Reconocen el atraso en el pago de estímulos a colaboradores de los Paralibros

Óscar Ricardo Muñoz Cano

Tonatzin Arcadia Romero Hernández, encargada del programa de Paralibros y Salas de Lectura en Guerrero reveló que el pago de estímulos a los colaboradores en los Paralibros es uno de los pocos problemas que se tienen en la entidad para llevar a cabo el desarrollo del programa.
Al respecto, informó que en el caso de los Paralibros “estamos un poco atrasados con el apoyo que se les otorga, y tiene que ver un poco con el recurso que tarda en liberarse de la parte estatal como nacional, pero esperamos se regule este mes, en la primera quincena, y de manera retroactiva”. Dijo además que son sólo dos meses los que se adeudan.
Asimismo habló de la necesidad de llevar a cabo á credencialización tanto para colaboradores como usuarios, y la entrega de materiales alternos como libretas y otros útiles, que son algunas otras de las dificultades, que sin ser problemas, enfrentan al tiempo que destacó que no han tenido tampoco problemas para trabajar en Tierra Caliente por la violencia pues, mientras el Paralibros de Teloloapan que está cerrado fue por motivos de salud del mediador, las salas de lectura funcionan bien.
Comentó que el programa nacional tiene dos vertientes: “una son los Paralibros con los centros de lectura y formación lectora y otra las salas de lectura; en el primer caso los mediadores reciben un apoyo económico porque la apertura de sus módulos es diaria; en el caso de las salas de lectura no, sólo un par de horas a la semana, por lo que solamente reciben el acervo (libros) y se les ofrece capacitación”.
Destacó que el voluntariado es el corazón del programa; “hay mediadores que abren varios días sus salas de lectura, donde ellos a pesar de las instituciones o del apoyo que puedan recibir abren su sala y generan actividades de fomento a la lectura”.
Luego de su reciente participación en el Encuentro Nacional de Mediadores y Salas de Lectura, realizado en Saltillo, Coahuila, hace unos días y a donde acudieron más de 200 mediadores del país y donde se impartieron talleres y conferencias, Romero Hernández indicó que el trabajo en la entidad es visto con asombro, pues se ha trabajado muy bien luego de que no hubo labor previa en las anteriores administraciones estatales. “Se ha mejorado y hay más usuarios; si bien, cada sala de lectura, por ejemplo, es diferente, hay ya especialistas en grupos como niños o jóvenes; el Centro de Lectura Carlos Fuentes, muy bien; somos pocos pero estamos consolidados”, y refirió que hay el interés de seguir abriendo más salas de lectura.
Romero Hernández recordó que a un año de asumir el control de programa se le ha dado, por ejemplo, seguimiento precisamente a las salas de lectura, “puesto que en la administración anterior no hubo seguimiento”, y agregó que “en el año 2000, según registros de Conaculta (Consejo Nacional para la Cultura y las Artes) había 50 salas de lectura en Guerrero, cuando nosotros llegamos no había ninguna”, por lo que se dieron a la tarea de abrir convocatorias y buscar a la gente.