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Alcalde de Olinalá llama a armarse contra la Policía Comunitaria local

Llama el alcalde de Olinalá a reunirse armados contra la Policía Comunitaria, que retiene al síndico por abigeato

* El presidente organiza un voceo y usa la TV

*El subsecretario Misael Medrano le pide al priista Eusebio González que no tome partido

*La coordinadora de la CRAC Nestora Salgado reprocha que “defiendan a delincuentes” y dice que no van a entregar al funcionario, su yerno y un trabajador

Mantienen detenido al síndico al que acusan de robarse una vaca y ocultar pruebas de dos asesinatos

*No han aprendido que surgimos porque ustedes no han respondido a la ciudadanía, si defienden a un delincuente creeremos que son de la misma mafia”, reprocha Nestora Salgado. Acusan al detenido robarse una vaca, de abuso de poder y crimen organizado. Funcionarios del gobierno que fueron a negociar con la CRAC piden al presidente municipal que tenga “cordura”

Carmen González Benicio

Olinalá

La Policía Comunitaria de Olinalá adscrita a la casa de justicia de El paraíso, en Ayutla, de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), mantiene bajo su resguardo al síndico municipal Armando Patrón Jiménez, su yerno y un trabajador, luego de encontrarlos llevándose una vaca robada del corralón de Huamuxtitlán, “que es prueba de un delito. Por eso están los de Gobernación aquí, pero no hay nada que negociar”, dijo la coordinadora de la corporación ciudadana, Nestora Salgado.
Por su parte, el presidente municipal  priista Eusebio González Rodríguez y el representante del Comité de Orden y Vigilancia por un Olinalá Seguro, Juan Rendón Mancilla, convocaron mediante un voceo y en televisión local a las personas agraviadas por la Policía Comunitaria, a que se reunieran a las 4 de la tarde en la plaza, para ya no permitirles más atropellos y que llevaran sus armas. Esto desató un ambiente tenso y obligó a los enviados del gobierno del estado a dejar la mesa con los de la Policía Comunitaria y acudir al Ayuntamiento, donde ya no los dejaron salir.
A Olinalá llegaron a la 1 de la tarde, en helicóptero, el subsecretario de Asuntos Políticos, Misael Medrano, y el director de Gobernación, Moisés Alcaraz; para restablecer el diálogo con la Policía Comunitaria, dijeron, y plantearle la liberación del síndico, para juzgarlo ante las instancias correspondientes, “no han aprendido porqué surgimos, fue porque ustedes no han respondido a la ciudadanía, si defienden a un delincuente creeremos que son de la misma mafia”, reprochó Nestora Salgado.
La plática inició tensa y con desconfianza, Nestora Salgado les dijo que no eran sus invitados y tampoco bienvenidos, pero tenían que platicar y no sabía a qué iban, si no resolvían nada, “no se roba de frente en una misma casa”, le reprochó a Moisés Alcaraz, a quien le recordó que le entregó a los presos y no respondió; “ahora viene abogar por el síndico”, ironizó.
Les entregó un escrito en el que relató porqué habían detenido al síndico, y que es porque los familiares de los dos asesinados, el martes le pidieron apoyo para que ya no se llevaran los cuerpos, pues ya estaban muertos y sabían que era por balazos; además de que les pidieron ayuda para localizar a otro y en el lugar encontraron rastros de animales desollados, machetes y otras reses amarradas.
Que llegó el síndico de Cualac, y les dijo que él llamó a Patrón Jiménez para que fuera a recoger los cuerpos y no quiso; que lo esperó dos horas, no llegó y le insistió dos veces más y al no tener respuesta levantó los cuerpos con su gente y los militares se los llevaron a Huamuxtitlán.
En Chilpancingo, fuentes policiacas informaron que los dos hombres que fueron asesinados a balazos en el municipio de Huamuxtitlán, en la región de La Montaña, que transportaban una vaca robada que intentó llevarse el síndico procurador de Olinalá, Armando Patrón fueron identificados como Nemesio Guevara Barrera de 62 años y su hijo Carmen Guevara Rodríguez de 38, ambos originarios de Olinalá.
Las víctimas se dirigían el martes hacia Huamuxtitlán y en el camino fueron interceptados por hombres armados, quienes les dispararon con armas de grueso calibre.
Las fuentes dicen que al lugar acudieron policías municipales, estatales y peritos de la agencia del Ministerio Público del fuero común de Huamuxtitlán quienes resguardaron el lugar y realizaron las diligencias correspondientes.
También que la Policía Comunitaria formó un grupo para ir por los cadáveres, pero al llegar a Humuxtitlán ya no estaban; pese a que les habían dicho que se los iban a entregar, ahí se enteraron de que el Ministerio Público le estaba entregando una vaca muerta al síndico, quien argumentó ser el dueño y de buena fe se la daban, porque confiaban en su palabra.
Luego fueron al corralón, donde estaba la camioneta de los asesinados, ahí mismo el síndico, su yerno y su trabajador subían la vaca a otro carro. A los tres los tuvieron que someter, porque los insultó y les dijo que no les debía explicaciones, cuando un policía reconoció que era su vaca y le había sido robada. Por eso lo detuvieron, por querer llevarse pruebas de un delito y alterar las evidencias de un crimen.
El escrito remató con peticiones, como el respeto a su sistema de justicia, cumplimiento a su pliego petitorio y destitución del síndico por los delitos de abigeato, delincuencia organizada y abuso de poder.
Nestora Salgado les dijo que las acciones del síndico no son  propias de una autoridad que no quiere levantar los cadáveres, pero sí iba por una vaca muerta y lo hacía fuera de su jurisdicción, “no cazamos a nadie, por qué quieren defenderlo si hay evidencias”, y cuestionó al gobernador, al secretario de Gobierno y a un senador, por el interés por defender delincuentes en lugar de investigarlos, “me da coraje que no hagan nada y la delincuencia sólo nos golpee”.
Les dijeron que porqué no empezaban a resolver los problemas de Chilpancingo y a ellos los dejaban resolver los del pueblo.
Los funcionarios plantearon que se reiniciara del diálogo, que se valorara la liberación del síndico y se pensara en la denuncia penal; a lo que se negaron porque tiene fuero o saldría con una fianza, y que no estaban dispuestos a entregarlo porque el gobierno no garantizaba nada, “si ustedes no lo destituyen lo hará el pueblo, en asamblea”.
Los funcionarios reconocieron que el grupo del presidente municipal estaba muy amenazante, que lo que querían era evitar un enfrentamiento entre pobladores y que tenían presión de todos lados.
La Policía Comunitaria les dijo que había una alternativa y era que le dijeran al presidente municipal que se calmara. Que no soltarían al síndico y que no tenían miedo a un enfrentamiento, “necesita un escarmiento, porque hay pruebas que dicen que es un delincuente”.
La plática se suspendió porque iniciaron los voceos y llamados al pueblo a concentrarse en la plaza, con armas, y Medrano Baza llamó al alcalde y le dijo: “El primer obligado a la cordura en el municipio es usted presidente, no agarre partido, usted es presidente de todos, no perdamos cordura; cuando llegué te pedí ayuda”.
Los funcionarios estatales abandonaron las instalaciones de la Policía Comunitaria cerca de las 4 de la tarde para irse al Ayuntamiento, donde se dijo que ya no los dejaron salir, porque se juntaron varias personas.
A través del voceo, el consejo llamó a la ciudadanía olinalteca que sufrió agravios de la CRAC-Olinalá, a reunirse en la plaza del poblado a las 4 de la tarde, y si era posible armados. Al llegar la hora se recorrió el lugar sin ver personas ahí, porque les dijeron que entraran al Ayuntamiento por la parte del estacionamiento, ya que a esa hora tenía cerradas sus puertas.
La entrada estaba resguardada por la Marina, policías estatales y municipales. El encargado de filtrar el paso fue el director de Seguridad Pública, quien fue detenido por los comunitarios días antes.
La reportera le pidió permiso para entrar y lo negó porque dijo que eran órdenes, se le cuestionó por qué sí entraban los ciudadanos y contestó lo mismo. Algunos llegaban solos, otros en grupos, para subir a las oficinas municipales y donde, por los gritos y comentarios fuertes, se interpretó que estaban los funcionarios estatales.
En la calle se escuchaba que pedían el desarme de la Comunitaria que cometía atropellos, que si no podían desarmarlos que no aceptaban más diálogo con los funcionarios.
A las 7 y media de la tarde ya había un grupo numeroso en el pasillo del Ayuntamiento, uno que otro en la plaza. Algunos expresaron que creían que la reunión era afuera, porque ya no dejaban entrar a nadie. Pusieron bocinas en la explanada que sacaron del Ayuntamiento.

