Denuncian el vertimento de escombro en un tramo de la ampliación a Pie de la Cuesta

Karla Galarce Sosa

Vecinos de las colonias Venustiano Carranza y Guerrero 2000 denunciaron que por las noches camiones de volteo vierten escombro y diversos materiales en el cauce pluvial aledaño al tramo carretero conocido como la Curva del Capitán, donde Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) construyó la carretera a cuatro carriles Mozimba-Pie de la Cuesta y misma que fue clausurada por inspectores de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente en abril pasado.
En el lugar se pueden observar montones de escombro, residuos y enormes trozos de concreto.
Los vecinos dijeron que los camiones siguen llegando y vertiendo relleno de escombro y residuos en el cauce pluvial en la carretera Ampliación Mozimba-Pie de la Cuesta.
En diferentes áreas aledañas a la obra, aún inconclusa, se observan diversos materiales como azulejos, tierra, trozos de paredes y concreto. También existe una grúa en la entrada de la colonia Generación 2000, así como un camión de volteo estacionados.
Bajo la tienda Mercado Soriana, que ocupa una parte del cauce pluvial, también se observa un relleno al canal natural, tres tubos de PVC que conducen los residuos de agua al arroyo y, que finalmente va a dar al mar. Como parte de la infraestructura de la tienda se erigen nueve columnas que invaden parte del cauce natural.
Los desechos se ubican en los accesos a la colonia Guerrero 2000 y, frente a la colonia Venustiano Carranza, cerca del local que se conoce como la Curva del Capitán y que prácticamente quedó aislado en una curva prolongada de la carretera federal Acapulco-Zihuatanejo.
El señor Juan Nava García señaló que además del vertimiento de escombro y otros materiales, el Ayuntamiento no atiende las solicitudes de los vecinos de arreglar el alumbrado público.
“En la colonia Generación 2000 nos están bloqueando la entrada principal, nos han echado tierra las máquinas que trabajan en la carretera, porque fueron a remover la tierra que dejaron allí, la dejaron amontonada y no se la llevaron, además que trajeron más”, declaró en el lugar.
Explicó que los vecinos recién tramitaron la reparación de varias luminarias para el alumbrado público.
Afirmó que los materiales que traen son de obras distintas a las de la construcción de la carretera, escombros y cascajo que traen de obras particulares.
Se quejó porque con los rellenos “están tapando los accesos”, y advirtió que en poco tiempo no se podrá transitar por la vía que dejó la obra. “La carretera que quedó ya está muy deteriorada, creo que las autoridades quieren bloquearnos, pero si siguen haciendo el relleno lo que van a provocar las autoridades son invasiones en lo que eran los tramos de carretera”.
Del vertimiento de los escombros, Nava García dijo que cuando comenzó la construcción de la carretera a cuatro carriles se registraba durante las mañanas, pero que desde hace algunas semanas, comienzan a traerlos sólo en las noches.
“Ahora les favorece las luminarias que nos arreglaron porque ya ven dónde van a verter el cascajo de las obras que traen. Vienen de noche a tirar esos desechos que no son de la obra de la carretera, porque ellos no trabajan durante la noche sino durante el día. La máquina que trabaja en la carretera vino a amontonar tierra en la carretera, además que dejaron inconcluso porque dejaron un pozo y corremos el riesgo de caer allí porque no ninguna señal que advierta que está allí”, declaró.
Hace cinco meses, inspectores de la Profepa clausuraron las obras que el gobierno federal comenzó para la carretera a cuatro carriles del tramo Mozimba-Pie de la Cuesta, a la altura de la Curva del Capitán, donde cientos de toneladas de tierra y escombro fueron vertidas porque afectaron más de 5 mil 400 metros cuadrados de superficie.
Entonces se informó que en el lugar también fue asegurado un vehículo cuando vertía escombro de las obras del Acabús, según declaró el subdelegado de zona federal de la dependencia, Juan Carlos Hernández Albarrán.
Detalló que el motivo de la clausura fue el vertimiento de escombro y material terrígeno y, porque para la construcción había ningún estudio de Impacto Ambiental expedido por la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), también se había asegurado un camión tipo volteo.
Explicó que el vertimiento se realizó en un canal natural de aguas pluviales, por lo que persiste el riesgo de que durante la época de lluvias, ese tipo de residuos lleguen a dañar el ecosistema marino.