Periódico con noticias de Acapulco y Guerrero

Sube a 65 el número de muertos en Guerrero, sin contar a los 68 sepultados en La Pintada

*Peña Nieto visitó anoche un albergue en Ciudad Renacimiento donde están algunos refugiados de esa comunidad de la sierra de Atoyac. No ser olvidados por el gobierno “como siempre ha pasado con las personas pobres”, le dicen los damnificados

Carlos Moreno A.

Entre empujones, reclamos, pedidos de ayuda, llanto y gritos de los refugiados, el presidente Enrique Peña Nieto visitó ayer por la tarde el albergue del Polideportivo de Ciudad Renacimiento.
El presidente aseguró que esta visita a los damnificados, y principalmente a los de la comunidad de La Pintada de Atoyac, que fueron trasladados a ese albergue de Acapulco, fue para “apelar a su confianza, para que poco a poco vayamos a restablecer la normalidad”.
Antes, en declaraciones a la televisión, el coordinador general de Protección Civil del gobierno federal, Luis Felipe Puente, informó que en todo el país han muerto 97 personas por los efectos de las lluvias de Manuel e Ingrid, de las cuales 65 son de Guerrero, cifra que no incluye a los 68 vecinos de La Pintada que siguen sepultados. A los damnificados les dijo que la “ayuda” será familia por familia y “no lo vamos a hacer a través de líderes políticos”, y dijo que para eso se encuentran realizando un censo del gobierno estatal y federal para recorrer las colonias afectadas y los damnificados.
En una desorganizada visita al refugio de Ciudad Renacimiento, Peña Nieto indicó que de todos los estados que han sufrido por las lluvias intensas, “Guerrero ha sido el más afectado”.
Dijo que por la tarde acudió a La Pintada, municipio de Atoyac, para observar la zona afectada y alertó que en la comunidad existe el riesgo de que pueda ocurrir otro derrumbe, y precisó que la visita al puerto de Acapulco fue para “saludar a los damnificados” de dicha comunidad y refrendar su apoyo.
Peña Nieto estuvo acompañado por el gobernador Ángel Aguirre Rivero; el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong; la secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles Berlanga; el secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT), Gerardo Ruiz Esparza; el alcalde de Acapulco, Luis Walton Aburto, y el diputado federal del PRI, Manuel Añorve Baños.
El mandatario, resguardado por un cerco de seguridad de unos 15 integrantes del Estado Mayor Presidencial, y los funcionarios, llegaron al Polideportivo poco antes de las siete de la noche, en cuatro helicópteros blancos; en uno de ellos viajaba Peña Nieto, en otro los funcionarios y en otro la prensa nacional, que aterrizaron en la cancha de futbol.
Peña Nieto recorrió el albergue que está ubicado en una cancha de basquetbol techada, donde se encuentran, según informes de los registros, más de mil 200 personas, y escuchó las peticiones y reclamos de ayuda de los damnificados.
El presidente y el gobernador, quien no se separó del mandatario y sólo saludó a algunas personas, escucharon las peticiones de ayuda y les pidieron no ser olvidados por el gobierno, “como siempre ha pasado con las personas pobres”, expresó una señora.
La principal petición de los damnificados era apoyo para buscar a sus familiares que se encuentran desaparecidos, y recuperar lo perdido de sus pertenencias.
Cientos de personas, principalmente mujeres con sus hijos, se aglomeraron para saludar a Peña Nieto entre los empujones de sus guardaespaldas.
Durante la visita y el acercamiento de Peña Nieto a los afectados, los habituales guardaespaldas jalaron y aventaron las colchonetas y la ropa para que caminara el mandatario; otras más fueron pisadas por ellos mismos a pesar de que en esas colchonetas duermen los damnificados.
En un momento del recorrido, Peña Nieto subió a las gradas de la cancha donde dio un breve discurso y dijo que “vengo a apelar a su confianza para que poco a poco vayamos restableciendo la normalidad”.
