversos locatarios se opusieron no a la modernización, no a la renovación, sino a la imposición y a los errores que les afectaban directamente ya que solo privilegian las ganancias de los constructores y desmerecía en servicio y funcionalidad.
Por ello existe una fundada suspicacia de los locatarios del Mercado Central de Acapulco sobre el origen del incendio que consumió sus pertenencias y fuentes de trabajo. Varios comentaristas han señalada ya la similitud en el periodo de interino del gobernador Aguirre en donde en una obra con similares situaciones de descontento, también de manera misteriosa sucedió un incendio, coincidencia o una muestra mas del despotismo y autoritarismo de antaño, no lo sabemos, pero debe investigarse el caso, y aclarar de manera trasparente por el bien de la ciudadanía.