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Octavio Klimek Alcaraz

Octavio Klimek Alcaraz

Nuevos mandatos para la transición energética en MéxicoLogoOctavioKlimexAlcaraz

 

Conforme al nivel de conocimiento actual, el cambio climático tendrá enormes impactos sobre la oferta y demanda de energía. Por ello, es necesario avanzar en la búsqueda de soluciones, tanto desde el punto de vista de la mitigación, como desde el ámbito de la adaptación a las causas y efectos del cambio climático, basada en las nuevas tecnologías, la eficiencia y el ahorro energético.

La Ley General de Cambio Climático establece que para el año 2020 México deberá reducir de manera aspiracional sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 30 por ciento con respecto al escenario de línea de base (se estima una reducción de emisión de 264 millones de toneladas de CO2eq (bióxido de carbono equivalente) para emitir sólo 618 millones de toneladas de CO2eq al 2030). Para el año 2050 deberán haberse reducido dichas emisiones en un 50 por ciento (estimado de emisión de dicho año por debajo de los 340 millones de toneladas de CO2eq) con respecto a las emitidas en el 2000 (644 millones de toneladas de CO2eq). Debe hacerse énfasis en la magnitud que deberá hacerse para alcanzar dichas metas en el sector de la energía, conforme al inventario nacional de emisiones de gases de efecto invernadero con referencia al año 2010, del total de las 748.2 millones de toneladas de CO2eq, el 67.3 por ciento provienen del sector de la energía en especial del transporte y la generación eléctrica (503.8 millones de toneladas de CO2eq).

Entonces es necesario establecer una estrategia general de gestión del carbono, que va desde ese tipo de cambios, pasando por capturar y almacenar carbono, detener la deforestación y por supuesto la ampliación de fuentes de energía alternativa.

En especial, se deben promover las fuentes de energía renovable como la eólica, solar, mini-hidráulica, geotérmica, de biomasa y oceánica. Estas fuentes de energía son viables desde el punto de vista técnico y económico. Además, suministran energía en forma perenne y limpia.

Se trata de impulsar la transición energética para promover la eficiencia y la sustentabilidad energética y reducir la dependencia de los hidrocarburos como fuente primaria de energía.

Para ello se requiere que las empresas públicas de energía en México, como Petróleo Mexicanos (PEMEX) y Comisión Federal de Electricidad (CFE), sean provistas de nuevos mandatos para realizar tanto las nuevas tareas de adaptación y mitigación del cambio climático, que implican el desarrollo de la propia transición energética. No hacerlo significa un futuro marginal en la transición energética, para que estas empresas públicas participen en estas tareas.

De acuerdo con lo anterior se debe señalar, que en el actual marco regulatorio de dichas empresas públicas se ha privilegiado el criterio de rentabilidad económica, pero se requiere incluir nuevos parámetros de tipo social y ambiental para impulsar el tránsito hacia el desarrollo sustentable en México.

PEMEX debe al igual que otras empresas petroleras en el contexto mundial promover no sólo la eficiencia energética, sino también buscar nuevas fuentes de energía para disminuir tanto las emisiones de gases de efecto invernadero de la propia empresa, como del país.

En dicho sentido se tiene que adecuar su ley marco, que es la Ley de Petróleos Mexicanos, con un nuevo mandato para el desarrollo y uso de fuentes de energía alternas a los hidrocarburos. Se trata de que PEMEX participe activamente en el desarrollo primordialmente de fuentes de energía renovable, incluyendo nuevos materiales y combustibles no derivados de los hidrocarburos, como por ejemplo, los biocombustibles o energía de hidrógeno entre otros. No hacerlo significaría dejar sin una visión de futuro a PEMEX, para que pueda participar en estas tareas esenciales para la soberanía y seguridad energética del país.

Con ello, PEMEX, como principal industria petrolera del país, contribuiría de manera significativa a realizar actividades de mitigación como disminuir por ejemplo sus emisiones de gases de efecto invernadero, además de mejorar el desempeño energético en la actividad petrolera.

