Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Se elevan a 52 los muertos en combates entre soldados y rebeldes en Filipinas

EFE

Manila

Las autoridades filipinas elevaron ayer a 52 el número de muertos en los combates que desde el pasado lunes libran los rebeldes musulmanes y los soldados en la ciudad de Zamboanga, en el sur del archipiélago.
Fuentes del Ejército informaron que entre las bajas mortales se encuentran cinco militares, cuatro civiles y 43 insurgentes del Frente Moro de Liberación Nacional (FMLN), que mantienen al menos un centenar de rehenes, informó la prensa local.
Los tiroteos y ataques con mortero continuaron el sábado por la mañana, a pesar del alto el fuego anunciado la víspera por el gobierno y los rebeldes en Zamboanga, situada en la convulsa isla de Mindanao.
“Somos pacíficos. Queremos una solución pacífica de forma que no perdamos más vidas de forma innecesaria. Hemos tomado todos los pasos para evitar la confrontación sangrienta. Pero el acuerdo es que si ellos dejan de disparar, nosotros también dejaremos de disparar”, señaló Voltaire Gazmin, el ministro filipino de Defensa.
Al menos 66 personas han resultado heridas, incluido un trabajador de la Cruz Roja, mientras que más de 62 mil han tenido que ser evacuadas en una veintena de centros, según las organizaciones no gubernamentales.
La Policía filipina anunció el despliegue en la zona de otros 120 agentes que apoyarán a los cerca de 300 soldados que ya están presentes, junto con varios vehículos blindados, en la zona para hacer frente a entre 100 y 400 insurgentes del FMLN.
En Zamboanga rige el toque de queda nocturno, mientras que se han cancelado las clases y las oficinas permanecen cerradas, aunque gasolineras, mercados y farmacias atienden las necesidades de los habitantes.
El ataque de los rebeldes se produjo un mes después de que el líder del FMLN, Nur Misuari, exigiera la independencia de la región de Mindanao y otras islas del sur y denunciara que su grupo había sido excluido de las negociaciones entre el gobierno y el Frente Moro de Liberación Islámica (FMLI).
No obstante, cinco años después denunció el pacto y levantó en armas a sus hombres cuando iba a perder en las urnas su cargo de gobernador de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán.

468 ad