Silvestre Pacheco León

La sexta sesión ordinaria del Consejo Local del IFE

Si nos atenemos a la lista de asuntos contenidos en el orden del día, la sexta sesión ordinaria del Consejo local sería maratónica, pero gracias a la mecánica ideada para su desahogo y también a las facilidades que dan las herramientas tecnológicas, el tratamiento de cada caso es de mero trámite, pues antes de la fecha de la sesión, todos los consejeros tenemos a la mano la información correspondiente, de manera que si uno lo desea, puede formular sus opiniones, dudas y propuestas, y a partir de ellas abordar cada punto.
En la última sesión del consejo local celebrada el 31 de enero se abordaron 19 asuntos que se resolvieron en tres horas, la mayoría de ellos referidos a informes que involucraban a las vocalías y a los consejeros.
Destacaron en esos informes la publicación en la prensa de los nombres de cada uno de los consejeros distritales, el informe de las comisiones internas de trabajo del consejo local, así como el de la campaña de credencialización para que cada vez sean más los mexicanos que puedan votar. En este punto se conoció que todos los ciudadanos con credencial de terminación 03 aún tendrán tiempo durante todo el mes de febrero para renovarla, si no han cambiado de domicilio.
Se conoció el trabajo que se realiza para la determinación de la ubicación de las casillas, para lo cual se ha establecido el 15 de febrero como la fecha en la que se iniciarán los recorridos.
Se dio a conocer el convenio de apoyo entre el IEEG, IFE y SEG para el uso de las instalaciones educativas para desarrollar en ellas los cursos de capacitación y la instalación de las mesas de votación, así como la inusitada respuesta de los ayuntamientos y de las dependencias federales con representación en el estado quienes al unísono respondieron a la petición del IFE para que facilitaran las mamparas y bastidores que normalmente utilizan para su propaganda, diciendo que carecen de  ellas o que si las tienen están en tal situación de deterioro que resultan inservibles.
Respecto a la propaganda política debo anotar que recibí con beneplácito la noticia que deja a los habitantes un resquicio por donde respirar ante la contaminación visual que provocan las campañas electorales, pues además de la prohibición expresa de que se use la infraestructura urbana y carretera, el equipamiento público, los accidentes geográficos y los árboles, tampoco estará permitida la propaganda electoral en las calles del centro de las ciudades.
El punto que despertó mayor interés de los consejeros por la actitud de los representantes de algunos partidos fue el relacionado con el proceso de reclutamiento y selección de los supervisores y capacitadores, pues habiendo informado el vocal presidente de los resultados del examen que aplicaron los más de 4 mil aspirantes el pasado 21 de enero, se entró en la polémica que generó la figura caprichosa que formaba la hoja de la lista de los aciertos a la que los vocales y consejeros distritales recurrieron para la calificación.
Algunos le llamaron espiral, otros escalera y algunos más, serpentina a esa figura formada por los respuestas.
Recuerdo que en la sede del distrito tres de Zihuatanejo, a la hora citada para iniciar la calificación, los consejeros conocieron la hoja de respuestas o plantilla de resultados. El consejero Gabriel Robles, uno de los decanos del consejo quien inició sus colaboraciones en el IFE en representación del tecnológico de la Costa Grande, por sus conocimientos en matemáticas y estadística, fue el primero en reparar en la figura geométrica que formaban las respuestas del examen en la hoja de resultados, y ése hecho que a él y a los demás consejeros distritales les pareció una manera de facilitar la calificación, en otras partes fue visto como una manera de ensuciar el proceso de selección.
En efecto, ese hecho que para muchos consejeros resultó irrelevante aunque llamativo, fue visto por los representantes del PT y el PRD con suspicacia, y así lo manifestaron en la sesión del 31 de enero, agregando que ese detalle pudo haber facilitado el uso indebido de las respuestas para que alguien interesado pudiera favorecer la calificación de ciertos aspirantes a ocupar los puestos de supervisores y capacitadores.
Esa duda atendible para mantener la transparencia del proceso se escuchó con atención de parte de todos los consejeros porque involucra a quienes al final de cuentas representan la cara del IFE frente a esos cientos de miles de ciudadanos insaculados, entrevistados y capacitados que después reciben los votos de los electores para contarlos y custodiarlos hasta su entrega en las sedes distritales.
Los representantes de ambos partidos en el consejo local, Juan Manuel Hernández Gardea del PRD y Rubén  Cayetano García del PT, señalaron que para disipar esa sospecha solicitarían a las autoridades del IFE una explicación puntual que pudiera satisfacer a sus partidos.
Por parte de los consejeros pedimos que dicha gestión y sus resultados fueran del dominio público de manera que todos pudiéramos conocer la explicación del área técnica del IFE responsable de la elaboración del examen, y puestos en el lugar de los representantes de los partidos quejosos no faltó quien hubiera expresado que de tener veracidad el asunto de la duda, pensando que en Guerrero alguien hubiera tenido la posibilidad de hacer mal uso de la clave del examen, un indicio podría ser si en el reporte de resultados abundaban los dieces, pero al parecer, ni siquiera la mayoría de los aspirantes que tenían experiencia electoral obtuvieron calificación de excelencia.
La opinión de los consejeros locales se expresó en el sentido de que no era posible, cuando menos en Guerrero, que alguien pudiera haber conocido de antemano los resultados del examen, puesto que nadie siquiera conoció las preguntas porque los paquetes de los sobres que los contenían permanecieron cerrados siempre y así se distribuyeron en todo el estado. Cuando se abrieron fue para recontarlos y entregarlos en ese mismo instante a los aspirantes.
Pero todavía más, la hoja de resultados fue recibida por los vocales distritales después de aplicado el examen.
Todo este proceso estuvo acompañado por los representantes de los partidos políticos quienes firmaron cada uno las actas circunstanciadas que dan fe de su conformidad.
Y algo más, hasta la aplicación del examen el proceso de selección de supervisores y capacitadores no ha terminado. En realidad el examen escrito cuenta 60 puntos y se complementa con la entrevista que vale 40 puntos y se realiza en otras fechas.
En cambio, lo que sí nos ha llamado la atención a algunos de los consejeros locales es el hecho repetido en casi todos los distritos, de aquellos aspirantes con alta calificación que estando en posibilidad de acceder al cargo de supervisores, prefieren el de capacitadores, pues no obstante que saben de la diferencia de sus percepciones y de la carga de trabajo tan distinto en cada caso, casi se obstinan en argumentar que les agrada más el trato directo con las personas, andar bajo el sol calles y caminos, y capacitar, que estar realizando el trabajo de supervisión.

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