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Detiene el Ejército a cinco policías ciudadanos de Cruz Grande; iban a rescatar a una secuestrada

*Se trasladaban a Marquelia cuando los soldados los pararon en la carretera y los llevaron a la PGR en Acapulco, informa Ernesto Gallardo. Policías  ministeriales sabían en dónde estaba la joven y la entregaron tras la presión de la autodefensa, informa. Pidió ayuda a los militares para dar con la víctima, pero éstos abandonaron el pueblo, se queja. Piden las autoridades 55 mil pesos para liberarlos y uno de los detenidos fue torturado, dice esa organización en Xaltianguis

De la corresponsalía / Cruz Grande

Marquelia

La trabajadora del sitio de taxis número 6 de la ruta Marquelia-Las Cruces, Yesenia Vargas Suástegui de 25 años fue secuestrada la noche del viernes en Marquelia durante más de 5 horas, y debido a la presión de la Policía Ciudadana, efectivos de la Policía Ministerial la entregaron sin explicar en dónde la encontraron y sin presentar a algún detenido por el delito.
Cuando iban a Marquelia a brindar apoyo para dar con la plagiada, soldados del Ejército detuvieron y desarmaron a cinco policías del Sistema de Seguridad Ciudadano (SSC) del municipio de Florencio Villareal, que tiene su cabecera en Cruz Grande.
Los militares los detuvieron en las inmediaciones de la comunidad El Líbano en la carretera Acapulco-Pinotepa Nacional, informó el comandante de la autodefensa de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), Ernesto Gallardo Grande.
Dijo que los detenidos fueron trasladados a la subdelegación de la Procuraduría General de la República (PGR) en Acapulco, pero que no sabía de las condiciones físicas ni legales en que se encontraban.
“Lejos de que los militares salvaguarden la seguridad de los municipios de la Costa Chica salen corriendo sobre nosotros como si supieran lo que estaba pasando (en Marquelia), ¿por qué no nos hicieron nada cuando vieron la movilización de policías ciudadanos en el municipio?, ¿por qué cuando ven a un grupo pequeño de nuestros policías se atreven a detenerlos y llevarlos como delincuentes?, lo único que estamos haciendo es el trabajo que ellos no quieren hacer, por eso la gente no los quiere ni respeta, ya en Marquelia nos están solicitando que nuevamente se reactive la Policía Ciudadana por lo que en una próxima asamblea se valorará y si el pueblo así lo decide, así lo haremos ya que el único que protege al pueblo es el mismo pueblo”,  expresó Gallardo Grande.
Vía telefónica el dirigente de la UPOEG, Bruno Plácido Valerio se negó a dar una postura al respecto pues estaba analizando las acciones a seguir en los próximos días.
Sin embargo, aseguró que los policías ciudadanos no portaban armas fuera de la ley, según dice el reporte que le entregaron, portaban escopetas y rifles calibre 22 que son permitidas por la Ley Federal de Armas de Fuego.
Se reservó los nombres de los detenidos y adelantó, “no creo que debamos pagar alguna multa pues los policías ciudadanos no portaban armas prohibidas y el Ejército conoce qué tipo de armamento usamos nosotros, además de que iban al apoyo de rescate del secuestro de una joven en Marquelia, pero tal parece que el gobierno está cumpliendo con su palabra de comenzar a desarmar a los policías del Sistema de Seguridad Ciudadano”.
En la tarde, la Policía Ciudadana de Xaltianguis emitió un “aviso urgente” para planear acciones de presión para liberar a los detenidos pues las autoridades pedían una fianza de 55 mil pesos para liberarlos.
El documento dice que entre los detenidos está “el comandante Garza” y “el compañero Zarco”, quien además fue torturado por los soldados del Ejército.
“Este gobierno que tenemos nos está demostrando una vez más que su única forma de actuar es de la manera más vil y traicionera contra las personas que verdaderamente defienden la paz en sus pueblos”, se lee.
Finalmente pide una cooperación voluntaria para juntar esos 55 mil pesos.

