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Demandan la liberación de Nestora en la entrega de la presea popular Sentimientos de la Nación

Reciben el reconocimiento Consuelo Solís, viuda de Genaro Vázquez Rojas; Hilda Flores, compañera de Lucio Cabañas, y el padre Máximo Gómez

Zacarías Cervantes

Chilpancingo

La Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero (APPG) entregó ayer la presea Sentimientos del Pueblo a Consuelo Solís Morales, viuda del guerrillero Genaro Vázquez Rojas; a Hilda Flores Solís, compañera de Lucio Cabañas Barrientos, y al padre Máximo Gómez Muñiz.
Asimismo, en el manifiesto político que leyó el dirigente de la agrupación, Nicolás Chávez Adame, se pronunció por la libertad inmediata de la dirigente de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) en Olinalá, Nestora Salgado, y condenó la detención de los líderes magisteriales Minervino Morán Hernández y Mario Zamora, ocurrida la tarde de ayer en Zihuatanejo.
También demandó el esclarecimiento del caso y cárcel para los homicidas del dirigente de Unidad Popular (UP) de Iguala, Arturo Hernández Cardona y sus dos compañeros, Angel Román y Rafael Banderas, y el del homicidio del dirigente de la Liga Agraria Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata (Larsez), Reymundo Velázquez Flores, y sus dos compañeros de la misma organización.
Además del asesinato de los estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa, Gabriel Echeverría de Jesús y Alexis Herrera Pino, acribillados en diciembre de 2011.
En su pronunciamiento también manifestó una condena por la agresión que sufrieron la tarde del jueves pasado los reporteros Anarsis Pacheco Pólito, de El Sur; Jesús Eduardo Guerrero Ramírez, de La Jornada, y Jonathan Cuevas, de Novedades.
La ceremonia popular, a la que asistieron unas 500 personas que vinieron de diferentes regiones del estado, se realizó esta vez en el vestíbulo de las oficinas del Colegio de Bachilleres, en el antiguo edificio de la Escuela Primaria Primer Congreso de Anáhuac, en el centro de la ciudad.
Desde el 2007 que se viene realizando esta ceremonia popular, paralela a la oficial que se realiza en la Iglesia Santa María de la Asunción, se organizaba en la plaza Primer Congreso de Anáhuac.
Previo a la Ceremonia, los integrantes de la agrupación realizaron una marcha que partió después de las cuatro de la tarde de la Alameda Granados Maldonado y llegó hasta el zócalo de la capital en donde los dirigentes colocaron una ofrenda floral al pie de la estatua de José María Morelos y Pavón.
En la guardia de honor participó el veterano luchador social Pablo Sandoval Cruz, el padre Máximo Gómez, la viuda de Genaro Vázquez Rojas, Consuelo Solís Morales, el sobreviviente de La masacre de El Charco, Efrén Cortés Chávez, el dirigente de la APPG, Nicolás Chávez, y el dirigente de los mineros en huelga de Taxco, Roberto Hernández Mojica.
La marcha salió después hacia el edificio que actualmente alberga a la dirección general del Colegio de Bachilleres, en donde se realizó la ceremonia que comenzó ya después de las 6 de la tarde.
Tras una breve reseña del surgimiento de ésta ceremonia, en la que se entrega la presea popular a personalidades que se han significado por su lucha social y su aportación a los movimientos populares, a cargo de los maestros de ceremonia el periodista Sergio Ocampo Arista y el dirigente de los mineros en huelga de Taxco, Roberto Hernández Mojica, fueron entregadas las preseas a las tres personalidades.
El integrante de la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, José Luís Rodríguez Camacho, entregó la presea correspondiente a la señora Consuelo Solís Morales; el sobreviviente de la masacre de El Charco, Efrén Cortés Chávez, entregó la de Ilda Flores Solís, y el veterano luchador Pablo Sandoval entregó la presea al padre Máximo Gómez Muñiz.
Ante los aproximadamente 500 asistentes, Nicolás Chávez Adame leyó el manifiesto en el que dijo que “en resumen tenemos un país que está secuestrado por los burgueses que se han coludido con los extranjeros para seguir saqueando nuestros recursos de toda índole”.
Por ello hizo un llamamiento “de unidad real, para articular un gran movimiento social que se conduzca con una dirección política colegiada, donde premien las mejores propuestas para enfrentar juntos la embestida de éste gobierno federal que encabeza el actual presidente Enrique Peña Nieto, a través de sus reformas estructurales como la educativa, laboral, energética, hacendaria y todas las que pretende hacer o que ya está imponiendo junto con los falsos representantes populares”.
Y en este contexto, propuso un plan de acción que contemple la lucha por un incremento decoroso del salario mínimo; que baje el precio del transporte; generar una solución estructural a la problemática que se vive en los reclusorios para adultos y adolescentes que estén purgando sentencias condenatorias, cuando realmente son inocentes.
Asimismo, demandó eliminar el antiguo artículo 145 del Código Penal, referente a la disolución social, “que se esgrime como pretexto para encarcelar a los luchadores sociales y reprimir a los movimientos políticos sociales, ya que la definición del término terrorismo que se incluya en la reforma al Código Penal, criminaliza a la lucha social y a los cuerpos de policías comunitarios, así como a defensores de derechos humanos y del medio ambiente”.
En su intervención, la galardonada Consuelo Solís dijo que de los 23 puntos de los Sentimientos de la Nación que leyó Morelos hace 200 años, ninguno se ha cumplido, y citó como ejemplo la persecución que están sufriendo los policías comunitarios que provienen de los pueblos originarios y por los que luchó Morelos.
Citó el caso del saqueo de los recursos minerales, “si no que nos digan quién entregó las 94 millones de hectáreas de tierras a las empresas mineras extranjeras en los últimos 15 años”, dijo.
Denunció los salarios onerosos que reciben los funcionarios de los tres órdenes de gobierno, cuando Morelos se pronunció por moderar la opulencia, recordó.
Mientras que el padre Máximo Gómez convocó a la unidad de todos los ciudadanos, independientemente de los credos religiosos, para salir adelante de los problemas.
Por su parte el sobreviviente de la masacre de El Charco, Efrén Cortés Chávez, habló del significado que tiene la entrega de esta presea popular, pues dijo que “aquí no se entrega para premiar al corrupto o al que traiciona al pueblo, sino al que el pueblo elige porque se ha ganado un espacio”.

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