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Publica Miguel Ríos sus experiencias sobre la música, el amor, el sexo y las drogas

Carlos Rubio-Rosell / Agencia Reforma

Madrid

Miguel Ríos logró llevar a cabo un proyecto que acariciaba desde hace años: narrar y publicar sus experiencias vitales sobre la música, el amor, el sexo y las drogas.
“(Pero) Todo en las dosis justas”, admitió el cantante, quien presentó en el Círculo de Bellas Artes madrileño sus memorias, con el título Cosas que siempre quise Contarte, de Editorial Planeta.
Ríos se siente y se asume hoy como un “rockero jubilado”, tras haber abandonado los escenarios hace dos años con un último show en Guanajuato, momento a partir del cual, dijo, se enfrentó a una difícil misión: escribir sus vivencias.
El músico español reveló que dejar la profesión le dio vértigo y que la decisión de retirarse se debe a que no ha querido aparecer caricaturizado en el escenario.
“Quizás ya me había visto así en algún concierto”, confesó sin rodeos.
Ríos añadió que a lo largo de su carrera abundaron las experiencias buenas y malas, muchas aventuras y desventuras, y aseguró que el momento más duro que pasó fue el mes que permaneció en la cárcel, en 1972, por haber fumado mariguana.
“Fue un momento culminante, porque un día te encuentras metido en el sitio al que el franquismo llevaba a la gente que cometía delitos, una especie de mazmorra medieval para la que no estaba preparado ni psíquica ni intelectualmente”, narró.
“No importaba que media España estuviera pendiente de ti. Perdías toda tu dignidad e identidad. Fue muy duro”.
Pero ese peso, que arrastró durante mucho tiempo, convivió con la exigencia del rocanrol, su estilo de vida desde la adolescencia y que le llevó por otros caminos prohibidos.
“Con las drogas he tenido una relación de respeto y de no perder con ellas, porque incluso me preocupaba que me perjudicaran la garganta, mi principal instrumento, con el cual me he ganado la vida”, expresó.
Además, afirmó que consumió cocaína, pero no mucha, porque quien se vuelve adicto “pierde el timbre”.
En cambio, comentó que la heroína nunca le interesó.
“Era frustrante y nada creativa”, argumentó, y sobre la mariguana, Ríos declaró que en el fondo lo importante es la creatividad de uno mismo. Un canuto (porro) no hace que tengas una buena canción, te la tienes que currar (trabajar) por otro lado”, precisó.
Por último, manifestó que siempre ha tenido las ideas políticas muy claras y que su corazón es de izquierdas.
“Deberíamos tener una actitud organizada y firme para decir que no hemos votado para que (nos) gobiernen los mercados”.
–Miguel Ríos tiene 69 años y fue el menor de siete hermanos en una modesta familia de Granada.
–Cuando tenía 11 años su hermano le pagó tres pesetas para que interpretase Granada como dedicatoria a su chica.
–A sus 17 años viajó a Madrid y, tras pasar ilusiones y penurias, en 1962 ya se llamaba Mike Ríos y era El Rey del Twist.
–En los años 80 logra sus grandes éxitos internacionales, como El Blues del autobús” y el Rock & Ríos.
–Durante los 90 crea un sello discográfico y se lanza al experimento de su Big Band Ríos.

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