Era de un familiar del subsecretario Felipe Kuri uno de los cuerpos hallados en una fosa

Redacción

Los tres cuerpos encontrados en una fosa clandestina el viernes fueron reclamados ayer por sus familiares, y una de las víctimas era Rafael Flores Kuri, quien estaba desaparecido desde hace 10 días y que es primo del subsecretario de Regulación y Fomento Sanitario de la Secretaría de Salud, Felipe de Jesús Kuri Sánchez.
Una fuente de la Procuraduría General de Justicia del Estado informó que por la desaparición de Flores Kuri hay siete personas detenidas, quienes señalaron la ubicación de la tumba clandestina.
Mediante un boletín de prensa, la PGJE informó que se desarticuló y capturó a una banda de secuestradores integrada por cinco hombres y dos mujeres, los cuales están relaciones con varios raptos, homicidios y la inhumación clandestina de sus víctimas en fosas clandestinas ubicadas en la parte alta de la colonia Santa Cecilia.
Uno de los cuerpos hallados el viernes corresponde a Rafael Flores Kuri, otro es el de Miguel Ángel Rendón Ramírez, de 19 años, quien de acuerdo con la fuente era uno de los secuestradores, así como la tercera víctima, de la que no se pudo corroborar su nombre; éstos últimos fueron asesinados por sus compañeros para no repartirles el dinero del rescate del primero.
La fuente agrega que los familiares habían reportado que Flores Kuri estaba desparecido desde hace 10 días, por lo que el caso fue llevado directamente por el fiscal especializado en la Investigación y Combate al Delito de Secuestro, Pablo Jasso Barrera.
El viernes, Jasso Barrera acudió al Parque Nacional El Veladero acompañado por 10 policías ministeriales de la fiscalía que representa, y en esa ocasión llevaron a tres de los siete detenidos para la ubicación de la fosa.
Por la tarde, mediante un boletín de prensa la PGJE, a través del grupo Táctico Antisecuestros y en coordinación con agentes ministeriales, informó que se desarticuló y capturó a una banda de secuestradores “relacionados con varios plagios, homicidios calificados y la inhumación clandestina de sus víctimas en fosas clandestinas ubicadas en la parte alta de la colonia Santa Cecilia”.
En el boletín no se informa dónde sucedió la detención ni los nombres de los acusados, pero se indica que éstos reconocieron en su declaración ministerial haber raptado a un comerciante el 14 de agosto, por el cual pidieron a sus familiares 2 millones de pesos.
Detalla que en la investigación “se les instruye por los delitos de secuestro agravado y homicidio calificado, además de que privaron de la vida a dos de sus cómplices para no repartir parte del botín y los sepultaron en una fosa clandestina”.
Agrega que les fueron aseguradas tres armas calibre 380, 38 especial y nueve milímetros, así como un vehículo marca Volkswagen, 10 mil pesos y teléfonos celulares.
Los secuestradores quedaron “sujetos a la medida de arraigo otorgada por la autoridad judicial” para continuar recabando pruebas por otros hechos delictivos”.