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Denuncian maltratos y condiciones insalubres en su reclusión por la CRAC en El Paraíso

Acusan de los abusos a la coordinadora Nestora Salgado. Dan conferencia con el alcalde de Olinalá las madres de tres jóvenes mujeres y un varón que estaban en proceso de reeducación. Nunca buscó confrontación con la Policía Comunitaria, dice ahora el presidente municipal

Lourdes Chávez / Chilpancingo

Madres de tres mujeres que estaban en reeducación por la Policía Comunitaria de Olinalá, perteneciente a la Casa de Justicia de El Paraíso y un joven de 38 años detenido por presunto robo de ganado, denunciaron que vivieron más de dos meses de reclusión en condiciones insalubres e inhumanas.
En conferencia de prensa en la capital, acompañadas del alcalde de Olinalá, el priista Eusebio González Rodríguez, responsabilizaron de los abusos que padecieron a la coordinadora Nestora Salgado García, recluida hace tres días en un penal de Nayarit acusada de secuestro agravado por la aprehensión del síndico procurador de Olinalá, Armando Patrón Jiménez.
Las madres de las jóvenes detenidas, entre ellas dos menores de edad, Maritza Meza Castro, Petra Pérez Hernández y Adriana Bolaños Gutiérrez informaron que sus hijas fueron rescatadas ayer, al parecer por el Ejército, trasladadas a Acapulco para su revisión y para que presentaran su declaración ante las instancias judiciales.
Aunque en la tarde de ayer aún no las había visto libres coincidieron en que cuando las visitaron en Ayutla de los Libres les comentaron la situación que padecieron.
Meza Castro madre de Yesenia, una joven de 17 años estudiante de preparatoria, relató que su hija fue detenida en la calle, y cuando fue a preguntar a Nestora sobre su paradero, ésta le dijo que la iban a reeducar y para tranquilizarla le ofreció llevarla a la Casa de Justicia para que la viera porque la madre no tenía dinero para ir, sin embargo la comandanta nunca la llevó.
Pérez Hernández dijo que su hija, también de 17 años, era muy amiga de Yesenia y fue detenida sólo por eso. Agregó que cuando la vio en detención estaba enferma de una infección en el estomago y con fiebre y no le dieron ni una pastilla.
Adriana Bolaños Gutiérrez, madre de Katia de 24 años, aseguró que su hija fue detenida sin razón sólo por instrucciones de Salgado García, y aunque ofrecieron liberarla en los primeros días, después le endilgaron cargos de prostitución.
Denunciaron que en las visitas los domingos, de 5 y hasta 15 minutos, descubrieron que los detenidos, hombres y  mujeres vivían hacinados en casas que no contaban con los servicios para la atención de unas 70 personas en un mismo sitio.
Las jóvenes fueron llevadas a varias casas y les dijeron que se bañaban con la ropa puesta, y orinaban en una cubeta al frente de todos. En la última casa donde mantuvieron antes del rescate las hacían limpiar costales de frijol.
La madres aseguraron que estaban impedidas para actuar o quejarse porque les imponían castigos más severos a sus hijas por instrucciones de la comandante.
Por otro lado, Eugenio Sánchez González denunció que estuvo detenido dos meses y una semana en una casa en la comunidad de El Paraíso, en Ayutla, se reservó los detalles de la reclusión y de la liberación pero su suegro, Jesús Rodríguez Escudero mencionó los detalles de su detención.
Dijo que fue detenido con otras cuatro personas acusadas de abigeato, pero el comprador de Chilapa, su chofer, y el vendedor (su primo) fueron liberados, sólo a él lo dejaron encerrado.
Aseguró pidieron informes de las denuncias en contra de su yerno y observaron que vivía en condiciones insalubres con los orines escurriendo por todos lados, y sólo les daban a las 7 de la noche una comida que consistía en un puñado de frijol con dos tortillas.
Aclaró que este es un caso diferente al del síndico procurador, quien también fue acusado de abigeato y complicidad en dos homicidios y tampoco lo vio en el lugar porque fue llevado a otra casa.
Subrayó que Salgado García lo acusó y sentenció sin un proceso real, y señaló que la esposa de Eugenio tuvo una llamada con el señor de Chilapa, donde le dejó ver que este asunto era cosa de “dinero”.
En esa conferencia el alcalde de Olinalá, Eusebio González Rodríguez, declaró que nunca buscó la confrontación con la Policía Comunitaria ni tras la aprehensión de su síndico Armando Patrón Jiménez, porque los comunitarios tienen armas, chalecos antibalas, radios y camionetas.
Agregó que a pesar de que desde mayo comenzaron a llegar quejas de los ciudadanos contra la Policía Comunitaria de Olinalá esperaba cordura de la organización, también pidió el respaldo del gobierno estatal y en su momento se deslindó de los eventos porque “no sentía el respaldo” de las autoridades.

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