Rechaza funcionario del Copladeg señalamientos y denuncia presiones de Carlos Reyes

Fernando Hernández

Chilpancingo

El responsable del área de Precios Unitarios del Comité de Planea-ción para el Desarrollo del Estado de Guerrero (Copladeg), Guiller-mo Matías Marrón, denunció que el dirigente estatal del PRD, Carlos Reyes Torres, intentó presionarlo para dar el visto bueno a una lista con presupuestos inflados de su hermano, el alcalde de La Unión, Crescencio Reyes Torres.
Matías acudió ayer a la Redac-ción de El Sur después de que el dirigente de la corriente Grupo Guerrero, David Jiménez Rumbo, lo acusó el miércoles de pedir diezmo a cambio de la autorización de obras a los alcaldes de Tecpan, Crisóforo Otero Heredia; de La Unión, Crescencio Reyes, y de Coahuayutla, Everardo Barrón.
El funcionario dijo: “lo que yo quiero es que mi nombre se limpie, tengo miedo de perder mi trabajo por todo lo que estuvo diciendo el señor Rumbo, pero si en verdad tiene pruebas, pues entonces que las presente ante la Contraloría”.
Luego dijo que su departamento “no se encarga de la aprobación de obras, ni valida expedientes técnicos, ni valida qué obras se llevan a cabo o no. Mi departamento se encarga de revisar los precios unitarios, que son los que forman parte de los expedientes técnico”.
Y recordó que “el día 11 de mayo recibo una llamada del señor Carlos Reyes, el presidente del partido, para pedirme que le ayudara a su hermano, para que no se le hiciera ningún tipo de observación a sus precios. Y me dijo ‘échale la mano’”.
“Yo le dije que no podía, porque los precios estaban  inflados, y le dije que no podía a menos que su hermano subiera un documento firmado y sellado al sistema y que él asumiera la responsabilidad de las observaciones que pudieran hacer” la Contraloría y la Auditoría General del Estado (AGE).
El funcionario presentó un documento en el que se hicieron observaciones en el sentido de que el costo unitario que había presentado el alcalde de La Unión para que fuera incluido en las propuestas de inversión de este año no coincidía “con el precio real de los materiales en el mercado”.