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Visita una ONG y a la OEA en Washington durante su noveno día en huelga de hambre el esposo de Nestora

*El Centro de Justicia y Derecho Internacional y la Oficina de Washington para Latinoamérica lo acompañarán en su lucha por la libertad de la dirigente de la CRAC de Olinalá, informa

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

El esposo de la representante de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) en Olinalá, Nestora Salgado García, José Luis Ávila Báez acudió ayer al Centro de Justicia y Derecho Internacional (Cejil) y la Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA), dos organismos de derechos humanos que tienen su sede en Washington, ciudad en la que cumplió su noveno día en huelga de hambre para demandar la libertad de su esposa recluida en un penal de máxima seguridad en Nayarit.
Vía telefónica informó que también se entrevistó por la mañana con el asistente de la embajada en México ante la Organización de Estados Americanos (OEA), Mario Alberto Puja.
Informó que la tarde de ayer acudiría a la Comisión Interame-ricana de Derechos Humanos (CIDH) para solicitar una audiencia y pedir que se revise el caso de Salgado García de quien, insistió, se están violando gravemente sus derechos humanos en México.
Explicó que en las tres instancias a las que acudió antes de las dos de la tarde de ayer, expuso el caso de la integrante de la CRAC que se encuentra detenida en México, dijo que paralelamente continuó con sus huelga de hambre que ayer cumplió nueve días y que ya se instaló frente a la Casa Blanca, donde despacha el presidente Barack Obama.
El Centro de Justicia y Derecho Internacional y la Oficina en Washington para Latinoamérica son dos organizaciones que trabajan con el Centro de Derechos Humanos de la Montaña, Tlachinollan, y aunque José Luís Ávila Báez no informó con quién de sus representantes se reunió, aseguró que hubo el compromiso de parte de éstos de que lo acompañarán en su lucha en Estados Unidos por la libertad de la ciudadana mexicana-norteamericana, Nestora Salgado.
Dijo que en los organismos que visitó, insistió que la detención de su esposa es “ilegal” y que tiene  un “móvil político”.
Dijo que por la tarde solicitaría una audiencia con representantes de la CIDH para solicitar que revisen el caso de quien manifestó “fue detenida como una peligrosa delincuente, mediante un impresionante operativo integrado por elementos de la Marina Armada de México, efectivos del Ejército mexicano, policías federales y estatales”.
Ávila Báez agregó que durante su huelga de hambre ha estado en constantes reuniones con activistas de ese país, a quienes ha informado de las circunstancias en que fue detenida su esposa y por qué le han violado sus derechos humanos.
Nestora Salgado García fue detenida el 21 de agosto en Olinalá por soldados del Ejército y la Marina y fue trasladada al penal de máxima seguridad de Tepic, Nayarit.
Su esposo, quien se declaró en huelga de hambre desde el 28 de agosto, ayer aún no definía si su huelga de hambre la instalaría afuera de la Casa Blanca o del Senado, “pues tuve que moverme mucho para entrevistarme con diferentes personas a quienes les pedí su intervención para la liberación de mi esposa”, dijo.
Declaró que, “ahorita es más importante explicar el caso ante las diferentes instancias que se interesen para que nos ayuden en que Nestora recupere su libertad”.
Insistió en que será el próximo lunes o martes cuando entregue la Ley 701 a las senadoras Patty Murray y Mary Cantwell a quienes también les ha expuesto el caso verbalmente y ha solicitado su intervención ante al gobierno mexicano para que Nestora sea liberada.
Acusó que el gobierno guerrerense está asumiendo una actitud “incongruente” pues primero reconoció la “buena labor” de la Policía Comunitaria para detener a los delincuentes y después el gobernador Ángel Aguirre ordenó su detención.
Ávila Báez reveló ayer que días antes de que su esposa fuera detenida le habló para decirle que era hostigada e intimidada por elementos del Ejército: “me platicó que soldados del Ejército se paseaban afuera de la casa en Olinalá y que un jefe militar la amenazó vía telefónica”.

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