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Lanza Ilian Blanco dardos poéticos de Huidobro con su puesta en escena Altazor

Óscar Ricardo Muñoz Cano

 

Taxco

 

Con frases lanzadas al aire como: El alma pavimentada de recuerdos…, Como estrellas talladas por el viento, o El mar es un tejado de botellas que en la memoria del marino sueña, es como comenzó este lunes por la noche Altazor o el viaje en paracaídas, obra de teatro compuesta por una serie de pequeñas imágenes tomadas de los versos del poemario homónimo de Vicente Huidobro, y escenificadas por el actor Ilian Blanco, dirigido por Indira Pensado.

En medio de un ambiente oscuro y frío, y ante una audiencia reducida a sólo unas decenas de personas, por solicitud del actor, la pieza teatral se fue construyendo a partir de los versos de Huidobro, pero de una manera distinta pues, a decir de Ilian Blanco, luego de leer Altazor, fueron unas líneas las que le llamaron la atención para armar a su antojo esta adaptación “que al final termina siendo una especie de tratado sobre la violencia en Acapulco”, comentó el actor.

Uno a uno, los cantos que componen el poemario de Huidobro desfilaron sin un orden aparente y fueron palabras, frases, metáforas, las que produjeron imágenes que representaron una atmósfera, un espacio, un mundo, que iba desde las playas de un Acapulco con el María bonita de Agustín Lara de fondo, hasta un cementerio y un silencio sepulcral interrumpidos por gritos, quejidos, llantos; secuencias de música tropical y obscuridad total que inquietaron a más de uno de los asistentes a la puesta en escena.

“De repente yo también no sabía cómo iba a quedar el trabajo, los pies, la cabeza, pero me parece que al final es un universo lleno de diversos elementos que se mueven constantemente”.

Y es que el público asistió a una serie de representaciones sin alguna coherencia aparente pero que dejaban alguna sensación, alguna idea, y que en la suma, en la acumulación, al final, se impone un canto nuevo: el sentir sobre la violencia que nos invade en el puerto.

“La hemos llamado una pieza escénico vocal”, dijo Ilián, donde se utilizó una técnica especial para jugar con las palabras del poeta, “haciendo voces rotas, haciendo nuestros propios cantos; un canto especial en un lenguaje deconstruido”, para luego añadir “yo creo que desde mi perspectiva sí hay un parteaguas con esta pieza, porque no sólo se trata de comunicar por comunicar; hay que saber primero si hay algo qué decir”.

Como último acto del día dentro de la programación de las Jornadas Alarconianas, la obra, dijo el actor, es un intento de que el espectador se quede con algunos de los versos de Huidobro y los haga suyos y reflexione.

La puesta en escena está respaldada por el Programa de Estímulos a la Creación y el Desarrollo Artístico de Guerrero (PECDAG), dado que Ilian Blanco es beneficiario del mismo.

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