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CARTAS

El bono no fue para Zeferino, sino para trabajadores de Salud, dicen Donoso y Sarmiento

Señor director:

En relación a lo señalado por El Sur en su edición del 15 de marzo sobre la presentación de la diputada Esthela Damián Peralta, presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), en el grupo Cuicalli, en el sentido de que Zeferino Torreblanca se pagó un bono de 10 millones 600 mil pesos, “sin existir sustento jurídico”, queremos hacer las siguientes precisiones con la respectiva solicitud de que las publiquen en el tamaño que corresponda a sus ocho columnas.
Para empezar, no lo dijo así la diputada, es una interpretación de quien escribe la nota en su rotativo. La diputada leyó que se erogaron recursos en el sector salud, entre otros, “bono del gobernador por 10.6 millones de pesos”. El recurso conocido popularmente como “bono del gobernador” se trata de un bono que otorga la secretaría estatal de Salud, que corresponde a la gratificación de los trabajadores. Se le denomina así, pues es un recurso autorizado por el gobernador y que data del sexenio 1993-1999.
En la página 36 del documento que presentó la diputada, en su punto 4, dice textualmente “pago de bono del gobernador sin existir sustento normativo por  10, 600,0 millones de pesos”.
El reportero al revisar el documento supone que es un bono para el gobernador, sin investigar que es un bono que el gobernador entrega a los trabajadores de base de la Secretaría de Salud.
Esta gratificación tiene sustento jurídico en acuerdo laboral suscrito en ese período y que los gobiernos posteriores tuvimos legalmente que reconocer, pero que el gobierno federal no autoriza sean pagados con recursos del ramo federal correspondiente por ser considerados fuera de norma y que, por falta de recursos, son tradicionalmente pagados con recursos federales.
Tan es así que el actual gobernador, Aguirre Rivero, no sólo lo pagó el año pasado sino que anunció que lo aumentó en 25%, por lo que repartió 4000 y no 3000 pesos por trabajador, con lo que la suma será superior en las observaciones del 2011.
De igual manera, queremos aclarar que no fuimos a grabar ni mucho menos a defender al gobierno zeferinista como ustedes lo señalan, acudimos como invitados por el Grupo Cuicalli como ciudadanos interesados en la vida social del estado. De ello, su reportero debería preguntar, antes de publicar, a los organizadores del evento sobre el personal y equipo de grabación, que son ellos quienes autorizan o no a los participantes y a los medios para que graben y levanten imágenes y el audio correspondiente. Además, no existe ningún interés en faltarle al respeto al grupo Cuicalli, ni filmar o grabar a alguno de sus invitados.
No solamente su reportaje es parcial y sesgado, sino que omite puntos importantes de lo comentado reiteradamente por Esthela Damián y es que las observaciones son preliminares y que los presuntos responsables, tienen hasta treinta días, contados a partir de su notificación para desahogarlas, plazo que todavía no vence y que algunos personajes, incluido ese medio, dan por definitivas.
Lo que sí dijo textualmente la diputada fue “no tengo ninguna prueba de que haya habido algún fraude a las finanzas estatales”, reitero, esto es una auditoría con observaciones que tendrá que terminar su trámite.
El espíritu del gobierno estatal 2005-2011 se sustentó en el diálogo social, la participación ciudadana y en el ejercicio transparente de los recursos públicos, en la rendición de cuentas, sin eximirlo de muchos errores y omisiones que el propio ex gobernador Torreblanca ha reconocido desde sus informes de gobierno y en sus últimas declaraciones, ya en su cualidad de ex gobernador.
En ese sentido, somos los primeros interesados en que los casos de corrupción, debidamente sustentados, se proceda por las vías institucionales, aplicando las sanciones correspondientes, pero no dirimiéndolos en medios informativos y hacer un juicio sumario antes del juicio formal.
Reiteramos, nuestra posición no es defender lo indefendible, sino denunciar que el ejercicio de justicia no sea en realidad un instrumento de venganza política y menos que el silencio se interprete como el que calla otorga, como refiere el dicho popular.

Atentamente
Fernando Donoso Pérez
Humberto Sarmiento Luebbert

Respuesta del reportero

Señor director:

En relación a la carta aclaratoria que enviaron a la redacción de El Sur Fernando Donoso Pérez y Humberto Sarmiento Luebbert sobre la nota informativa que como reportero redacté sobre el encuentro que sostuvo la diputada federal Esthela Damián Peralta con integrantes del grupo Cuicalli de esta capital, me permito hacer las siguientes aclaraciones.
Siempre el interés de un reportero es el de buscar el sentido más importante e informativo para la sociedad; en eso se basa mi trabajo y no en buscar un “sesgo” como lo afirman los dos ex funcionarios del gobierno de Zeferino Torreblanca Galindo.
Lo que consideré más importante de la información que ofreció la presidenta de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) de la Cámara de Diputados, respecto al informe del 2010 que se presentó ante esa Cámara, fue el hecho de que textualmente dijo que en ese ejercicio presupuestal está observado el “pago de un bono del gobernador sin existir sustento normativo por 10 mil 600, es decir 10 millones de pesos”.
A quienes estuvimos en ese encuentro se nos hizo de interés periodístico la cifra y la interpretación literal de ese dato.
Tan es así, que al finalizar el encuentro y para verificar que estaba hablando la legisladora federal de un bono directo al gobernador, se le preguntó en tres ocasiones y confirmó lo que literalmente dijo en la reunión, y es lo que se lee textualmente en la página 36 de un engargolado titulado “Resultados de la Fiscalización cuenta pública 2010”, que la propia legisladora entregó a los reporteros que cubrieron el encuentro.
Damián Flores volvió a insistir que el pago de ese bono “al gobernador no está justificado” y que de eso iba a pedir informes a la ASF en la próxima reunión de trabajo que sostendrá la semana entrante en la Cámara de Diputados.
La nota es la reproducción literal de lo que la diputada estaba detallando en su exposición, y de la posterior declaración que hizo a reporteros, que también se quedaron con esa percepción, de que era un bono personal a Zeferino Torreblanca.
La nota en ningún momento busca afectar o dañar la imagen personal del ex mandatario, no es de mi interés, sólo recabo hechos periodísticos e informativos de interés para los lectores de El Sur.
También rechazo que el trabajo que redacté sea “parcial y sesgado”; simplemente resulta inusual y extraño que los dos ex funcionarios y colaboradores del ex gobernador hayan estado presentes en la reunión. Es obvio que tuvieron un interés particular al asistir al encuentro e intervenir, y ese es un dato periodístico más en mi trabajo, porque en ningún momento juzgo o califico.
Por la atención prestada a la presente, le agradezco sea publicada mi respuesta.

Atentamente
Jesús Saavedra Lezama

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