Jaime Castrejón Diez

La política pragmática

Hemos insistido en muchas ocasiones que las épocas de las ideologías han quedado atrás y que existe, no sólo en nuestro país sino en muchas partes del mundo, un concepto pragmático de la política.  Se puede decir que se trata de dar a  los gobernados una satisfacción a sus necesidades de salud, de educación y sobre todo ha habido un énfasis muy claro en una economía sana.  Eso ha hecho que nuestros políticos hayan abandonado desde hace mucho tiempo las acciones ideológicas aunque mantienen el lenguaje.  Hemos visto como a partir de la creación del Partido Revolucionario Institucional ha habido presidentes que se inclinan más hacia un lado u otro del extremo político, sin embargo su posición siempre fue llamada revolucionaria.
Debemos recordar que cuando empieza la etapa moderna de la vida política en México, se crearon instrumentos para conservar el poder como necesidad esencial.  Cuando Plutarco Elías Calles era Presidente electo, hizo un viaje a Europa para ver los sistemas políticos que en ese momento eran exitosos.  Le impresionó, sobre todo el corporativismo de Italia y Alemania.  La idea central de este sistema era que un grupo de sindicatos u organizaciones formaran una federación y un grupo de ellos forman una confederación.  De esa manera controlando a una sola persona se podía manejar todo un país.  Con ayuda de Vicente Lombardo Toledano y Fidel Velázquez formó el sector obrero; con ayuda de Graciano Sánchez se estableció el sector campesino.  Esto es con la ayuda de los sectores se podía gobernar el país y asegurar el poder por mucho tiempo.  ¡Qué más pragmatismo se requiere!
En muchas ocasiones se vio sin lugar a dudas que no correspondían las actitudes y las acciones de los gobiernos con sus postulados ideológicos.  Sin embargo por mucho tiempo se mantuvo esta fachada simbólica hasta que realmente se convirtió el ejercicio del poder en algo tan pragmático que ya era imposible ocultarlo.  Esta etapa empezó con el gobierno de Miguel de la Madrid.
El gobierno de Miguel de la Madrid tuvo que pagar las consecuencias del gobierno de José López Portillo y naturalmente hubo un jaloneo de tipo político, pero finalmente el poder casi absoluto que tenía un Presidente de esa época hizo que se ajustaran todas las instituciones y las posiciones políticas de los partidos a las nuevas realidades.
El gobierno del Presidente Carlos Salinas no fue diferente, pero buscó un arreglo internacional con Estados Unidos que permitiera que fluyeran con más facilidad productos y dineros de uno a otro país y que esto permitiera una mayor estabilidad económica y al mismo tiempo un progreso económico para el país.  Los primeros tres años de su mandato en esta posición pragmática dieron como resultado un fuerte avance en la posición económica del país y naturalmente la fuerza de su gobierno creció.  Pero en la segunda parte de su gobierno con problemas de tipo especialmente económicos, con el problema de los bancos que estaban en posiciones de gran debilidad había necesidad de utilizar dinero público para  salvarlos,  por ello su mandato fue duramente cuestionado.  Esto se ha visto en otros países, la debilidad bancaria casi siempre viene después de una realización que la política económica del país no es sostenible con los mismos principios de gobiernos anteriores.
Hubo un reclamo por el abandono de los postulados ideológicos por parte de muchos ciudadanos militantes de los partidos o no.  Esto se hizo público en el famoso discurso de Luis Donaldo Colosio en el monumento a la Revolución.  Esa fue la última vez que se ventiló este tema. Los problemas del país requerían de acciones prácticas y su figura política se fue desdibujando.
El gobierno de Ernesto Zedillo fue una lucha constante con su antecesor.  Desde “la sana distancia” con el PRI hasta las pugnas internas de la clase política. Para nadie es un secreto que las luchas de la clase gobernante fue dura y todo ese período fue dominado por la lucha entre Zedillo y Salinas.
Los dos gobiernos panistas también han sido pragmáticos.  Tenían que aprender a gobernar primero, buscar cuadros que pudieran mover al gobierno, recurrieron a cuadros del PRI y acabaron por imitar el mandato autoritario. La necesidad de encontrar colaboración en los problemas de gobierno, los hizo que se volvieran pragmáticos y dejaron atrás ideología y tradiciones, la idea era ejercer el poder y mantenerlo, lo demás pasó a ser secundario.