Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Jorge Camacho Peñaloza

Morelos, hoy

En lo pasado está la historia del futuro. Juan Donoso Cortés.

Hoy, hace 200 años, José María Morelos y Pavón estuvo en Chilpancingo, cargando a cuestas un proyecto, nada más y nada menos que la liberación de nuestra nación, la construcción de un Estado, la independencia de México, con la convicción en el corazón y la razón en el pensamiento, supeditando vida, sentimientos y necesidades al ideal, mantuvo fija la mirada y la conciencia en el objetivo sublime de crear el Estado mexicano.
Los recursos materiales eran mínimos frente a la potencia de la corona española,  de los peninsulares en el poder virreinal; las dificultades, los problemas y peligros estaban a la orden del día, las distancias, la orografía del Sur, los traslados, la pericia de los insurgentes, como si todo se tuviera en contra, los propios temores, dudas y flaquezas. Después de todo, de la gran empresa y su firme convicción, Morelos era un ser humano.
Independencia, liberación, construcción de un Estado, se dice rápido pero inimaginable el tamaño de la convicción, del esfuerzo, la valentía, dolor, ideal, amor por México, hay que vivirlo para sentirlo, y el gran Morelos, el generalísimo lo vivió, sufrió y anheló, y aquí estuvo, como para compartirlo y dejarlo como legado a los habitantes de estas tierras, en Chilpancingo, y nosotros ¿cómo vivimos y sentimos esa convicción hoy celebrada?
El tamaño de la convicción alcanzó para que un guerrerense, nacido en Tixtla, Vicente Guerrero, tuviera los tamaños para heredarla y continuar el esfuerzo, el dolor, el sufrimiento, la alegría de construir una nación independiente, liberada, de leyes y con justicia. ¿De qué tamaños somos nosotros quienes nos consideramos herederos de esas convicciones de los padres de nuestra patria, que perdieron su vida privada por darse a la pública como servidores públicos que somos quienes tenemos una responsabilidad pública?
Estrictamente hablando, a 200 años de esa impronta, pregunto ¿es hoy México, Guerrero, como lo soñó, diseño, aspiró, Morelos? ¿Somos libres los mexicanos? ¿Tenemos justicia, el gobierno, las leyes justas, la economía que modera la riqueza y la indigencia, como era el sentimiento de Morelos?
Qué haría Morelos hoy frente a la corrupción, la inseguridad, la inequidad, la pobreza, la impunidad, la deshonestidad, las injusticias que se padecen en nuestro México y Guerrero, y que no son aisladas sino como parte distintiva de una realidad; sin duda somos un país libre, pero con una sociedad agobiada por sus necesidades.
Hoy celebramos el Primer Congreso de Anáhuac, el primer acto republicano de nuestra nación, la primera expresión de la soberanía mexicana, es por eso Chilpancingo cuna de la soberanía nacional y Morelos el gran constructor de esa cuna que hoy estará engalanada con la representación de la soberanía guerrerense en la catedral de Santa María de la Asunción.
Más allá de las celebraciones que bien merece nuestro gran Morelos, que merece el acto fundacional del parlamentarismo mexicano en Chilpancingo, más allá de celebrar la historia, el punto es más que celebrar, evaluar el presente a la luz de la historia, qué tanto es el presente congruente con la historia, con las luchas e ideales de los héroes que tanto hoy festejamos solemnemente.
Más allá de representar a una u otra expresión partidista, los legisladores guerrerenses qué tanto somos fieles herederos de las convicciones del generalísimo, qué tanto somos seguidores de su pensamiento, qué tanto nos estamos entregando a su legado por el cual hoy celebramos, o es que sólo celebramos sin sentir las convicciones e ideales de los Sentimientos de la Nación.
Vuela vuela palomita y ve y dile: A todos los mexicanos y mexicanas que México es un país grande más por su historia que por su presente, que eso es suficiente para festejarlo con el compromiso de mejorar en lo subsecuente. Viva México.

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