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Hay complicidades oficiales en el asesinato de Hernández Cardona, denuncia el obispo Raúl Vera

*En un acto en Iguala, plantea que el caso debe ser investigado por la PGR, porque el gobierno de Guerrero es juez y parte. “El asesino está en el Palacio Municipal”, dijo Bertoldo Martínez en el mitin en referencia al alcalde

Eduardo Albarrán

Iguala

Raúl Vera López, obispo de Saltillo, Coahuila, y presidente de la Red Solidaria Década Contra la Impunidad, señaló ayer aquí que la Procuraduría General de la República debe atraer el caso del asesinato de Arturo Hernández Cardona, Ángel Román y Rafael Banderas, porque no hay confianza en la Procuraduría de Guerrero.
Ante poco más de 350 personas, entre integrantes de la UCEZ (creada por Hernández Cardona), miembros de la sección 17 del sindicato de mineros de Taxco, estudiantes de la normal de Ayotzinapa, miembros de la APPG, de la CETEG, así como de representantes del centro de derechos humanos Miguel Agustín Pro y de otras organizaciones de derechos humanos, Vera López señaló que el gobierno del estado no puede ser juez y parte en este caso e insistió en que debe ser la PGR la que lo investigue, “pero con transparencia y sin que haya impunidad”.
Durante su participación después de varios oradores, entre ellos la pareja de Hernández Cardona, Sofía Mendoza, así como su hija Soledad Hernández, Pablo Sandoval, Nicolás Chávez y Bertoldo Martínez, además de miembros de varias organizaciones, Vera López dijo que los gobiernos municipales, estatales y el nacional ven a los luchadores sociales como sus enemigos y no como personas preocupadas por las necesidades de los demás.
Los luchadores sociales son necesarios y se les debe respetar todos sus derechos humanos, indicó.
Dijo que ningún gobierno puede estar por encima de los derechos humanos de nadie. “Los gobiernos se aterrorizan cuando se les habla de equidad y de igualdad, pero los luchadores sociales no somos enemigos de nadie”.
Insistió en que este caso no debe ser investigado por el gobierno del estado, sino por la PGR, porque hay denuncias de complicidades y hay evidencias.
Además dijo que por seguridad de los familiares de los miembros de la UP asesinados, Arturo Hernández, Ángel Román y Rafael Banderas, así como de los familiares que lograron escapar, lo mejor es que no sea el gobierno de Guerrero el que investigue.
Indicó que Arturo Hernández, como el resto de sus compañeros, “sabían del riesgo que corrían. De la misma forma que lo sabía Jesús. Qué mejor forma de expresar el amor hacia quienes se quiere, que dando su vida”.
“No están solos. Vamos a hacer lo que sea para que el caso sea atraído por la PGR. No puede ser tratado en Guerrero, porque (el gobierno) es juez y parte. Hay evidencias de complicidades”, señaló el obispo, quien convocó a los presentes a “no ceder en el trabajo por el bien común”.
La regidora Sofía Mendoza, pareja de Arturo Hernández, le dio la bienvenida al obispo y agradeció su solidaridad en la lucha por la justicia.
También Soledad Hernández Mena, hija del dirigente de la UCEZ, agradeció el apoyo que le brindaron a su padre.
Por su parte, Bertoldo Martínez recordó que Arturo Hernández había sido dirigente estatal y consejero nacional del PRD.
En su participación dijo que “sabemos que el asesino está en palacio municipal”, en referencia al alcalde José Luis Abarca Velázquez, quien fue denunciado por Arturo Hernández Cardona y otros miembros de la UP ante la fiscalía regional dos días antes de haber sido levantados, y a quien responsabilizaban de cualquier atentado en su contra.
Bertoldo Martínez dijo que “sabemos lo que estamos diciendo y el riesgo que corremos. Queremos justicia, caiga quien caiga”.
Por otra parte, Manuel Olivares, de la Red Guerrerense de Derechos Humanos, señaló que la corrupción hace difícil que haya justicia para Arturo Hernández y los otros luchadores sociales que han sido asesinados.
Indicó que la delincuencia es utilizada por los diferentes niveles de gobierno para que  haga el trabajo sucio en contra de los luchadores sociales a cambio de facilidades en el control de las plazas.
Señaló que en varios de los asesinatos de luchadores sociales o líderes “está el mismo patrón. Son levantados, torturados y ejecutados”.

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