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Marchan 7 mil maestros, normalistas y ciudadanos contra la reforma y bloquean la autopista

*La protesta en Chilpancingo, simultánea a las del resto del país convocadas por la CNTE, parte de las oficinas de la organización sindical, hasta llegar al Parador del Marqués, donde detienen el tránsito una hora y media

Lourdes Chávez

Chilpancingo

Unos 7 mil maestros, estudiantes normalistas y representantes de organizaciones sociales marcharon sobre el bulevar Vicente Guerrero, y bloquearon durante hora hora y media el paso en la Autopista del Sol, como parte de las acciones simultáneas en el país para exigir la derogación de la reforma educativa.
La marcha, convocada por la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG), partió a las 11 de la mañana de las oficinas seccionales de la organización sindical disidente en la avenida Ruffo Figuera, y avanzó por la calle lateral del bulevar Vicente Guerrero.
A pocos metros los contingentes ingresaron a la vía rápida del bulevar, sobre el carril de norte a sur –que forma parte de la carretera de cuota México-Acapulco–, mientras en el Palacio de Gobierno se observaron dos camiones y cinco camionetas con policías federales antimotines, que al final no se acercaron a la manifestación.
La movilización transcurrió sin percances, bajo la modalidad de  “pies cansados”, que consiste en realizar paradas constantes, de varios minutos, durante todo el trayecto.
Los contingentes de las distintas regiones del estado se detuvieron en el punto conocido como El Parador del Marqués, al sur de la ciudad, donde se divide el acceso a la carretera federal y la de cuota,  y ahí realizaron mitin de la 1 a las 2:30 de la tarde.
El tráfico comenzó a normalizarse después de media hora, cuando la marcha regresó al punto de partida por uno de los carriles centrales del bulevar.
Durante el mitin, los manifestantes se colocaron como vallas humanas en los accesos a la ciudad, para impedir el paso de los automovilistas y resguardarse.
La mayoría de las mantas y pancartas fueron contra la reforma educativa, recién publicada en el Diario Oficial de la Federación, y de rechazo a las reformas hacendaria y energética en discusión. “Reformas estructurales, una masacre contra el pueblo”, decía una de las pancartas.
En lugar de las órdenes de aprehensión contra activistas y dirigentes en la primera etapa, demandaron cárcel para funcionarios ligados a crímenes de Estado: “No debemos tener 30 órdenes de aprehensión, sino 60 mil. Orden de aprehensión contra el gobernador, por la muerte de dos estudiantes y por El Charco. Chuayffet, por la matanza de Acteal, al Chucki Añorve Baños que defraudó Acapulco y a Rubén Figueroa Alcocer por la matanza de Aguas Blancas”.
Sólo la zona escolar 60 llevaba una pancarta distintiva, como acostumbraron en la primera etapa de la movilización, cuando exigieron al gobierno estatal y a Congreso local, la aprobación de una ley estatal de educación con los planteamientos de la CETEG.
Después de los contingentes de las regiones, marcharon integrantes del Frente Unido de Normales Públicas del Estado de Guerrero  (FUNPEG), y con ellos una representación de jóvenes de la Casa de Justicia de El Paraíso de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC), sin uniformes ni armamento.
Se observaron representantes de organizaciones sociales, que conformaron con la CETEG el Movimiento Popular Guerrerense, como el representante legal del Frente Único Estatal de Representantes Sindicales Autónomos (FUERSA), Javier Vázquez, y del Movimiento Social de Izquierda (MSI), Ranferi Hernández Acevedo.
Por coincidencia o no, junto a los marchistas pasaron varias camionetas de seguridad pública estatal y municipal; un camión con policías antimotines y dos tráiler grises de carga la Armada de México, además de una camioneta de la misma institución.
El dirigente de la CETEG en la Zona Centro, Minervino Morán Hernández, destacó que esta acción era simultánea a movilizaciones en otros estados y en el Distrito Federal, donde los maestros encabezados por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) exigirían una audiencia con el presidente Enrique Peña Nieto.
Subrayó que la exigencia es la derogación de la reforma educativa y sus leyes secundarias, que ya fueron publicadas, pero si no dieran marcha atrás, aún con las acciones más radicales de lucha, adelantó que los maestros unidos podrían desconocer en los hechos los nuevos lineamientos.
Incluso, adelantó que van a levantar actas en las escuelas para protegerse, porque la Ley de Servicio Profesional Docente establece que después de tres faltas consecutivas y cinco acumuladas al mes, serán despedidos.
Denunció que el gobierno federal parece sordo y ciego a los planteamientos pedagógicos de la CNTE, “no escucharon, están en la idea de imponerse”.
Pero destacó que en Veracruz, Jalisco, Quintana Roo y Baja California, entre otros estados que llamó “emergentes”, se sumaron por primera vez a las luchas de la CNTE, en contra del “gobierno absolutista” que vuelve a concentrar la rectoría de la educación.
“La supuesta descentralización de la educación a los estado de 1992, regresa a la federación, para tener el control de los recursos financieros”. Añadió que esta nueva medida que se establece también en las leyes secundarias de la reforma educativa, confirma que no hay soberanía en Guerrero, que la toma de decisiones se da en el gobierno federal.

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