Dobla movilización de la CNTE a diputados; postergan aprobar ley de evaluación docente

*No logran entrar a su recinto parlamentario y sesionan en una sede alterna. Protesta el PAN por el retiro del tema de la agenda del día. Instalan el Congreso general sin el PRD

Mayolo López, Claudia Salazar y Antonio Baranda / Agencia Reforma

Ciudad de México

El magisterio opositor a la reforma educativa terminó doblando a los diputados federales.
Los legisladores no pudieron entrar a su recinto parlamentario, tuvieron que sesionar en una sede alterna y al final del día cedieron a las presiones de los maestros y de la izquierda por lo que decidieron no aprobar la ley para evaluar a los docentes.
La Cámara de Diputados amaneció cercada en su totalidad por los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que desde las 4 de la mañana arribaron al inmueble y se apostaron en todos los accesos para impedir que se instalara ahí la sesión de Congreso general con la que se abriría el periodo extraordinario de sesiones y con ello la discusión de las leyes educativas.
Desde la noche del martes, una interlocución directa entre el dirigente del PRD, Jesús Zambrano, y la Presidencia de la República hizo que el dictamen de la ley para que los maestros sean evaluados (del Servicio Profesional Docente) fuera retirado de la discusión que se llevaría a cabo en la sesión.
Pero la CNTE condicionó el retiro del cerco al Palacio de San Lázaro a que tampoco se aprobaran la Ley del Instituto Nacional de Evaluación Educativa y las reformas a la Ley General de Educación.
Al mediodía, a instancias del perredista Silvano Aureoles, el coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, accedió a un encuentro con los dirigentes del magisterio en un hotel cercano al Palacio legislativo.
Ahí Beltrones les propuso mantener el compromiso de no aprobar la ley de evaluación si ellos retiraban el cerco. No hubo acuerdo. Ambas partes se dieron tres horas, hasta las 17:30 horas, para que la CNTE diera una respuesta misma que se sostuvo en los mismos términos: la exigencia de que ninguna ley educativa fuera aprobada.
Ante su negativa, la sesión de Congreso general se instaló, en tan solo 7 minutos, en el Senado, a la que no fueron invitados los diputados del PRD.

Votan diputados dos de tres leyes

En el salón Valparaíso del Centro Banamex, sentados sobre unas sillas que hacían las veces de curules, los diputados cedieron a las presiones del magisterio disidente y retiraron de la discusión la Ley de Servicio Profesional Docente, el ordenamiento que incluye mecanismos de evaluación obligatoria y sanciones para ingresar, promoverse y permanecer dentro del sistema de educación básica y media superior.
Visto el plantón que miles de maestros de la Coordinadora establecieron alrededor de San Lázaro, los legisladores se vieron obligados a sesionar en una sede alterna, un hecho inédito en la historia del Congreso de la Unión, en este caso, por la presión que ejercieron los profesores.
A gritos, la bancada del PAN exigió a la Mesa Directiva, encabezada por el priista Francisco Arroyo, que fuese incorporado a la agenda del día el dictamen alusivo a la Ley del Servicio Profesional Docente, que a primera hora de la mañana, el propio Arroyo había retirado de la gaceta parlamentaria, con el visto bueno del PRI y, según diputados consultados, con la intervención de la Secretaría de Gobernación.
“¡Fuera Arroyo, fuera Arroyo!”, coreaban los panistas después de que Esther Quintana subiera a tribuna a exigir la incorporación del dictamen.
“Nosotros firmamos por tres dictámenes y no se vale que ahora lo quieran sacar. Exigimos que se incluya. Fíjense dónde estamos sesionando a causa de un grupo de vándalos que sacaron al Poder Legislativo de su sede con la mano en la cintura”, protestó la diputada del blanquiazul.
Luego tomó la palabra el jefe de la bancada del PRD, Silvano Aureoles, para exigir tolerancia de los panistas y para reprochar a la Mesa Directiva que la bancada del sol azteca no hubiese sido convocada a la sesión general del Congreso de la Unión, que instaló el periodo extraordinario de sesiones.
“¡Cómplice, cómplice!”, corearon a gritos desde la bancada del PAN.
Finalmente, y con la oposición de los panistas, el dictamen de la Ley de Servicio Profesional no fue discutido por los legisladores.