Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Moisés Alcaraz Jiménez

Elecciones 2012, ¿fuerzas en equilibrio?

Tenemos en puerta el inicio de las campañas electorales por la presidencia de la República. Las tres fuerzas partidistas representativas del sentir de la sociedad en México que confía en la vía electoral para el cambio pacífico de los gobiernos, tiene ante sí el abanico político de donde habrá de emerger el sector de la clase política que gobernará al país los próximos seis años.
Digan lo que ahora digan las encuestas de las empresas más serias, lo cierto es que a pesar de la radiografía política actual la moneda está en el aire y se vislumbra un panorama de fuerzas en equilibrio, que aún habrán de desplegar todo su potencial en un ambiente de incertidumbre y en unas elecciones que se anticipan muy competidas, factor fundamental para poder hablar de democracia.
Independientemente de los procesos internos de donde hayan surgido sus candidatos, las tres fuerzas políticas de esta contienda cierran filas en torno a ellos. No hay fracturas de consideración a la vista y Andrés Manuel López Obrador, Josefina Vázquez Mota y Enrique Peña Nieto van con todo el respaldo de los partidos que los postulan.
¿Qué se espera de ellos ahora que nos vanagloriamos de ser un país más cercano a la democracia? Todos esperamos civilidad en la contienda, debates de calidad, propuestas para alcanzar un mejor país, campañas de altura, en fin, una competencia sana que sea ejemplo de cultura cívica y de desarrollo político.
La sociedad ha llegado al límite del hartazgo de tanta guerra sucia y propaganda negra en las campañas electorales. Ello ha sido una de las razones que explican el alejamiento ciudadano de las urnas. El hastío social que provocan las campañas llenas de lodo, injurias y difamaciones al que los candidatos y quienes los promueven nos tienen acostumbrados; ha sido causa indiscutible del descrédito de los políticos que con ello arrastran también al descrédito a la política, lo cual representa un daño enorme a la estabilidad de cualquier sociedad del mundo.
Por otro lado es también importante saber qué espera la sociedad del árbitro de la contienda. El IFE llega a estas elecciones con una imagen renovada después de haber sido conducido a un estado lamentable de desconfianza social. En 2006 el organismo fue encabezado por un verdadero delincuente electoral que llevó al IFE a niveles jamás vistos de descrédito ciudadano.
La sociedad espera ahora un giro de 180 grados en el IFE que lo ubique nuevamente como lo que fue: una de las instituciones del estado con mayor credibilidad derivada de la práctica de los valores democráticos que le dieron vida, principalmente imparcialidad, certeza y profesionalismo.
De la propia sociedad se espera hoy un voto verdaderamente razonado, se espera la reflexión social de lo que veremos será una contienda repleta al máximo de mensajes de todo tipo provenientes de los más diversos medios de comunicación donde las nuevas tecnologías tendrán ahora un destacado papel.
Es deseable una sociedad más interesada en los asuntos públicos, más participativa, que sepulte con millones de votos libres toda amenaza de fraude y aleje dudas y sospechas sobre los resultados de los comicios.
Los ciudadanos mexicanos tienen enfrente dos claros proyectos de nación: continuar por la ruta de la derecha que con dos partidos diferentes ha gobernado al país los últimos 30 años o buscar la alternativa de la centro izquierda que en muchos países ha dado mejores resultados que las derechas neoliberales que han hundido a sus naciones en una pobreza tan insultante como ya intolerable.

[email protected]
Twitter:@MoissAlcarazJim

* El autor es director estatal de Gobernación

468 ad