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Gobierno, oposición, activistas e Iglesia fustigan el golpe militar de 1973 en Chile

DPA / EFE

Santiago de Chile

El gobierno, la oposición, activistas de derechos humanos y la Iglesia católica fustigaron ayer las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura militar chilena (1973-1990) en actos separados.
“Han pasado 40 años, pero no así el dolor y el sufrimiento por temas sin resolver que aún persisten”, dijo la dirigenta de derechos humanos Ana González, en el acto que la opositora Nueva Mayoría organizó en el Museo de la Memoria.
La mujer de 85 años, quien perdió a su esposo, sus dos hijos, su nuera y su nieto en manos de la dictadura, insistió que Chile requiere aún de “verdad, justicia y equidad” debido a la libertad de que gozan cientos de represores.
En la ceremonia, la candidata presidencial socialista Michelle Bachelet, quien gobernó entre 2006 y 2010, admitió que los hechos todavía cruzan la política chilena, hasta ahora dividida básicamente entre quienes apoyaron la dictadura y quiénes no.
La ex mandataria además señaló que “los crímenes son responsabilidad de quienes los cometieron”, y no producto de un contexto que lo justificara, como sectores de derecha han deslizado por años.
En el oficialismo, el presidente Sebastián Piñera, de derecha, deploró las violaciones a los derechos humanos, pero llamó a reflexionar sobre el hecho de que “el golpe de Estado no fue algo súbito, sorpresivo ni intempestivo”.
“Fue el desenlace previsible -aunque no por ello inevitable- de una larga y penosa agonía de los valores republicanos, de un deterioro creciente de la amistad cívica entre los chilenos”, dijo en un acto en La Moneda, al que la oposición rechazó asistir.
“Algunos quieren pensar que toda la responsabilidad recae en quienes cometieron los crímenes o dieron las órdenes para que se cometieran. En mi humilde opinión, también tienen responsabilidad aquellos que no respetaron el Estado de Derecho y promovieron la intolerancia el odio y la violencia”, acotó.
En medio de esas diferencias, la Iglesia católica, clave en la defensa de los derechos humanos bajo dictadura, subrayó su rechazo a los crímenes de lesa humanidad ocurridos, otrora avalados por sectores conservadores.
La Iglesia católica agregó además que le duele hasta las lágrimas las divisiones que permanecen en Chile entre quienes justifican el golpe y quiénes no.

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