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Debe el Estado refrendar el trabajo del arte y la cultura para mejorar la vida: Serafín Aponte

*Serafín Aponte, uno de los fundadores del grupo de danza contemporánea Barro Rojo, actualmente imparte un curso en el Centro Cultural Acapulco

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Tras lamentar que recién las autoridades se percaten de la importancia de la cultura y el arte para prevenir la violencia, el bailarín Serafín Aponte declaró que una deuda que tiene el Estado es la de refrendar el trabajo del arte y la cultura como una forma de mejorar la condición de los seres humanos.
Asimismo, agregó que “es un derecho ciudadano tener acceso al arte y la cultura, y si uno no lo tiene, también la educación se va por los suelos; todo va de la mano y creo que esto se ha descuidado, junto con la juventud, en las últimas décadas”.
Serafín Aponte, quien se encuentra impartiendo un diplomado de danza contemporánea en el Centro Cultural Acapulco, declaró que es necesario crear las condiciones y otorgar apoyos presupuestales pues los últimos y verdaderos esfuerzos por elevar el nivel de vida entre los mexicanos en cuanto a estas disciplinas “fueron en el periodo nacionalista, con Vasconcelos, cuando había brigadas de gente que salía a ofrecer educación y tratar de acabar con un pueblo analfabeto, pero lo cierto es que aún seguimos siéndolo, y en el arte mucho más”.
Luego de enterarse de que en Querétaro se reunieron recientemente todos los titulares de las dependencias culturales del país y que entre sus prioridades está la de prevenir la violencia mediante el arte y la cultura, el bailarín guerrerense declaró: “qué bueno que se estén reuniendo pues es un principio, debe existir una política a nivel nacional, y estatal, para crear condiciones e incentivos”.
Al respecto abundó en que además existe mucha gente que no aprecia ni respeta el arte como una profesión, un medio de vida, “por lo que vemos mucha gente ignorante al frente de las instituciones culturales y con todo respeto les digo: deben comenzar por abrir un libro, ver una obra de teatro o ver películas…”.
Del mismo modo, dijo también que desde el mismo seno familiar se deben generar estos cambios e incluso indicó que el mismo artista debe ser el primero en colaborar.
“Yo en lo personal siempre he estado dispuesto a colaborar; he sido promotor, tutor; he impulsado programas para la danza, he dado talleres de formación en muchas partes del país, y hoy estoy compartiendo mi energía y entusiasmo con estas nuevas generaciones de bailarines de mi estado”.
Luego de tres meses de avance en su taller, quien fuera uno de los fundadores del mítico grupo de danza contemporánea Barro Rojo, se dijo sorprendido por los avances que se han logrado; “ya se comienza a ver un trabajo en el cuerpo (de los alumnos), en la forma de asumir la disciplina de la danza, incluso queremos hacer algo especial a finalizar el curso”.
Así lo confirmaron alumnos como Alina Cervantes, quien aseguró que debe “aprovechar la oportunidad pues no se dan muchas para trabajar con el maestro Serafín”.
O como Erick García Ortega, quien desde Taxco acude al taller pues en el encuentra un medio para resolver muchas cosas; “este tipo de espacios culturales son la oportunidad para tener una buena formación como bailarines”.

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