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Entre empujones y reclamos entregan despensas en el bulevar de Las Naciones

Aurora Harrison

Con mucha desorganización y reclamos por parte de las familias damnificadas por las lluvias de la tormenta tropical Manuel, se realizó la entrega de despensas que llegaron del Fondo Nacional de Desastre (Fonden) en el bulevar de Las Naciones, frente a la tienda Costco, que un día antes fue saqueada por los pobladores de esa zona.
El comandante de la Novena Región Militar, el general Genaro Fausto Lozano Espinosa, declaró que en esa zona se entregaron más de mil 500 despensas que son de recursos del Fonden y que se repartirán más en otras zonas donde haya damnificados.
Las despensas contienen productos básicos como atún, pastas, sardinas, frijoles, arroz y sobres con cloro para el agua.
“Se entregaron despensas y ahorita fueron mil 500, y ya tenemos un plan para dar seguridad en esta zona”, indicó el comandante, quien dijo que las despensas son del Fonden pero también hay del municipio y del gobierno del estado.A las 11 de las mañana empezó la entrega del apoyo a mujeres, a quienes se les pidió hacer una fila; incluso jóvenes de la Universidad Autónoma de Guerrero formaron vallas pero fueron rebasados por hombres que llegaron empujando.
Unos 40 minutos después llegaron la secretaria de Desarrollo Social federal, Rosario Robles; el gobernador Ángel Aguirre Rivero; el alcalde Luis Walton y el senador Armando Ríos Piter, quienes estuvieron unos minutos, entregaron despensas y escucharon a la gente que pedía ayuda y empleos para subsistir porque perdieron sus viviendas.
Los marinos y militares pidieron a la gente que se organizaran y esperaran su turno, pero algunos hicieron caso omiso y se pasaron, se colocaron en las filas a pesar de que se había dicho que nada más se les entregaría a las mujeres, pero empezaron a gritar tanto hombres como adolescentes: “todos queremos comer”.
A las personas que se les entregaba la despensa no se les pedía ninguna credencial, al principio sólo su nombre y que se formaran, pero después había familias completas en la fila, incluso algunos iban y dejaban la despensa en un lugar y se volvían a formar.
“Ustedes permitieron que se hiciera esta desorganización porque hay pura corrupción en este gobierno. La Colosio está inundada y venimos aquí a que nos den una despensa y nada más le dan a los que ellos quieren”, se quejó Juan Martín Baños.
Tras su reclamó pudo entrar a la fila y así hicieron otras personas. Algunas bajaron del transporte público, colectivos y carros particulares para formarse y recibir el apoyo, mientras que los marinos y soldados trataron de organizar a las personas y les aseguraron que todos alcanzarían, pero las personas insistían en meterse a las filas y empujar a los demás.
Una señora se quejó porque la empujaron y le rompieron sus sandalias; “todos queremos comer pero hay que respetar, porque me rompieron mis chanclas”.
Cuando empezaron los empujones el comandante de la Novena Región Militar pidió calma, e incluso organizó una fila donde había puros hombres y adolescentes.
A la entrega de despensas acudieron personas de Puerto Marqués parte alta y baja, de la Colosio, Llano Largo, Los Dragos, Amalia Solórzano, La Poza, entre otras colonias cercanas.
Algunas señoras gritaban que se vigilara porque había quienes se llevaban hasta de dos o tres despensas por familia.
“Tenemos hambre, no queremos mensaje”, dijo una señora cuando el gobernador informó que la secretaria Rosario Robles daría un mensaje, y le reclamó que no había agua: “queremos que nos ayuden no que vengan y nos den mensajes”.
Otra señora que estaba formada gritó: “queremos que los policías federales, que los marinos se pongan bien y que organicen porque hay quienes se están llevando dos o tres cartones, no es justo, queremos que eso no pase porque no todos vamos a alcanzar”.
Elia Sánchez, quien recibió una despensa, señaló que “es la primera que nos dan, no tenemos para comprar y no tenemos trabajo, el jitomate, el chile están carísimos”. Ella vive en la parte alta de Puerto Marqués.
Mientras entregaban las despensas, los soldados, con apoyo de policías estatales y municipales, solicitaban a las personas que liberaran el bulevar para que pasaran los vehículos.
Se observó mucha basura en el camellón central del bulevar pues había llantas de vehículos, pantallas planas, carritos del supermercado, refrigerados y estufas que fueron rescatas de la tienda Costco.
La tienda estaba con vigilancia de policías federales, soldados, marinos y agentes estatales para evitar un nuevo saqueo, además se observó que fueron arrastradas por las corrientes del agua al campo de golf que estaba desvalijados, algunos no tenían llantas.
Aunque los soldados y marinos entregaron las despensas, la gente seguía llegando y muchas personas se querían meter a las filas y empujaban a los que se encontraban.

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