AMLO, autoritario; Josefina, retórica hueca; Peña Nieto, atado a la impunidad: Ugalde

Daniel Velázquez

El discurso amoroso de Andrés Manuel López Obrador muestra una tendencia al autoritarismo, dijo ayer en Acapulco Luis Carlos Ugalde, ex presidente del Instituto Federal Electoral (IFE).
Durante la conferencia La elección presidencial de 2012, riesgos y desafíos, Ugalde también se refirió a la candidata del PAN, Josefina Vázquez Mota, quien dijo tiene un discurso hueco basado en una retórica vacía, y sobre el candidato del PRI, Enrique Peña Nieto, dijo que el PRI no ha cambiado y continúa la impunidad en sus gobiernos estatales.
Ugalde participó en un seminario nacional de empresarios jóvenes organizado por la Coparmex, y en la ronda de preguntas y respuestas se le preguntó por quién votaría, y dijo que no podía responder esa pregunta porque sesgaría y distorsionaría su análisis.
A cambio dijo que mencionaría las que él considera como fortalezas y debilidades de los aspirantes.
De López Obrador dijo que una de sus fortalezas es su simbolismo de austeridad, porque toda su vida ha sido así y los ciudadanos lo perciben como alguien honesto que no necesita de bienes materiales para vivir.
Otra de sus fortalezas es que ha señalado los pecados de una sociedad abusiva, discriminatoria, desigual y corrupta, y entre sus desventajas señaló está incluir valores moralistas a la política con su discurso maniqueo, moralista y de aniquilación del adversario, y eso es un preámbulo del autoritarismo.
Agregó que nadie le hace mucho caso a López Obrador porque creen que no es peligroso, pero es “gravísimo”, porque quiere hacer política con criterios moralistas.
De Vázquez Mota dijo que él cree que “en lo individual es una mujer honesta” y podría detonar buenas políticas públicas en materia de actividad empresarial.
Su desventaja es que el PAN como partido ha reproducido prácticas de nepotismo, desprecio a los principios de su partido y se ha convertido en un partido corporativo, “y hasta hoy no le he conocido ni una sola idea, es una retórica vacía, una retorica sin sustancia, da la sensación de que evade el conflicto porque un político que evade es un político peligroso, porque no se compromete”.
De Peña Nieto, dijo que lo que le han dicho es que es un buen manager, que sabe tomar decisiones, que sabe delegar, que sabe empoderar, y eso es importante para formar buenos equipos.
Dijo que ha hecho dos buenas declaraciones que podrían transformar a México, como es la promoción de la inversión en energéticos y el sistema universal de financiamiento a la salud.
Como aspectos negativos, dijo que el PRI no se ha renovado y permanece como un partido de enormes clientelas en la que los gobernadores actúan con mucha impunidad, “y me preocupa que la llegada con mucho respaldo cree una sensación de impunidad y de abuso de poder”.
Luis Carlos Ugalde dijo que el proceso electoral de este año no será una elección de tercios, sino que serán dos fuerzas las que disputarán la Presidencia de la República, y que en la medida en que un candidato se rezague en el tercer lugar sus simpatizantes optarán por el voto útil.
Entre los riesgos de la elección presidencial señaló a la “industria de la queja”, porque los políticos mexicanos se quejan de todo, por cualquier movimiento del adversario generan una queja.
Otro de los riesgos que prevé es que la legislación electoral es cuestionada e inobservada por candidatos y partidos y está incompleta.
También está el riesgo de que el proceso se desarrolle en litigios constantes en tribunales y el cuestionamiento a las autoridades del IFE.

Todos los aspirantes han violado la ley

El ex presidente del IFE en el periodo 2003-2007 señaló que en lo que va del proceso electoral federal todos los aspirantes a la Presidencia de la República han violado la ley, “hubo actos anticipados de precampaña, de hecho llevamos muchos meses en abiertas campañas, de tal forma que todos los aspirantes, suspirantes y partidos políticos violaron la ley porque todos estuvieron en una exposición abierta”.
Los ciudadanos saben que cuando hay un futuro candidato ante miles de personas y habla de su amor a México, se trata de un acto de precampaña, señaló.
Indicó que uno de los factores que puede cambiar las tendencias de las encuestas es un escándalo político, pero no se garantiza la eficacia de éstos; recordó que en 2005 hubo un escándalo con el secretario particular de López Obrador, René Bejarano, y no afectó la campaña de López Obrador.
Dijo que él no podría decir si un escándalo será nocivo para un candidato pero no descartó que estos pudieran presentarse como parte de una estrategia por golpear al candidato del PRI.
Recordó que el gobierno federal ya tuvo intentos fallidos con escándalos políticos, como en Michoacán, donde detuvo a alcaldes que al final fueron liberados porque no se les comprobaron sus presuntas relaciones con el narcotráfico, lo mismo que en el caso de Jorge Hank Rhon, donde el gobierno federal no pudo sostener las acusaciones y este tipo de escándalos dejan en mala posición al gobierno federal.

