Desde hace dos meses invaden ambulantes las banquetas y puentes del bulevar Vicente Guerrero

Yee Trujillo

Unos 200 comerciantes semifijos obstruyen las banquetas del bulevar Vicente Guerrero, el principal acceso al puerto, desde hace varios meses, para ofrecer todo tipo de productos, e incluso utilizan las paradas de camiones que fueron inauguradas hace apenas tres años para colgar su mercancía.
De acuerdo con algunos vecinos que transitaban por el lugar tratando de no tropezar entre puestos semifijos, canastas de pan, carretillas con fruta, grandes comales o vitroleros de aguas frescas, el número de comerciantes ha ido en aumento durante los últimos años, sin que el gobierno municipal impida que sigan adueñándose de la vía pública.
En un recorrido por la mañana en el bulevar se observaron 200 puestos semifijos que obstruían casi dos kilómetros de banquetas entre el entronque de la colonia Las Cruces y la calle Juan R. Escudero, de Ciudad Renacimiento, principalmente en el sentido Cruces-Vacacional.
Entre el entronque de Las Cruces y la gasolinera ubicada en la calle Solidaridad se contabilizaron 120 puestos de discos piratas, pescado fresco o seco, fruta, cohetes, comida, ropa, verduras, chilate, libros, ollas, vajillas, hamacas, ropa interior y todo tipo de productos.
En las banquetas del tramo ubicado entre el Eje Central y la calle Hermenegildo Galeana se observaron otros 35 comerciantes.
Afuera de puntos como la Unidad Médica Familiar del Instituto Mexicano del Seguro Social, los supermercados Aurrerá y Soriana, había más de 60 puestos, otros 10 comerciantes se encontraban ubicados debajo del puente vehicular del cruce con el Eje Central, e incluso los comerciantes informales se encuentran en puentes peatonales.
La mayoría de las paradas de camiones urbanos que fueron inauguradas en enero de 2010 como parte del programa Acapulco te quiero digno, para rehabilitar y mejorar la imagen del bulevar con recursos económicos del programa Hábitat, son utilizadas para que los comerciantes cuelguen lonas, básculas, cosméticos y mercancía, anulando el uso para el que fueron colocadas.
Durante el recorrido se observó que sólo ocho de las 16 paradas que se instalaron originalmente permanecen, y las que no están ocupadas por los comerciantes se encuentran en pésimas condiciones, sucias, con malos olores, con fierros expuestos u oxidadas, llenas de anuncios publicitarios, y sólo dos son utilizadas por la población.