Adicional a ello, PEMEX debe adaptarse como empresa en el quehacer cotidiano de sus diversas actividades, a los efectos adversos del cambio climático, en especial ante la vulnerabilidad de buena parte de su infraestructura frente a los fenómenos meteorológicos. Por ejemplo, es necesario normar las acciones de adaptación que deben aplicarse ante la vulnerabilidad de las instalaciones petroleras frente a los escenarios previstos de aumento de la frecuencia de grandes huracanes en el Golfo de México.

Además, hay que hacer investigación, desarrollo e innovación tecnológica para PEMEX, es decir, se debe además replantear el trabajo al respecto por el propio Instituto Mexicano del Petróleo.

Por tanto, se debe ampliar el actual objeto de PEMEX, expresado en los artículos 2 y 3 de la Ley de Petróleos Mexicanos promulgada en el 2008, que dicen:

“Artículo 2o.- El Estado realizará las actividades que le corresponden en exclusiva en el área estratégica del petróleo, demás hidrocarburos y la petroquímica básica, por conducto de Petróleos Mexicanos y sus organismos subsidiarios de acuerdo con la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo y sus reglamentos”.

“Artículo 3o.- Petróleos Mexicanos es un organismo descentralizado con fines productivos, personalidad jurídica y patrimonio propios, con domicilio en el Distrito Federal que tiene por objeto llevar a cabo la exploración, la explotación y las demás actividades a que se refiere el artículo anterior, así como ejercer, conforme a lo dispuesto en esta Ley, la conducción central y dirección estratégica de la industria petrolera”.

“Petróleos Mexicanos podrá contar con organismos descentralizados subsidiarios para llevar a cabo las actividades que abarca la industria petrolera”.

“Petróleos Mexicanos, sus organismos subsidiarios y sus empresas podrán cogenerar energía eléctrica y vender sus excedentes a la Comisión Federal de Electricidad y a Luz y Fuerza del Centro, mediante convenios con las entidades mencionadas”.

Con respecto a lo antes expuesto, se propone incluir dos mandatos u objetivos adicionales para PEMEX, que debe expresar cuando menos lo siguiente y puede ser una adición como dos últimos párrafos del artículo 3 de la citada Ley de PEMEX, que diga lo siguiente:

“Petróleos Mexicanos deberá identificar en sus actividades, oportunidades de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, así como contribuir al desarrollo y uso de fuentes de energía alternativa para la sustitución progresiva de los hidrocarburos”.

“Petróleos Mexicanos impulsará acciones de adaptación y mitigación para enfrentar los efectos adversos del cambio climático en las actividades relacionadas con la industria petrolera”.

Debe destacarse que la Ley de PEMEX, en su artículo 28 referente a las funciones del Comité de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Consejo de Administración del organismo, establece ya en su fracción VI, lo siguiente:

“Artículo 28. …

I. a V. …

VI. Elaborar programas de sustitución progresiva de los hidrocarburos por energías alternativas, para presentar al consejo de Administración, y

VII. …”

Sin embargo, esta función del comité debe ser fortalecida de manera clara para su aplicación efectiva a través de las propuestas de nuevas adiciones en el referido artículo 3º. de la Ley de PEMEX.

En armonía con lo anterior, se propone la adición en el artículo 28 de la ley, referente a las funciones del citado Comité de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Consejo de Administración del organismo, de una nueva fracción VII, recorriéndose la subsecuente fracción, que diga lo siguiente:

“Artículo 28. …

I. a VI. …

VII. Elaborar programas de adaptación y mitigación para enfrentar los efectos adversos del cambio climático por las obras y actividades relacionadas con la industria petrolera.

VIII. …”

En conclusión se requiere que PEMEX sea una empresa pública de energía integrada con recursos renovables, como no renovables. Esto, ante el escenario cercano de agotamiento futuro de un recurso no renovable como los hidrocarburos, además de que ante el cambio climático su consumo deberá reducirse, tanto en el país, como global.

 

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