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Entran colonos del PT a una oficina del gobernador y a golpes y empujones los sacan policías antimotines

*Fueron golpeados cinco manifestantes, entre ellos una mujer embarazada, además de cuatro periodistas, como la reportera Anarsis Pacheco, de El Sur, que fue derribada, pisoteada y pateada. Demandaban ayuda para vivienda y aulas para una escuela primaria en Acapulco y Coyuca de Benítez

Anarsis Pacheco Pólito
Golpean en oficina del gobernador a colonos y periodistas

Chilpancingo

Con la fuerza de unos 100 policías antimotines, el gobierno del estado impidió ayer una protesta de 50 mujeres acompañadas por sus hijos dentro de la Secretaría Particular del gobernador Ángel Aguirre Rivero, dentro del Palacio de Gobierno, donde fueron golpeados cinco manifestantes, entre ellos una mujer embarazada y cuatro periodistas.
Los antimotines, con escudos y toletes disolvieron a golpes y empujones la protesta de miembros del Partido del Trabajo (PT), procedentes de Acapulco, que de manera inusual se encontraban dentro de la oficina de la Secretaría Particular del gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Alrededor de las 2 de la tarde, por lo menos 50 militantes del Partido del Trabajo, mediante una “operación hormiga”, ingresaron al Palacio de Gobierno, burlando la vigilancia.
Entraron al edificio Centro donde se ubica la Secretaría Particular del gobernador, y exigieron una audiencia con el mandatario para plantearle sus demandas que no habían sido resultas.
En su ingreso y ante los escasos trabajadores del área, los manifestantes alzaron la voz y gritaron consignas en la segunda planta del edificio donde se encunetra la oficina del gobernador Ángel Aguirre Rivero.
Ante la llegada de las mujeres, unos 100 policías antimotines del estado fueron concentrados en la explanada del Palacio y se sellaron las salidas y entradas al Palacio de Gobierno así como las puertas principales de la Secretaría Particular.
Los encargados de la operación dieron la orden de que efectivos se instalaran en las puertas principales para que “nadie saliera y nadie entrara”, mientras que por los edificios Acapulco y Tierra Caliente, que se ubican a los costados, ingresaron por accesos privados a la Secretaría Particular, con la orden de desalojar a los manifestantes.
Los antimotines entraron al recibidor de la parte superior del edificio, donde rodearon a las mujeres que exigían ser atendidas, y las acorralaron. Llegaron a una acuerdo en el momento de evitar la confrontación.
Un funcionario del que los inconformes no pudieron decir el nombre, salió y ofreció una audiencia con el secretario particular del gobernador, y los manifestantes accedieron, bajo el compromiso de que desalojaran esa sala y bajaran al primer piso donde no hay oficinas y podrían esperar a la comisión negociadora.
A los reporteros no se les facilitó el acceso para cubrir la protesta,  pero cinco lograron ingresar por los mismos accesos secretos por donde ingresaron los policías.
Mientras la comisión entraba a la reunión, los militantes del PT se dirigieron a la planta baja del edificio como era el acuerdo con el gobierno, y en la planta baja donde todavía es la Secretaría Particular del gobernador, otorgaron una entrevista a la prensa, pero los policías también bajaron y construyeron un cerco policiaco sobre los manifestantes.
Los protestantes en su mayoría mujeres acompañados de niños, no estaban haciendo nada extraordinario en la planta baja, sólo observaban los bustos de los gobernadores del estado, pero aun así continuaba el hostigamiento de los efectivos policiacos
Los manifestantes se replegaron hacia el centro de la sala y los policías los volvieron a acorralar.
Con golpes con los escudos iban empujando a reporteros y manifestantes hacia afuera del edificio.
La resistencia de los inconformes provocó que varios uniformados empezaran a lanzar golpes y patadas en contra de ellos, y usaron sus escudos para golpear discretamente.
Ya cuando habían sacado a todos los manifestantes del edificio, uno de los policías aprovechó que esta reportera estaba de espaldas cuando caminaba para replegarme, y me empujó con fuerza, lo que provocó que cayera al piso y fuera pisada por efectivos estatales.
La valla de policías seguía avanzando y estuvo a punto de caminar sobre esta reportera, pero otros reporteros e incluso personal de Comunicación del propio gobierno del estado forcejearon con los policías para tratar de detenerlos y evitar que me pisotearan.
Uno de los policías pisó mi rodilla mientras que otro me pateó, mientras los demás  uniformados  golpeaban con puño y escudos a los reporteros  Jesús Eduardo Guerrero Ramírez de La Jornada Guerrero”, Jonathan Cuevas de Novedades.
Al mismo tiempo el conductor y reportero Víctor Wences transmitía un reporte en vivo para Radio Universidad, y también fue empujado con violencia por los antimotines.
Una mujer que iba entre los manifestantes, en estado de gestación, sufrió crisis nerviosa después de la agresión, pero nadie la atendió pese a que también fue golpeada.
Finalmente, manifestantes y reporteros se replegaron hasta salir del Palacio de Gobierno.

La razón de la protesta

Los integrantes del Partido del Trabajo decidieron protestar en el Palacio de Gobierno, luego de que desde hace más de un año, el gobierno estatal les ha prometido ayuda para vivienda e infraestructura educativa, sin embargo, no ha cumplido.
Entre otras cosas, pedían apoyo para vivienda para vecinos de Iguala y obras y financiamiento para proyectos productivos para Acapulco y Coyuca de Benítez.
Participaron padres y madres de familia, e incluso niños de la escuela primaria Nueva Revolución ubicada en la colonia Arroyo Seco del puerto de Acapulco.
Angélica Blanco Cartagena, madre de familia y una de las protestantes, explicó que el gobierno del estado prometió desde hace más de un año tres aulas para la institución, ya que los estudiantes carecen de aulas dignas, pero hasta el momento “no les han cumplido nada”.
Dijo que los padres de familia y maestros han tenido que cooperar para construir dos aulas, pero aún les falta una.

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