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Confirma la ADAG el cierre de la Chevrolet y Ford en Ciudad Altamirano

Se han despedido a unos 300 empleados, informa el presidente de la asociación, Mariano Gutiérrez Otero. También Nissan y Chrysler dejaron de funcionar allá, lamenta

Salvador Serna

El presidente de la Asociación de Distribuidores de Automóviles del Estado de Guerrero (ADAG), Mariano Gutiérrez Otero, confirmó ayer que debido a la violencia en Ciudad Altamirano “cerraron las agencias de autos nuevos” Chevrolet y Ford en esa ciudad, y que también dejaron de funcionar Nissan y Chrysler.
En entrevista en su oficina de Acapulco, el empresario afirmó que por dicha causa, “se dieron de baja a un estimado de 300 empleados en el IMSS”, y reveló que el Operativo Guerrero Seguro “se retiró de Ciudad Altamirano, solo hay elementos del Ejército cuidando, pero no tenemos las mínimas garantías de seguridad que debieran brindarnos como ciudadanos nuestros gobernantes”.
Gutiérrez Otero afirmó que la situación “es triste y lamentable porque el mes pasado nos rafaguearon la agencia Ford y Chevrolet y secuestraron al personal, estamos en total indefensión en la región de la Tierra Caliente”.
El empresario dijo que incluso ya le solicitaron una audiencia al gobernador Ángel Aguirre Rivero, pero “solo nos dijo que lo aguantáramos un poco porque tenia encima el problema de los maestros”.
Gutiérrez Otero subrayó que la ADAG “está en crisis” y que ninguna autoridad gubernamental les ha ofrecido asesoría en materia económica “ni programas de apoyo a nuestros desempleados”.
El líder los distribuidores de autos reclamó que la Secretaría de Desarrollo Económico, el Servicio Estatal de Empleo y la Delegación Federal del Trabajo y Previsión Social “continúan omisas sin querer ver la realidad”.
Además, el empresario lamentó que también han sufrido robos de autos nuevos de las nodrizas en las carreteras de Iguala a Altamirano y a Teloloapan, “hasta 30 coches al mes, porque los trailers nodrizas no pueden circular porque la carretera es muy angosta”.
Finalmente, Gutiérrez Otero señaló que “la sociedad de Altamirano vive con angustia y zozobra, porque muchos de ellos son nuestros clientes y están viviendo el miedo y la extorsión”.

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