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América golea 4-0 a un débil Querétaro

Alejandra Benítez / Agencia Reforma

Querétaro

Fue como quitarle un dulce a un niño. América no tuvo rival enfrente y sin miramientos goleó 4-0 al Querétaro imponiendo en la cancha su jerarquía y dejando patente la abismal diferencia que hay entre ambos planteles.
A las Águilas, que estrenaban ofensiva con 2 puntas en el eje del ataque, les bastaron los primeros 45 minutos para definir el partido.
Raúl Jiménez, orgullo azulcrema y recién desempacado de los Juegos Olímpicos de Londres le aportó frescura a la delantera y su ingreso de inicio se tradujo en goles y jugadas de excelente manufactura.
Al minuto 10′, Christian Benítez meció las redes sin mayores problemas aprovechando un pase de Jiménez, y al 25′, la escuadra capitalina ya tenía el marcador 2-0 con un tanto de Daniel Montenegro, quien recibió medio gol de parte del atacante ecuatoriano.
Sin meter las manos, Gallos sólo esperaba con resignación los embates americanistas hasta que con un tiro libre, Rubens Sambueza les puso el tercero en la frente al 30′.
El conjunto dirigido por Carlos de los Cobos tardó para salir al segundo tiempo, buscando la forma de poder detener a los de Coapa, pero fueron inútiles todos sus esfuerzos.
Incluso el América bajó el ritmo y dejó que avanzaran un par de ocasiones, pero enfriando las acciones inmediatamente.
Carlos Bueno no pudo tener balones a modo para inquietar a Hugo González y Miguel Herrera comenzó a darle juego a su gente de banca, pero en esta búsqueda de ofrecerle minutos a sus jugadores, Rosinei no duró ni 10 minutos en la cancha y tuvo que ser relevado luego de sufrir un tirón en la pierna.
El que sí aprovechó fue Christian Bermúdez quien clavó el cuarto de la tarde al 86′, para redondear un encuentro en el cual todo le salió a modo a las Águilas, incluso dejando atrás el estigma que los acompañó en los últimos 3 partidos donde les habían anotado primero.
Tal y como lo dijo el “Piojo”, la Copa es una cosa y la Liga otra, porque ahora este equipo no dio risa, sino que generó satisfacción y aplausos entre el americanismo.
En tanto, a Gallos le pegó anímicamente el resultado y la figura de su entrenador se tambalea.

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