Ernesto Villanueva

Derbez: más corrupción e impunidad

En mi entrega de la semana anterior me ocupé de los actos ilícitos del financiero ilegal de la campaña presidencial de la candidata del PAN Josefina Vázquez Mota,  Luis Ernesto Derbez. Lejos de refutar mis dichos, escondió la cabeza como el avestruz en espera de que pasara la tormenta. El problema es que sus actos lejos de quedar en el olvido, arrojan poco a poco más datos sobre su modus operandi. Comparto ahora algunos adelantos más. Por supuesto, citando puntualmente las fuentes que sustentan lo que afirmo.
Primero. Como apunté la semana pasada, Derbez creó con su operadora financiera, Mónica Ruiz Huerta y su familia la sociedad civil “Comormex” para “transparentar” el recurso público ofendiendo la inteligencia de las personas. Hizo exactamente lo contrario; es decir hacer nugatorio el principio de transparencia lo que pone de relieve la pobreza intelectual del falso licenciado en economía. Una lectura de mi libro Derecho de acceso a la información en el mundo (México, Miguel Porrúa, IIJ UNAM, 2006,  le hubiera ayudado a comprender  qué es la transparencia y qué la opacidad. Comormex  hizo millonarios a Derbez y Ruiz Huerta, sin pagar impuestos, en poco tiempo  y a través de violar la ley. Son ahora dos familias de cuantiosas fortunas en Puebla, quienes pensaban que nadie habría de revivir el pasado.
Segundo. Mire usted cómo se fraguó parte de todo: “La Secretaría de Relaciones Exteriores registró en la Cuenta Pública de 2004 un presupuesto ejercidode 5,350,391.4 miles de pesos, de los que 2,534,490.5 miles de pesos (47.4%) fueron ejercidos por 18 unidades administrativas para llevar a cabo, entre otras actividades, las de registro, ejecución, seguimiento y evaluación de tratados internacionales; sin que se informara sobre el presupuesto original y ejercido aplicado exclusivamente en estas actividades”. (Informe del Resultado de la Revisión y Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2004. Tomo II volumen 2 página 382)Desconocer con precisión cómo se gastó el 47.4 por ciento del presupuesto de la Secretaría de Relaciones Exteriores en el 2004 es demasiado.
Tercero. Una de las sorpresas de los auditores es que con Derbez en el 2004 no se sabía cuántos tratados había firmado México. (Tomo II, volumen 2 p.396) y el desconocimiento del rubro de apoyos y cuotas de organismos internacionales en cuya intermediación estuvo Comormex, empresa de Derbez donde la hermana y el esposo de Mónica Ruiz Huerta, Oficial Mayor de la SRE aparecían como socios.  ¿A nadie le pasó por la mente el conflicto de interés?  Cosa de recordar que el artículo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades Administra-tivas de los Servidores públicos dispone que: “Todo servidor público tendrá las siguientes obligaciones: II.-  Formular y ejecutar los planes, programas y presupuestos correspondientes a su competencia, y cumplir las leyes y la normatividad que determinen el manejo de recursos económicos públicos; III.-  Utilizar los recursos que tenga asignados y las facultades que le hayan sido atribuidas para el desempeño de su empleo, cargo o comisión, exclusivamente para los fines a que están afectos”.Por supuesto, para Luis Ernesto Derbez el cumplimiento de la ley es cosa de risa, como muchas veces me lo dijo personalmente. Como los viejos priistas, Derbez incurrió en la tentación de autorizar con recursos públicos “donativos” al Sindicato de la SRE en 2004 y 2005, a pesar de tener un contrato colectivo de trabajo donde se establece a detalle los recursos que deben contratarse a los sindicatos. Esto hace pensar que de cada peso “donado” un porcentaje iba a las arcas personales del propio Luis Ernesto. (Cuenta Pública 2004 y 2005). Hoy Luis Ernesto Derbez Bautista creyó que todo habría quedado en el pasado. Veremos las próximas semanas, cómo la ley que le da risa a Derbez puede empezar a aplicarse para paliar en algo los miles de millones que Derbez despojó a la sociedad mexicana.

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