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Se defiende el presidente de Guatemala por vinculación en caso de Ríos Montt

DPA

 

Ciudad de Guatemala

 

El presidente de Guatemala, Otto Pérez, se defendió ayer de los señalamientos que un testigo hizo en su contra como uno de los oficiales involucrados en el genocidio en la zona Ixil, en Quiché (norte de Guatemala), durante el juicio por este delito contra el ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt.

“Llevando testigos falsos, le quita la seriedad a la justicia que todos esperamos en Guatemala. No voy a negar que estuve en Nebaj (Quiché), pero lo hice para rescatar a la población y para combatir a las unidades armadas de la guerrilla”, sostuvo el mandatario ante insistentes preguntas de periodistas al final de un acto oficial.

Pérez dijo que las afirmaciones del testigo, el ex especialista del Ejército de Guatemala Hugo Leonardo Reyes, “fueron inventadas y fabricadas” y sostuvo que se trató de “un circo”.

“No tengo nada que ocultar… no somos ni mentirosos, ni traidores”, afirmó el mandatario.

Agregó que prueba de lo que afirma es el triunfo electoral que obtuvo en la zona Ixil en las elecciones de 2011, cuando ganó la presidencia de Guatemala.

El presidente afirmó que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército llegó a Nebaj en 1983 y no en 1982 como afirmó el testigo.

Agregó que de acuerdo a los registros del ejército, Leonardo Reyes, quien nació el 22 de enero de 1966, ingresó inicialmente como planillero y lo fue hasta noviembre de 1983, cuando se convirtió en mecánico en la Compañía de Ingenieros. Aseguró que en ese año él ya no permanecía en Nebaj.

En su declaración por videoconferencia el jueves, el testigo señaló a una serie de oficiales que permanecían en esa guarnición donde se coordinaban diversas operaciones de destrucción de aldeas y ejecución de personas.

Afirmó que entre estos estaba Otto Pérez Molina, actual presidente de Guatemala, quien era conocido como “Tito”.

A la pregunta de los abogados querellantes, el testigo reconoció que su testimonio representa un riesgo para su vida y volvió a mencionar una serie de nombres de oficiales, incluyendo a Pérez y al entonces mayor José Luis Quilo Ayuso.

“Sé lo capaces y feroces que son para asesinar. No se tientan el alma para asesinar a otra persona”, dijo el testigo.

En los detalles de su testimonio dijo haber visto como muchos pobladores eran llevados al campamento y que algunos llegaban con la lengua cercenada o sin uñas después de sufrir torturas.

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