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Acusan especialistas y padres que por mal diagnóstico han enfermado niños de gastritis severa

Georgina Montalvo / Agencia Reforma

Ciudad de México

Un mal diagnóstico sobre un defecto en los riñones llamado Acidosis Tubular Renal (ATR) ha provocado casos de niños con gastritis severa, y hasta desnutrición, por el tratamiento con sales y citratos, acusan especialistas y organizaciones de padres de niños afectados.
Una investigación realizada en el Hospital Infantil de México reveló que de 70 niños y niñas diagnosticados con ATR y alergia alimentaria, sólo uno tuvo en realidad ATR, aseguró Laura Escobar, investigadora del Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM.
La ATR ocurre cuando los riñones no eliminan el ácido apropiadamente en la orina, dejando demasiado ácido en la sangre. La Organización Mundial de la Salud cataloga a la ATR como enfermedad rara por su baja prevalencia, es decir porque sucede un caso por cada 100 mil habitantes.
“Lo que hemos observado en los niños que diagnostican erróneamente con ATR es que la mayoría tiene alergias alimentarias, en particular a las proteínas de la leche, o trastornos de la conducta alimentaria. De ahí el retraso en su crecimiento cuando empieza la ablactación”, explicó la investigadora quien se dedica a buscar el perfil genético de la ATR.
Al detectar indicios del aumento de casos de ATR, médicos nefrólogos del Hospital Infantil Federico Gómez se dispusieron a revisar los expedientes médicos de niños diagnosticados suponiendo la existencia de algún tóxico ambiental que los estuviera provocando.
“Nos dimos cuenta que el problema realmente no era ningún tóxico ambiental, sino que no estaban diagnosticados en la forma correcta”, indicó Ricardo Muñoz-Arizpe, nefrólogo pediatra de dicho hospital.
El problema, según Escobar, es que no se sigue el protocolo internacional que existe para hacer el diagnóstico, por lo que se establece de manera sesgada.
“Estamos viendo casos que duraron varios años con tratamiento y están realmente afectados porque siguen desnutridos al no poder comer, pues las sales y los citratos les alteran su sistema digestivo, y lo más grave es que son años críticos para el crecimiento del niño”, refiere la investigadora.
Escobar, Muñoz-Arizpe y la investigadora del Laboratorio de Nefrología del Hospital Infantil de México Federico Gómez, Mara Medeiros, publicaron un artículo en la Revista de Investigación Clínica, editada por el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición, advirtiendo a los médicos del sobrediagnóstico de la enfermedad.
“Dijimos: ‘si nuestros médicos se están equivocando en el diagnóstico y nosotros somos expertos en este terreno, vamos a darles las pautas para que lleven a cabo el diagnóstico correcto”, indicó Muñoz-Arizpe.
Padres de niños mal diagnosticados prevén entregar el próximo 29 de agosto una carta en la Secretaría de Salud (Ssa) para ponerla en conocimiento del asunto.

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