López Obrador y el 2006

Dijo que en febrero de 2006 todo mundo creía que era inevitable que López Obrador ganara la elección presidencial, igual que hoy lo creen con Enrique Peña Nieto, pero la victoria fue para el PAN con un margen estrecho y en un clima de enorme polarización y confrontación, lo que originó la “tormenta perfecta” porque los dos “de manera irresponsable” anunciaron un triunfo inobjetable.
Indicó que los factores que propiciaron la crispación en el proceso electoral de 2006 se pueden trasladar al proceso actual para definir si habrá o no un conflicto poselectoral como lo hizo López Obrador en ese año.
En el tema de la violencia señaló que las preguntas que se hacen los ciudadanos es si habrá financiamiento de las campañas por parte del narcotráfico, y la respuesta por sentido lógico es “sí”, porque es muy probable que esté ocurriendo y seguirá ocurriendo.
Añadió que las autoridades jamás van a encontrar un cheque en el que el emisor sea el Chapo Guzmán dirigido a algún candidato, pero eso no quiere decir que el fenómeno no exista y ocurre en los cargos de elección local, porque son los que controlan las policías locales y es en esas regiones donde transita la droga.
El tema de la lucha contra el narcotráfico, dijo, no será un asunto fundamental en las campañas de los aspirantes a la Presidencia, sino que será “marginal”, porque ninguno de los aspirantes querrá enfrentarse al Ejercito mexicano, “porque cuestionar la estrategia es en el fondo cuestionar al Ejército”.
Y la otra razón es que los aspirantes no querrán enfrentarse con Estados Unidos, país que en alianza con México ha invertido recursos en el combate al crimen organizado, de tal suerte que el tema de la lucha con el narcotráfico emprendido por Felipe Calderón tendrá críticas y estridencias pero no será fundamental en el debate de las campañas políticas.
Otra de las preguntas fue si la violencia en el país generará un atentado hacia alguno de los aspirantes, y Ugalde consideró que eso no es probable que ocurra porque la violencia ligada al narcotráfico en el país no tiene ideología, “en México el narcotráfico está haciendo negocio”.
Señaló que los atentados a candidatos que han ocurrido en los más recientes procesos electorales “es probable que hayan sido resultado de negocios particulares, de candidatos que estaban o no estaban y que probablemente hayan sido sujetos de un atentado”.
Descartó que el IFE vaya a enfrentar problemas para ingresar a algún territorio que se diga está controlado por el narcotráfico porque es una situación que no ha ocurrido.
Otra de las interrogantes por el contexto de violencia es si los grupos del narcotráfico intimidarán a los votantes el día de la elección y su consideración es que no, porque para los grupos delictivos es más fácil sobornar o amenazar al candidato ganador que intimidar a los votantes.
El tercer aspecto a considerar es la economía donde el nivel de satisfacción de los ciudadanos de sus ingresos repercute en premiar al partido en el gobierno, y si los ciudadanos no tienen empleo sancionarán al gobierno.
Agregó que este fue uno de los factores que le permitió ganar a Calderón en el 2006, porque en ese año la economía mexicana era estable y los ciudadanos tenían un mayor poder adquisitivo.
Otro de los factores, que también influyó, dijo, fue que “el candidato del PAN” compró muchos espacios en radio y televisión y eso le permitió influir en la opinión de la gente.
Dijo que la reforma de 2007, que limita la contratación de espacios en radio y televisión a particulares, es porque un sector de la política y de los intelectuales considera que los empresarios no tienen derecho a participar y debieran quedarse callados en los procesos electorales.
Criticó la reforma y dijo que impide a los ciudadanos denunciar a cualquier candidato o aspirante que tenga antecedentes negativos o nocivos para la sociedad, y culpó a López Obrador de ser el responsable de esa reforma.