Carlos Pérez Aguirre

Gobierno y policía comunitaria

Carlos Pérez Aguirre

Los hechos de violencia que se presentan en la entidad cada día son mas recurrentes y además escalan día a día sus propias acciones. El fenómeno de agresiones a pueblos que tienen que desplazarse con todas las características de una guerra intestina, son los últimos sucesos, que no los mas graves, como acontecimientos de violencia directa que suceden en la entidad por grupos delincuenciales armados.
Esa situación sumada a la falta de respuesta eficiente de los tres niveles de gobierno, ya sea por falta de elementos, por una estrategia equivocada o alguna otra razón, ha llevado a la entidad –y evidentemente a sus habitantes–, a un estado de indefensión y en la práctica a la inexistencia del tal llevado y traído “estado de derecho” que ahora en Guerrero se tiene que poner entrecomillado por que ha desaparecido.
A todo lo anterior ahora se suma la contundente acción combinada del gobierno del estado y de la federación para agredir a las policías comunitarias, que por cierto habían sido alabadas incluso en comentarios televisivos y de radio en cobertura nacional, pagada por el gobierno del estado, por el demagogo gobernador Ángel Aguirre que presumía en ese momento con sombrero ajeno de haber reducido casi a cero la delincuencia en la zonas donde actuaba la policía comunitaria (de la CRAC aunque no lo mencionaba), pero fiel a su estilo duplex, ahora los sataniza y sirve de puntal para hacer denuncias no verificadas, pues esa fue la posición sin prueba del gobierno del estado y  de la Procuraduría que declararon la consignación por el delito de secuestro “agravado”, dando por cierta la versión creada por el procurador Iñaki Blanco.
Ello a servido como telón para agredir a esas agrupaciones cien por ciento ciudadanas y que realmente han dado resultados positivos que además están amparadas legalmente en la ley 701.
Por ello los guerrerenses nos hemos quedado más que sorprendidos por el hostigamiento –con la intención de acabar con ellas– del gobierno estatal y federal hacia las policías comunitarias de la CRAC, en este primer momento contra la llamada Casa de Justicia de El Paraíso, pero como ya lo anunció el gobernador Aguirre se continuará desbaratando a la policía ciudadana de la UPOEG y seguramente contra todo aquello que tenga algo que ver con la defensa ciudadana.
¿Cuál es la intención? –me pregunto– para golpear a cuerpos de seguridad que han demostrado su eficiencia pues están constituidos por elementos de la propia población y que han detenido la delincuencia en su zona de influencia. Pero además cuál es el objetivo de reprimir y perseguir a todo aquel ciudadano u organización que denuncie y proteja a sus conciudadanos de la actual ola de inseguridad y violencia.
Sin embargo la mala noticia para el gobierno federal y sobre todo para el insensible gobierno de coalición Aguirresalgadistam, es que los ciudadanos y sus organizaciones de comerciantes, transportistas, campesinas, indígenas, empresarios, magisteriales, feministas y simplemente ciudadanas, estamos hartos de la violencia y nos organizaremos y enfrentaremos una y otra vez.
La actitud mueve a suspicacia; por un lado no nos protegen en nuestras vidas y bienes y por otro persiguen a aquellos que se han destacado por su adecuado control de los indicadores de delitos. ¿Qué les pasa?
Titishando: La lucha del magisterio democrático de la CNTE contra la reforma educativa crece día a día y ha logrado ya abrir mesas de dialogo. También ha logrado incorporar a varias entidades, pero sobre todo a hecho sentir su inconformidad y su voz en el corazón político de México. La amenaza del gobierno contra el magisterio de Guerrero debió ser demasiada fuerte, por que no se muestran por ningún lado después de haber sido la punta del movimiento.

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