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No hay garantías para las defensoras de derechos humanos en Guerrero, lamentan

Lourdes Chávez

Chilpancingo

La directora del Instituto de Derechos Humanos, Silvia Castillo Salgado señaló que las organizaciones de las mujeres de los pueblos originarios son mucho más amplias de lo que se conoce y no tienen respaldo institucional ni garantías para realizar su trabajo, a pesar de que en Guerrero, en dos años se han recibido tres recomendaciones de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), precisamente en atención a este sector.
Esto durante el Encuentro Estatal de Mujeres Indígenas que se realizó en Chilpancingo, para analizar las condiciones de trabajo de las defensoras. Por ejemplo, señaló que mataron a Fabiola Osorio Bernabé, de Guerreros Verdes, hace varios meses en Acapulco, y está desaparecida Eva Alarcón Ortiz, de la organización de Campesinos Ecologistas, “eso indica que en Guerrero no está garantizado el trabajo de las defensoras”.
En el taller participaron representantes de Casas de la Salud de La Montaña, de la Coordinadora regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) y de la Asociación de Familiares de Detenidos, Desaparecidos y Víctimas de Violaciones de Derechos Humanos, Tita Radilla. Por su parte, Castillo Salgado explicó que el encuentro se organizó para hacer un diagnóstico de las condiciones de trabajo de las defensoras.
“Es bien sabido que Guerrero ha tenido tres sentencias de la CIDH en dos años y justamente tres mujeres han estado impulsando esa lucha y, aunque han han tenido alcances muy importantes y no se están cumpliendo estas sentencias”, destacó.
Enfatizó que la defensa no es un asunto sólo de las defensoras Tita Radilla, Valentina Rosendo e Inés Fernández, que en sus luchas lograron sentencias contra el gobierno mexicano por violaciones graves a los derechos humanos, sino que esta lucha le compete a todos los guerrerenses.
Aceptó que aún no se ha sistematizado la violencia de las mujeres en Guerrero, porque hay casos muy conocidos, pero hay muchos otros de los que no están enteradas porque en algunos casos las agresiones a las mujeres vienen de la misma sociedad.
Aclaró que el trabajo de las defensoras, es muy diferente al de los defensores, “porque en el trabajo que hacen las mujeres por la defensa de los derechos de las mujeres, ellas están poniendo en tela de juicio esta estructura social en la que estamos viviendo, no sólo es la cuestión de las leyes y las instituciones, sino de cultura, de religiones, eso nos coloca en una situación como de mayor vulnerabilidad”.
Recordó que Fabiola Osorio la asesinaron y pareciera que no pasó nada, porque se ha hecho costumbre en las instituciones que están obligadas a investigar delitos, a vincular los hechos violentos con otra problemática.
Recordó que Fabiola y Eva, habían recibido amenazas, pero la activista de Guerreros Verdes sola trató de establecer algunas medidas de protección, y un día llegaron a su casa y la mataron con una amiga, “pareciera que eso quedó en el olvido, fue noticia de unos días”.
Subrayó que en el gobierno del estado ha habido negligencia, “ahora hay una ley que supuestamente defiende los derechos de los defensores y defensoras, hay un consejo que está trabajando en el mismo sentido, pero no hay mecanismos claros ni se ha hecho realidad”.
Por otro lado, destacó que hay muchísimas organizaciones mujeres con trabajos interesantes y creativos, sobre temas muy enfocados, como el caso de las asociaciones Yotlakat Non Siwalt y Atzin de la comunidad de San Juan Tlamacazapa, de Taxco de Alarcón, donde las mujeres comenzaron a luchar por el derecho a la tierra.
Recordó que por el caso de Tlamacazapa se emitió la primera alerta de género, y a pesar de la asistencia de diputados federales en la población, ellos determinaron que no había violencia en la comunidad.
Señaló que el problema comenzó cuando las mujeres comenzaron a organizarse y compraron un lote de 200 metros para la atención de las mujeres maltratadas que molestó a un grupo de comuneros y en asamblea se los quisieron quitar, alegando usos y costumbres por lo que no podían vender la tierra.
Destacó que ahora están luchando de manera muy creativa, impulsando los productos artesanales, con grupos de alfabetizadores, entre otros proyectos “porque las mujeres no podemos hacer bloqueos, no tenemos tiempo para invertirlo así, pero sí están demostrando con trabajo serio y responsable, que tenemos muchas propuestas y muchas capacidades”.
Las organizaciones de mujeres de Tlamacazapa, tendrán una exhibición llamada Tlamacazapa Guerrero, un pueblo tejedor de vida: su gente, su labor  y su lucha, del fotógrafo Rodrígo Cruz, en el Palacio de la Cultura Ignacio Manuel Altamirano, en Chilpancingo, del 10 de octubre al 18 de enero de 2013.

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