Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

El parlamento infantil

Los niños son el recurso más importante del mundo y la mejor esperanza para el futuro.

John F. Kennedy.

 

 

Sin duda que los nuevos chavos, las niñas y los niños de hoy ya vienen con el chip acelerado, con una mayor cantidad de información a su disposición a través de libros, internet, redes sociales y canales de televisión con los que se difunde todo tipo de información, además de la que se refiere a la cultura cívica y derechos de los niños avalados por la Organización de las Naciones Unidas, a leyes nacionales y locales que protegen su derecho a vivir sin violencia intrafamiliar.

Aunado a lo anterior en el sistema educativo los libros de las primarias y nivel secundaria abordan temas que van desde los principios y valores cívicos como la tolerancia, la convivencia, las leyes, gobierno y poderes públicos, lo que permite asegurar que ellos, los ciudadanos del futuro, serán mejores que nosotros.

El niño y la niña de hoy, a pesar de que tienen mayor riesgo de crecer con contravalores promovidos por los medios de comunicación, tienen mayor libertad de conciencia y sentido tanto de sus derechos y obligaciones como de los demás, incluyendo a los gobernantes.

El pasado viernes se llevó a cabo el parlamento infantil en el Congreso del estado en donde la voz de unos niños y niñas más conscientes de la problemática social y de sus soluciones nos vinieron a refrescar la esperanza de una nueva y mejor ciudadanía guerrerense en el siglo XXI.

El ciudadano guerrerense del futuro será uno más consciente de las responsabilidades de quienes tienen una función pública, de sus responsabilidades para con la sociedad, de su obligación de ser eficientes y transparentes, de la obligación de los gobernantes de rendir cuentas y de que debe servir y no servirse de su cargo poniendo a sus familiares en los puestos públicos como si fuera negocio privado.

El niño guerrerense está creciendo con mayor claridad de lo que son los poderes públicos, desmitificados como algo que está a su servicio y no al servicio de quienes detentan el poder, con mayor certeza de que los poderes públicos deben funcionar apegados ellos mismos a la ley y no a voluntarismo y estados de ánimo como todavía es ahora.

El  niño de hoy es más estudioso y analítico de los problemas, con mayores elementos de discusión y defensa de argumentos, menos creyente de ideologías fundamentalistas y dogmáticas, y más creyentes de la libertad, de la democracia y la justicia.

Por todo esto tengo la fe y esperanza de que nuestros niños y niñas, los ciudadanos del futuro guerrerenses serán mejores que nosotros, serán más vigilantes de los gobernantes, de sus acciones y del uso que den a los recursos de la sociedad, serán más conscientes de los problemas públicos de que lo que somos los ciudadanos de ahora que basan más sus vidas en lo que les sucede en el ámbito privado y familiar dejando de importarles los que pasa en el ámbito público.

Estoy convencido de que muchos de los problemas que hoy padecemos como sociedad no vamos a poder resolverlos nosotros los ciudadanos de hoy pero sí los ciudadanos del futuro.

 

Vuela vuela palomita y ve y dile: A todos los huerquillos y huerquillas que sigan así preparándose para tener mejores ciudadanos porque como dijo don Francisco I. Madero entre mejores ciudadanos tengamos mejores gobernantes también.

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