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Constatan arqueólogos del INAH que hay tres pirámides de coahuixtlas y aztecas en Iguala

*En un recorrido por el cerro Del Pueblo se evidenció el saqueo de vestigios y afectaciones en las estructuras prehispánicas por obras de una invasión actual. Presentarán al Cabildo la propuesta de protección y conservación del sitio

Eduardo Albarrán y de la corresponsalía

Iguala

En un recorrido de verificación por la zona de reserva ecológica en el cerro del Coachonete de esta ciudad, arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) constataron el hallazgo de vestigios como restos de vasijas, nivelaciones, muros, drenes, aposentos y juego de pelota de al menos tres pirámides prehispánicas que pertenecieron a las culturas Coahuixtlas y Aztecas asentadas en la zona.
Los arqueólogos Edgar Pineda Santa Cruz, Violeta Vargas Castro y Alejandra Núñez Mejía se reunieron con una comisión de ediles, encabezados por los síndicos Oscar Chávez y Mario Castrejón Mota, para continuar con los trabajos de protección y rescate de la zona arqueológica ubicada en el cerro del Pueblo, conocido también como cerro del Coachonete.
En declaraciones en la sala de regidores, el síndico Mario Castrejón explicó que una denuncia ciudadana los obligó a realizar un recorrido por el cerro, que ya había sido protegido como reserva ecológica, y descubrieron que ya hay varios asentamientos humanos.
Posteriormente se realizó un recorrido por la zona de reserva ecológica con base en una denuncia ciudadana por el saqueo de vestigios y la invasión de terrenos en el cerro del Coachonete o cerro del Pueblo. Arqueólogos del INAH acudieron ayer a este lugar luego de que El Sur dio a conocer que el pasado sábado 7 de este mes, una comisión de ediles hizo la clausura simbólica de estas invasiones.
Ahora, con el apoyo de Edgar Pineda Santa Cruz, profesor investigador asociado A del INAH Guerrero y las arqueólogas Alejandra Núñez Mejía y Violeta Vargas Castillo, ambas también del INAH, la comisión de ediles nuevamente recorrió la zona arqueológica.
En el recorrido se observaron además restos del acueducto hecho por Antonio de Montúfar, a través del cual se hacía llegar agua de los manantiales de la zona hasta el pueblo de Iguala.
En la visita de verificación de los vestigios prehispánicos existentes en el cerro del Coachonete, con el uso de un GPS el arqueólogo Edgar Pineda fue marcando la propuesta de las poligonales en las que se fue encontrando presencia de vestigios.
En próximos días será presentada ante el pleno del Cabildo la propuesta del polígono de protección y conservación del sitio arqueológico ubicado en una extensión de terreno aproximada de 8 hectáreas con la finalidad de hacer el cambio de uso de suelo a zona de reserva ecológica y evitar más los saqueos y las invasiones.
Se encontraron evidencias de muros de contención de terrazas habitacionales, pisos de estuco y elementos de arquitectura monumental (pirámides). Además restos de vasijas, nivelaciones, muros, drenes, aposentos y juego de pelota.
Pineda Santa Cruz declaró que este sitio ya está registrado en el INAH como sitio arqueológico, y con esta nueva visita se hará la verificación para definir la extensión del sitio arqueológico. Afirmó que el INAH no puede expropiar pero sí condicionar el uso de suelo para que se haga usufructo del terreno sin afectar los vestigios arqueológicos. Dijo que tampoco se pueden hacer excavaciones sin la autorización del Consejo de Arqueología.
Se evidenció que si ha habido afectación en la zona por los postes clavados en la zona para el cercado de los terrenos invadidos, se afectaron las contenciones de las laderas, además de que hay un notable saqueo de vestigios.
Al menos en dos puntos se encontraron excavaciones de más de 4 metros de los que se presume hubo saqueos recientes. El caso más notable fue en una excavación de unos 3 metros de diámetro y unos 5 metros de profundidad, a un costado de éste se observó un montículo de tierra recientemente removida además de cubetas, cuerdas, guantes y una mochila que los presuntos saqueadores dejaron en el lugar.
Al suroeste del cerro del Cuachanete se observaron lo que son las plataformas de las pirámides prehispánicas y algunos drenes de las mismas.
Personal del INAH propuso mandar vigilancia aleatoria a esta zona para evitar el saqueo y detectar a su vez, quiénes los están realizando al igual que las invasiones.
En marzo de 2012 se hizo un recorrido, se tienen detectados tres sitios de pirámides, un juego de pelota y varios vestigios arqueológicos más registrados en la zona, dijo el investigador del INAH.
Las culturas antiguas utilizaban estas elevaciones como centros de culto, ofrendas o sacrificio para acercarse a las divinidades adoradas por las culturas Coahuiztlas y posteriormente Aztecas, asentados en la zona.
Por la base del cerro del Coachonete en el que se encuentra la reserva ecológica aún se conserva en algunas zonas el camino real que anteriormente enlazaba a la ciudad de México y Acapulco.
Antes, el síndico Mario Castrejón indicó que en el lugar hay por lo menos tres pirámides y dos cenotes, “pero es posible que haya más cosas debajo de la tierra”, que, dijo, lamentablemente ha sido saqueada y se ha construido una capilla, la de la Santa Cruz, sobre la pirámide más grande, “como lo hicieron los españoles cuando conquistaron México”, comentó el también historiador, Castrejón Mota.
Señaló que fueron colocados postes para cercar una de las pirámides, por particulares, y mostró algunas fotografías de estas cercas, que ya fueron clausuradas por la Dirección de Obras Públicas. También manifestó su preocupación porque los saqueadores utilicen túneles para sustraer cualquier vestigio histórico de valor que haya debajo de las pirámides.
Edgar Pineda Santa Cruz señaló que hace un año recorrieron el lugar “y no estaba invadido ni se veían tantos rastros de saqueos”.
Explicó que lo procedente es que el Cabildo determine que esa zona sea decretada área de reserva ?arqueológica y que ésta cuente con la protección necesaria para evitar que particulares invadan el área protegida. Para esto, dijo, se colocarán marcas físicas “para que la gente sepa hasta dónde se puede vender o comprar y hasta dónde no”.
Pineda Santa Cruz señaló que a pesar del saqueo que se ha realizado “es posible rescatar mucha información”, de esta zona que “fue habitada por chontales o cohuiscas, en un periodo mínimo de alrededor de 650 años después de Cristo, hasta la llegada de los españoles”.
Manifestó que aún se encuentra muros de contención, y algunos otros vestigios que fueron cubiertos por las construcciones indígenas más recientes.
Consideró que es muy importante que el Cabildo de Iguala realice una sesión para determinar el área de reserva arqueológica, en tanto que el INAH realice los trabajos técnicos.
Por su parte la arqueóloga Violeta Vargas señaló que todas las zonas arqueológicas del país están protegidas por la ley Federal de Monumentos y Zonas Arqueológicas, que fue decretada en 1972. Y comentó que la aportación de los recursos para el rescate y protección de la zona del cerro del Pueblo, puede ser a nivel municipal, estatal y federal, “depende de la importancia del lugar”.
En esta reunión estuvieron Marina Hernández de la Garza, Soledad Mastache Hernández, Andrés Guzmán Salgado, así como los síndicos Oscar Chávez Pineda y Mario Castrejón Mota.

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