Pidió solidaridad a las personas para que apoyen y se acerquen a los centros de colectas para los damnificados.
Aseguró que la “ayuda” será familia por familia y “no lo vamos a hacer a través de líderes políticos”, y dijo que para eso se encuentran realizando un censo del gobierno estatal y federal para recorrer las colonias afectadas y los damnificados.
Algunos de los refugiados le gritaron “queremos ayuda, no nos olviden, te apoyamos pero no nos olviden”, a lo que el presidente sólo respondió con un saludo de mano.
El mandatario en su discursó aseguró que se encuentran trabajando tanto el gobierno federal como el estatal, “ante esta contingencia, lo más posible, para que tengan al menos agua, comida y ropa, para aquellos que perdieron todo”.
Recordó que hay familias en las comunidades y municipios que también resultaron afectadas, pero que se encuentran apartadas, por lo que sólo han podido acudir vía aérea debido a que quedaron obstaculizados.
Entre los damnificados en el albergue se encuentran turistas de los estados de Puebla, Tlaxcala y la ciudad de México, y dijo que “entiendo que hay mucha gente que quiere regresar a sus casas”, por lo que informó que serán trasladados vía aérea  y “vía terrestre este fin de semana”.
Los damnificados de La Pintada, municipio de Atoyac, se acercaron a Peña Nieto y le pidieron ayuda para recuperar sus viviendas, a lo que expresó su solidaridad y reiteró que se realizaría un  plan para la reconstrucción e infraestructura de viviendas en los municipios afectados por la tormenta.
El mandatario dijo que las familias que perdieron sus viviendas principalmente en las comunidades alejadas, serán reubicadas en zonas seguras para la construcción de sus casas, “buscaremos un lugar adecuado para reubicar a las familias afectadas”.
Sobre las personas desaparecidas y que su familia está pidiendo ayuda para buscarlas, aseguró que “trabajaremos para dar con su paradero” y reiteró su solidaridad.
Después el presidente continuó con su recorrido saludando a las personas y tomándose fotos; lo jalaban a pesar de los empujones de los guardaespaldas para pedirle ayuda porque habían perdido todo sus muebles y otro más sus documentos.
Peña Nieto se dirigió a la salida del albergue, y al cruzar la puerta con dirección a la cancha fueron cerradas las puertas de herrería y les fue negado el acceso a la mayoría de la prensa local y sólo la nacional accedió porque venía con ellos.
Los damnificados despidieron a Peña Nieto con aplausos y gritos de “Peña Nieto, Peña Nieto, no nos olvides”.
Peña Nieto se detuvo un momento antes de dirigirse al helicóptero  y en un mensaje de “apoyo” para los damnificados que lograron colarse antes de que fueran cerradas las puertas, y se acercaron al presidente, aseguró que continuarían en comunicación con ellos e insistió en que serían apoyados.
Para que las personas no accedieran a la cancha donde se encontraba el helicóptero de Peña Nieto, los guardaespaldas del Estado Mayor colocaron a los del gobernador Ángel Aguirre Rivero (quien se fue con el mandatario) para que cuidaran que no accediera nadie y colocaron una cuerda para dividir la zona.

Suman 97 muertos por lluvias en el país

Por otra parte, el coordinador general de Protección Civil del gobierno federal, Luis Felipe Puente, informó que ascendió a 97 el número de muertos en el país por el paso de los fenómenos naturales Ingrid y Manuel.
“En este momento, nosotros tenemos un registro puntal de que en nueve estados de la República tuvimos 21 fallecimientos; el caso de Veracruz, que todos conocimos, en el que un camión circulaba cerca de un alud y perdimos la vida de 11 personas y obviamente en el caso de Acapulco, de Guerrero en general que tuvo 65 defunciones lo que nos da en este momento 97 decesos por estos dos fenómenos naturales”, detalló en entrevista con la televisión.
El funcionario federal indicó que Manuel se ha degradado a tormenta tropical y anoche se ubicaba en el municipio de Pericos, Sinaloa.

468 ad