Para sobrevivir, dos chilapeños venden flores de latas de aluminio para las madres

Luis Daniel Nava

Chilapa

Dos jóvenes de 19 y 23 años sobreviven vendiendo flores con latas de aluminio para el Día de las Madres.
Berenice Tejeda de 19 años y Daniel de 23 años, originarios de Chilapa pero radicados en la capital, han instalado su taller y puesto ambulante, en el kiosco central de esta ciudad, que sólo consta de dos mochilas y su material de trabajo: latas de aluminio de refresco, pinzas y tijeras. Además de un pequeño reproductor para escuchar música.
Ahí meticulosamente y con paciencia elaboran flores con sus respectivas hojas y su base, aviones, soles, estrellas y las figuras que la poca gente que se acerca les pide.
En estos días, dicen, la flor es la “más accesible para hacerla y para venderla” porque “una flor no se le niega a nadie”. El costo de la flor es de 15 pesos y del florero completo, 25.
“Sacamos lo necesario para comer, para hospedaje y el pasaje a otro lugar, de eso vivimos y vendemos en cualquier época del año”, dice Daniel que también hace malabarismo con fuego.
Los jóvenes que desde hace dos años comenzaron a realizar esas figuras con latas de aluminio, indican que para sus artesanías hay discriminación y poco apoyo por parte de la sociedad y de parte del gobierno, porque les niegan los espacios para mostrar y para vender su trabajo.
Daniel comenta que lo único que esperan es que se le dé el valor que merece su trabajo por el tiempo invertido y lo laborioso.
Sobre sus estudios, asegura que se le han quitado las ganas de continuarlos porque los jóvenes que si estudiaron les está yendo “feo”, además de que no tiene otra forma de cómo mantenerse.
En tanto Berenice, sin dejar de recortar aluminio y de doblarlo para hacer sus pequeñas figuras, comenta que si tuviera dinero o apoyo para estudiar lo haría, pero que su situación la hace trabajar para comer.
“Lo poco que hacemos es para sobrevivir, ya no para vivir bien, ni para vivir”, añade el otro joven artesano urbano.