El secuestro

La trabajadora del sitio de taxis, Yesenia Vargas Suástegui relató que fue secuestrada el viernes cuando acudió al hotel Rodeo para verse con los delincuentes que por teléfono le dijeron que tenían secuestrada a su madre.
Primero recibió una llamada anónima en la que un hombre le dijo que su madre había sido secuestrada y que tenía que ir a una tienda OXXO en la salida del poblado si quería volver a verla con vida.
La llamada fue alrededor de las 5:00 de la tarde, en ese momento fue a la tienda y ahí recibio otra llamada que le ordenó que se trasladara al hotel El Rodeo para negociar la liberación de su madre pero ya no la dejaron salir de la habitación.
Aseguró que no recordaba el número del cuarto en donde la habían encerrado, ni los los rostros de los plagiarios.
Ya capturada, los delincuentes llamaron a la madre de la joven a las 5:20 de la tarde y le exigieron un pago de 200 mil pesos, ésta se dirigió al lugar donde trabaja su hija y los taxistas le dijeron que salió del lugar sin decir nada y que la habían visto parada afuera de la tienda OXXO, fue en ese momento que les dijo a los taxistas que había recibido una llamada anónima solicitando el rescate y la amenaza de que sino pagaba ya no vería con vida a su hija.
Los choferes se movilizaron y solicitaron el apoyo de la Policía Municipal, la Ministerial y de policías ciudadanos de la UPOEG, lo que provocó una intensa operación coordinada, en la que se acordó que las corporaciones policiacas se movilizaran en la cabecera municipal mientras que la autodefensa bloquearía la carretera a Pinotepa Nacional, Acapulco, Ometepec, San Luis Acatlán y los tres accesos a la zona de playas para evitar que sacaran del pueblo a la joven.
Alrededor de las 5:40 de la tarde, los plagiarios llamaron a la madre para decirle que si no cooperaba matarían a su hija, por lo que la señora ofreció 50 mil pesos que ya había conseguido y los captores aceptaron la oferta.
Para entonces la mujer ya se encontraba en la casa de gestión de la UPOEG por lo que la conversarión fue escuchada através del alta voz por los policías ciudadanos. Éstos dijeron que el delincuente que llamó tenía un acento “norteño” y que el número que estaba usando tenía una lada “846” que posteriormente se supo era de la ciudad de Monterrey.
Para las 7:00 de la noche, al ver que no había un avance de las autoridades establecidas y que el criminal no se había comunicado con la madre de Yesenia, los policías ciudadanos se internaron en la cabecera municipal para “peinar” todo el municipio, eran unos 120 de Marquelia y el comandante Ernesto Gallardo Grande solicitó elementos de los municipios de Juchitán, Copala, Ayutla y Tecoanapa para reforzar la acción.
Vía telefónica, Gallardo Grande dijo que alrededor de las 9:00 de la noche, tras informar a las corporaciones policiacas que llegarían refuerzos de la Policía Ciudadana para localizar a la joven mujer, pidió el apoyo al grupo del Ejército que se encontraba en la cabecera, que eran alrededor de 200 efectivos, “pero los militares de la nada abandonaron el municipio y no logré contactar a algún jefe militar para que regresaran y ayudaran a rescatar a la muchacha”.
Agregó que a las 10:30 de la noche Yesenia Vargas fue rescatada por la Policía Ministerial, pero no explicaron cómo sabían en dónde se encontraba la joven si antes le habían informado que ya habían recorrido todos los hoteles de la ciudad y que todos se encontraban sin ocuparse, por lo que sospecha que siempre supieron en dónde se encontraba la víctima, aunque no quiso acusarlos del secuestro.
Refirió que al saber que llegarían refuerzos de policías ciudadanos de otros municipios y que podría haber un enfrentamiento, los plagiarios decidieron liberar a su víctima sin recibir ni un peso, por lo que madre e hija se retiraron a su hogar acompañadas de policías ciudadanos alrededor de la 1:00 de la mañana.
Dos reporteras de Nueva York que realizan un trabajo de investigación sobre los policías ciudadanos y la delincuencia en Guerrero documentaron todo lo que sucedió y sorprendidas consideraron que el gobierno mexicano debe de poner atención ante la ola de violencia en la región y aplaudieron el valor de la ciudadanía al levantarse en armas para protegerse.

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