Humberto Musacchio

LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS

Nos dejó Francisco Sánchez

La muerte de Francisco Sánchez (Cd. Acuña, Coah., 1939) es un brusco jalón de tapete. Ambos comenzamos a publicar – él en 1970, yo en 1969– a la sombra del inmenso Juan Rejano en la Revista Mexicana de Cultura, suplemento de El Nacional. Un par de años después, invitado por Alberto Isaac, Pancho se fue a ejercer la crítica de cine al Esto, donde estuvo el resto de los años 70, hasta que lo ganó el trabajo de escritor cinematográfico en el que dejó medio centenar de libretos. Francisco era de la tertulia que se reunía cada sábado en la librería de Polo Duarte, entonces situada junto al Hotel de Cortés. Ahí se platicaba un rato antes de pasar a la cantina anexa, El Golfo de México, o al Salón Palacio. Pero Pancho prefería la reunión del Hórreo, adonde iban los también desayunadores dominicales de La Veiga, Emilio García Riera, Tomás Pérez Turrent, José de la Colina, Alberto Isaac, Gustavo de Alba, el legendario Otaola y a veces hasta Luis Buñuel. Fue un momento inolvidable, formativo, orientador en tiempos en que los jóvenes buscan abrirse puertas al futuro. Pancho fue útil a sus prójimos y cumplió con la tarea, pues entre otras cosas es el guionista de Los que viven donde sopla el viento suave, premiada en como la mejor película en el Festival de Bilbao, o de otros filmes por los cuales ganó un Heraldo, un Ariel, una Diosa de Plata y y el Coral del Festival de La Habana. Su muerte duele porque es también un poco nuestra muerte, otro adiós a los que fuimos, a los sueños de entonces.

Murió Ricardo Elizondo Elizondo

Antier sábado murió el escritor Ricardo Elizondo Elizondo (Monterrey, NL, 1950), quien se inició en las letras a los 17 años. Licenciado en Economía por el Tec de Monterrey y maestro en Historia por la Universidad Nacional Autónoma de México, Elizondo fue director del Archivo del Estado de Nuevo León y director de la Biblioteca Cervantina del ITESM. Colaboró en el diario regiomontano El Norte y deja una obra valiosa en la vertiente académica y en la literaria, pues público los seis tomos de Índices del periódico oficial de Nuevo León 1827-1976, Límites, mercedes y fundaciones, un Catálogo de papelería eclesiástica de Nuevo León 1566-1857, una Geografía de Nuevo León y un Lexicón del noreste de México?(1996). Es autor de las novelas 70 veces siete (1987) y Narcedalia Piedrotas (2002) y de los libros de cuentos Relatos de mar, desierto y muerte (1980) y Maurilia Maldonado y otras simplezas (1987). Escribió ensayos para los libros de fotografías Polvos de aquellos lodos (1999) y Lecumberri. Ángel y escorpión. Galería fotográfica del último día (2000). Obtuvo el Primer Premio en el Concurso de Cuento de Zacatecas (1980).

Falleció el grabador Rafael Zepeda

Por un artículo de Carlos Reyes Sahagún aparecido en Crisol Plural (19/VIII/2013), la revista de internet de Gustavo de Alba, nos enteramos de que murió en Aguascalientes Rafael Zepeda, grabador nacido en 1938 en la ciudad de México, donde asistió a la Academia de San Carlos antes de partir a Polonia para realizar estudios de posgrado. A su regreso, en 1972, se incorporó a la planta docente de la Escuela Nacional de Pintura, Grabado y Escultura, más conocida como La Esmeralda, de la que fue director. El maestro Zepeda expuso su obra en México y en el extranjero. Fue jurado en diversos certámenes de estampa y hacia 2002 se estableció en Aguascalientes, donde  dirigió el Taller de Grabado del Museo José Guadalupe Posada, fue uno de los fundadores del Centro de Investigación de Artes Gráficas, rebautizado por Jesús Eduardo Martín Jáuregui como El Obraje. Hace un par de años la UAM publicó un libro de Alberto Híjar, sobre la obra del maestro Zepeda.

Premio FIL, a la carrera

Aunque la nueva convocatoria del Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances tiene fecha del 17 de junio, el hecho es que Dulce María Zúñiga, la directora del Premio, la dio a conocer el 23 de julio, con la advertencia de que se cerraría la recepción de candidaturas el 2 de agosto. Tanta celeridad permite sospechar que no quieren mucha participación, la que por otra parte se dificulta ante el cúmulo de requisitos que debe cubrir cada postulación, comenzando por la absurda y humillante condición que se impone a los candidatos de declarar su aceptación en caso de que les corresponda el premio de 150 mil dólares. El Premio Nobel se puede rechazar; el Premio FIL no. En fin, que los escándalos que han rodeado al premio de marras han llevado a sus patronos a desconfiar hasta de los integrantes del jurado, pues si bien pueden hacer propuestas, estas tendrán que presentarse “conforme a los procedimientos y tiempos establecidos” en la propia convocatoria. El jurado de este año lo preside Hugo Gutiérrez Vega y lo integran académicos entre los cuales ya no figura Julio Ortega, que era quien partía el queso. En cambio, varios de los miembros son profesores o egresados de la Universidad Paul Valery de Montpellier, donde estudió la señora Zúñiga, hecho que imprime un sesgo al asunto. Sólo como anécdota, cabe decir que cuando Zúñiga estudiaba en Francia, ella y su entonces pareja, Dante Medina, tuvieron una muy cercana relación con Bryce Echenique, quien era profesor invitado de la misma institución. En fin, que no se han disipado las sombras en torno al Premio FIL.

Breviario…

Un lector de esta columna denuncia que un tal Alejandro de la Torre Razo está talando árboles y modificando groseramente la casa principal de la Hacienda de Chautla, cerca de San Martín Texmelucan. @@@ El próximo sábado, a las 10:30 horas, la Universidad del Claustro de Sor Juana le impondrá al arquitecto Teodoro González de León la Presea Sor Juana Inés de la Cruz “por su importante aportación a la arquitectura mexicana y a la fisonomía de la ciudad de México”. Bien por eso. @@@ El jueves ingresa como miembro activo (?) a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística el doctor Miguel Ángel Sánchez de Armas. La cita es en Justo Sierra 19, a las 18 horas. @@@ A partir del próximo jueves, Héctor Anaya abrirá su Consultorio de la Palabra cada 15 días a las 18 horas en el cuarto piso de la Sociedad General de Escritores (José Ma. Velasco 59, Col. San José Insurgentes).
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