Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Eduardo Pérez Haro

Reforma estructural para la seguridad nutricional y la reactivación del campo

Para Olivier Lafourcade

La crisis internacional tiene en el centro una discusión entre el sistema financiero y los sectores progresistas interesados en destrabar el crecimiento económico para llevarlo a una etapa de florecimiento productivo encabezado por la revolución informática. Los Estados nacionales están obligados a ampliar su base social de apoyo y a apalancar el proceso de inversión y transformación en esa dirección.
En este contexto los países desarrollados y con ellos las actividades industriales y de servicios propios de la economía urbana disminuirán su dinamismo mientras los países emergentes elevarán la demanda de alimentos, materias primas y energía del sector rural, abriendo una oportunidad para el campo que tendrá al menos tres décadas.
El campo podría, si no se equivocan, no sólo ser rentable sino bien a bien generador de divisas de gran utilidad para la reconversión de la planta productiva industrial y de servicios. Hagamos un acercamiento a los temas del caso.
Diagnóstico: Los bajos precios que deprimieron al sector agroalimentario quedan atrás y ahora se abre la oportunidad para reactivar al campo.
–El sector agroalimentario nacional a mediados de los años 1960 perdió su dinamismo y capacidad de contribución al desarrollo nacional, debido a la emergencia de los países desarrollados como potencias agrícolas (Estados Unidos y Europa), la consecuente disminución de la demanda internacional de nuestros productos del campo y la caída de los precios en el curso de las cuatro décadas subsiguientes.
–Como derivación de ello, se generó un aumento progresivo de las importaciones de alimentos y materias primas, a la vez que el campo se convirtió en un demandante creciente de apoyos fiscales y en área de empobrecimiento y migración social.
–Actualmente, la crisis financiera y fiscal de los países desarrollados les impone una desaceleración económica teniendo como contrapartida el crecimiento de los países emergentes y por ende un aumento de la demanda alimentaria y de otros recursos del sector rural, con el consecuente incremento de los precios.
–Con altos precios en las próximas décadas, el sector rural se inscribe en una nueva oportunidad para la inversión y el desarrollo de productos alimentarios y no alimentarios que tendrán alta rentabilidad con lo cual el sector podrá resarcir sus rezagos, disminuir su costo fiscal y volver a contribuir con el apalancamiento económico y financiero de la economía nacional.
–La clave está en reconocer los correctivos estructurales que le permitan al sector ser competitivo, respecto a parámetros internacionales de costos y precios, en el mundo de los commodities, y muy atrevido en el acceso a mercados con productos de ventajas comparativas y productos no tradicionales.
–Los factores estructurales que deben ser superados son: 1) el desequilibrio regional, 2) la subutilización del suelo y otros recursos naturales, 3) el envejecimiento y feminización en la propiedad de la tierra, 4) la desorganización de los productores en la producción y el comercio, 5) la balanza comercial negativa, 6) la pobreza, 7) la pérdida de los recursos naturales, y 8) la desarticulación entre la oferta institucional y la demanda social.
–Estos factores que fueron efecto de la prolongada tendencia decreciente de los precios agrícolas ahora son causa que limita la competitividad nacional del sector y así mismo, son una barrera para poder aprovechar la época de altos precios, que no obstante, son factores técnica, social y políticamente superables, empero, es menester elevar al primer plano de la agenda nacional la reforma estructural del sector agroalimentario.
Propuesta: Reforma estructural para la seguridad nutricional y la reactivación del campo.
Principales criterios de política a resolver en la reforma.
–Consignar la seguridad alimentaria y nutricional (concepto de frontera propuesto por la Dra. Evelyne Rodríguez) como eje ordenador de una estrategia socioinstitucional para reactivar el campo, abatir los niveles de pobreza, disminuir su costo fiscal y aumentar su contribución absoluta al PIB.
–Promover una reforma estructural del campo que le reconozca y asigne la importancia productiva y comercial que el sector agroalimentario puede volver a cumplir en la estrategia de crecimiento de la economía nacional.
–Que en la base de la reforma estructural del campo se establezcan nuevos acuerdos con las organizaciones de productores para el reordenamiento regional del patrón de producción y productividad, con esquemas de apoyos fiscales y créditos contra metas precisas.
–Que con base en la demanda de los mercados, se defina, en el marco de la reforma estructural para la seguridad nutricional y la reactivación del campo, un patrón de cultivos y de actividades no agropecuarias (cadenas bioenergéticas, minerales, y de servicios ambientales de mercado) que le den certeza a la inversión pública y privada, y se favorezcan con estímulos fiscales.
–Que la integración del programa especial concurrente en el marco del Presupuesto de Egresos de la Federación se obligue a la entrega oportuna de recursos compatibilizando la apertura de ventanillas y procedimientos de gestión conforme a los ciclos productivos y comerciales del sector.
–Que se desarrollen economías de escala mediante esquemas de compactación de tierras de los pequeños productores con asociaciones empresariales estratégicas para la integración de cadenas productivas de valor en las regiones de menor desarrollo relativo en concordancia con la estrategia de seguridad nutricional y la reactivación del campo.
–Que las formas de organización empresarial incluyan a los hijos de los campesinos propietarios en la dirección y gestión de las empresas en tanto que herederos potenciales de las tierras y de los negocios asociados.
–Que se abra el mercado de servicios profesionales para el acompañamiento técnico, organizativo y de gestión empresarial bajo esquemas concursables por proyecto con esquemas públicos de evaluación, estímulos públicos por cumplimiento de metas y objetivos, y asimismo que contemple derechos de asociación por mérito de resultados.
–Que los proyectos con apoyos institucionales comprendan acciones de adaptación y mitigación contra los impactos negativos del cambio climático, y se privilegien aquellos que conlleven criterios y componentes de responsabilidad social e inocuidad alimentaria.
–Que la reforma estructural para la seguridad nutricional y la reactivación del campo legisle en correspondencia con las nuevas exigencias del mercado mundial de alimentos y materias primas, pero de manera concomitante comprenda la reorganización, en contenido y forma, del sistema financiero para el desarrollo de agronegocios, los sistemas de información y la vinculación a menor costo con los centros de ciencia y tecnología.
La propuesta presupone formular la iniciativa que en este caso no implica modificación constitucional, e identificar los cambios a las leyes, normas y reglamentos relacionados, así como conformar una estrategia política para su procedencia.

[email protected]

468 ad