Las acusaciones

En plática con algunos olinaltecos dijeron que los comunitarios se extralimitaban en sus funciones, que reconocían que había cosas buenas de eso, pero que detenían sin fundamento; hasta porque se reían, dijo una señora.
Ahí llegó una mujer y les dijo que no la dejaron pasar al Ayuntamiento, “pero si tú eres afectada, diles eso, diles que vas hablar que se llevaron a tu marido sólo porque se salió de ser comunitario, porque no le gustó lo que hacían; eso dile, vamos yo te llevo”, le dijo y después regresó para contar que los policías no la dejaban entrar, porque pensaron que era de la comunitaria porque ahí estuvo su marido.
Otra persona entregó una hoja, en la que denunció que los comunitarios de Huamuxtitlán le quitaron su carro, acusándolo de ser robado, pese a que presentó la factura; que también le quitaron en la comunidad de Santa Cruz, el pasado 19 de julio, por lo que los acusaba de secuestro y robo. Que la coordinadora Nestora Salgado se comprometió en un primer momento a intervenir, y luego le dijo que no era su jurisdicción.
Mencionaron que iban a llegar más personas de las comunidades y que varios venían armados, porque había enojo por las irregularidades. También que a los armados no los dejaron pasar al Ayuntamiento y los regresaron en las orillas. A las 8 de la noche hicieron una reunión dentro del Ayuntamiento, donde los funcionarios seguían. Las personas seguía llegando, algunas entraban al edificio, otras se quedaban en la explanada y unos más se mostraban ajenos al tema, jugando basquetbol o pateando un balón.

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