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Llegan en helicóptero a Acapulco 360 de La Pintada; cuentan 74 muertos o desaparecidos

*Truena el cerro que se está desgajando y por el pánico siente uno que se está muriendo”, relata un sobreviviente del alud. Cinco se quedaron con los soldados para rescatar los cuerpos.“No nos creyeron”, reprochan de la falta de atención ante la desgracia

Mariana Labastida

Tres días de angustia y terror vivieron los habitantes de la comunidad de La Pintada, Atoyac, los que fueron rescatados ayer y trasladados a Acapulco les dieron un respiro a los que llegaron el miércoles debido a que temían que hubiera más derrumbes y el número de muertos incrementara.
Ellos tienen un registro de 74 personas muertas o desaparecidas por el alud de tierra que cubrió la mitad del pueblo la noche del domingo.
Anoche se informó que fueron trasladados a Acapulco 360 personas, en La Pintada quedaron cinco que se rehusaron a abandonar la comunidad y acompañan a los militares que realizarán, con equipo manual, las labores de rescate de los enterrados.
“Mucho terror” vivieron durante el derrumbe del cerro que sepultó parte de la comunidad, dice Esteban Adame Araujo, después del alud  “sigue oyendo uno los tronidos, truena el cerro que se está desgajando y por el pánico siente uno que se está muriendo otra vez”, relata el sobreviviente de la tragedia.
Al llegar al refugio en el Centro Internacional Acapulco (CIA), Esteban tiene la mirada perdida, los ojos llorosos y la ropa llena de tierra, “ya llegaron” le dice un familiar dándole una palmada en la espalda como bienvenida. Él, su esposa e hijo lograron salir del derrumbe, estaban en el segundo piso de la casa en donde quedaron sepultados su madre y dos hermanos.
Los habitantes de La Pintada que están en Acapulco desde el miércoles dan la bienvenida a los que apenas llegan, “aquí hay que acomodarnos, hay que permanecer todos juntos para que no tengamos que repetir instrucciones, que todos estemos en la misma área” les dice Margarito Hernández Urioso.
Margarito perdió en el derrumbe a su padre, Margarito Hernández Ávila, a su hermano Omar y a la novia de éste de la que sólo recuerda que se llama Nohemí, originaria de Chilapa. La pareja se encontraba de visita en la comunidad subieron porque el joven tenía una cita de trabajo el sábado en Atoyac para empezar a desempeñarse en su profesión como ingeniero agrónomo, no pudieron salir del pueblo por la lluvia.
El joven de apenas 18 años dice que se resignó a perder a su padre y a su hermano, agarró fuerza “como hombre de la familia” para sacar de la comunidad a su madre, hermana y abuela enferma, a quienes subió en el segundo helicóptero militar que los trasladó al puerto.
En el refugio intenta ser parte de los coordinadores del grupo para que todos sean atendidos, tengan alimento y ropa limpia, se quiebra, llora, respira y se vuelve a levantar para seguir preguntando por los que no han llegado y por tener noticias de lo que está pasando con los que aún están allá arriba, en la sierra.
En La Pintada se dedican a la siembra, cosecha, procesado y venta de café y la mayoría de las viviendas que fueron cubiertas por el lodo son de material, dice una mujer de allá.
“Nomás’ tronó y voló el cerro sobre el pueblo, se fue a descargar a la iglesia, se regresó de la iglesia y aventó carros del otro lado del río, es un río grandísimo, nosotros le teníamos miedo al desbordamiento del río” recordó Reina García Botello, quien agrega que el deslave alcanzó el patio de su casa, “sólo mi casa se salvó”.
Reina afirma que son 74 personas las que están “debajo del lodo, yo hice la relación”, listado que defiende “porque conozco a todos mis vecinos, se fueron diez, unos nueve, unos siete en cada casa, no crean que fueron poquitos, pueden ser más pero menos no, porque había gente de afuera que fue de visita”.
Del listado de 74 personas que tiene, Reina dice que hay que descontar a las cinco que rescataron sin vida y fueron enterradas el miércoles, cuatro en el panteón del pueblo y otra más en el lugar donde fue hallada.
Sabe que otros dos cuerpos fueron rescatados la mañana del jueves, aunque las acciones de rescate ya no continuaron por las condiciones del cerro que sigue deslavándose.
Entre los familiares de habitantes de La Pintada existe molestia e indignación, “no respondieron a tiempo, nosotros llamamos porque nos comunicamos a El Edén, no nos creyeron, desde el lunes reportamos vía telefónica y ahora dicen que hasta ayer (miércoles) supieron, quieren ocultar que no respondieron al llamado de auxilio”, dice con rabia Esmeralda Araujo quien desde Acapulco estuvo llamando a Protección Civil del Estado para  avisar de lo ocurrido.
Esmeralda y su mamá están en el CIA esperando noticias de su abuela, lloran  y abrazan a los conocidos y familiares cercanos; después de horas su abuela de 76 años no llega, se rehusaba a abandonar el pueblo, al final decidió dejarlo pero para irse a la comunidad de El Paraíso, donde tiene otra casa.
“Siéntanse afortunados de estar aquí y estar vivos”, fueron las palabras de bienvenida que les dijo un teniente a los llegaron al mediodía al albergue en Acapulco.
En breve les da información del albergue, explica qué hay en cada área mientras algunos voluntarios acercan colchonetas, bolsas con ropa y otros investigan si pueden pasar a comer. El militar les explicó que había horarios establecidos para ello.
También les informa que no hay agua, todas las indicaciones los pobladores las escuchan inertes, al final una señora pregunta si se pueden ir, “aquí no hay nadie a la fuerza” le responde el militar, ella y otras tres personas estaban de visita en La Pintada, viven en San Luis la Loma y quieren regresar a su comunidad.
A las 5 de la tarde los 360 pobladores que fueron trasportados a Acapulco fueron trasladados al refugio temporal en el Cici de Renacimiento, “queríamos otro tipo de atención, dormir todos juntos” fue la razón del cambio, argumentó Cesáreo Moreno, uno de los líderes de la comunidad.
Informó que les asignarán un área especial para los de La Pintada, además de que aquel albergue iría el presidente de la República, Enrique Peña Nieto.
Agregó que eran 71 personas las desaparecidas, aseguró que hay pobladores que se los llevó el río, escucharon comentarios de que en Arroyo Verde encontraron personas.
“Esperamos en Dios que se va a volver a levantar, vamos a volver a levantar la iglesia” dijo Reina García, pero no coinciden con ella Margarito ni Esteban, ellos quieren regresar a la comunidad a rescatar a sus familiares para sepultarlos en el panteón, no saben aún qué van a hacer pero por ahora no esta en su mente la idea de regresar a vivir a La Pintada.

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